— ¡Felicidades a la cumpleañera! -
Ryu prácticamente dejo caer todo su peso sobre i y ambas cayeron al suelo, algunos curiosos las miraron entre divertidos y preocupados. Pero todo el ambiente se relajó cuando ambas estallamos en risas.
— Ah, en verdad no se puede contigo -le reclamas con un tono de reproche y sonrisa divertida.
Ryu te responde con una sonrisa y ambas se ponemos de pie, era el primer día de su ultimo año en la UA y no podían estar mas emocionadas. Era un poco extraño porque junto a ustedes había personas de tercero, segundo y por supuesto los chicos de primer año. Era muy evidente saber quienes eran porque temían una mueca de asombro y temor, preguntaban a los mayores (a veces con demasiada formalidad) el edificio al cual debían ir. Cuando llegaron al salón, dejan sus mochilas en las mismas butacas donde se habían sentado
— Parece que este año hay mas - comentó Ryu - pero cada año son los mismos - se respondió a ella misma.
—Es mejor tener pocos pero enseñarles bien -opinas acomodando tu cabello
Ambas se cuentan lo que hicimos en nuestras vacaciones de invierno, hablamos sobre los viajes que hicimos con sus familias, el servicio que daban en las agencias de héroes donde les habían asignado y por supuesto, el terrible hecho de que hace tres días había sido tu cumpleaños numero diecisiete.
— Mas les vale que no hayan hecho el ridículo - así fue como nos recibió Sora.
Ryu y tu se miraron con esa expresión de inocencia y Sora rueda los ojos
— No puede ser - dice en tono dramático - ni si quiera porque es nuestro ultimo año se pueden dignar a comportarse como adultos
— ¡Deja de ser tan amargada Sora! - chilla y la abraza por el cuello - todavía podemos ser inmaduras.
— ¡No es correcto! - refuta con el ceño fruncido - ya es tiempo de tomarnos las cosas enserio, en verdad. Este año tendremos nuestra licencia de héroe.
Ella y Ryu comienzan una discusión sobre lo que debería y no preocuparnos, por supuesto que el lenguaje corporal de ambas llama la atención de los demás. Ellos estaban mas que acostumbrados a sus locuras, dos años nos habían hecho conocernos, formar amistades y crear buenos recuerdos.
Era un poco extraño pensar que ya estabas en la recta final, por fin ibas a salir a cumplir tu sueño de ser una heroína profesional, así como habías prestado tu servicio en la agencia donde habías sido asignada no como una pasante, sino con tu licencia. Pensar en que iba a ser mi pan de cada día te hizo sonreír, estabas feliz por cerrar esta maravillosa etapa
Y no tenias nada de lo cual arrepentirte.
De no ser por...
— Buen día jóvenes - saludo al tiempo que todos ocupaban sus lugares.
Aizawa Shouta entro al salón arrastrando los pies, con su típica expresión cansada que adornaban las ojeras de sus ojos, cabello alborotado y una barba de algunos días. Sentiste como se te alboroto el corazones y por inercia te sentaste con la espalda recta.
— No piensen que por ser su último año hare excepciones, las reglas y el trato es el mismo - se cruzo de brazos - no voy a tentarme el corazón solo porque están en su tercer año, cualquier falla y serán expulsados.
Por supuesto que las exigencias de su tutor y sensei iban enserio.
Los que quedaban fueron los fieles testigos de como esa advertencia se había llevado a varios a través del tiempo, al principio eso los había abrumado, hubo quienes titubearon sobre la decisión de ser héroe. Pero hubo alguien que les levantó el animo y les inspiró para ver las palabras del profesor no como una amenaza sino como una motivación a ser los mejores. Y aquí estaban, lo mejor de lo mejor de su generación.