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Dejó pasar un día, así lograba despejar todo su cuerpo por tremenda borrachera que tuvo, además de pensar lo que sería perfecto para pedirle una gran y verdadera disculpa al castañito.

Pasando por el estrecho camino, que daba a la puerta trasera de la cocina, dejó de mover el bote de crema para la piel en sus manos, así mismo, detenerse con el murmullo de algunas personas, personas que odiaba con todo su ser. Se acercó un poco más, procurando no estar cerca de algo que pudiera hacer sonido.

Él solo escuchaba conversaciones ajenas si en estas ocupaban el nombre de los mellizos, el de Park, el suyo y desde ese mismo momento, lo haría si se trataba de Kim Taehyung.

¿Qué?

–Me pidió que bajara su sueldo, diciendo que por esa vez, había sido su idea.

¿Qué hizo?

Le dije que lo pensaría.

No esperó otro segundo, ya se dirigía directo a su pequeña oficina, saludando flojamente con un movimiento de cabeza a la pareja, quienes aprovechaban el corto descanso para darse amor. Más adelante, Yoonji observaba algunas imágenes, tanto de diseños en grandes arbustos, macetas, como de exteriores y eso solo le avisó a Jungkook que quería celebrar prepararle una sorpresa a su hermano en su cumpleaños, aún si compartían el mismo día.

Llegó por detrás, causándole un buen susto a la chica, que hasta las pestañas abiertas en la computadora las cerró por accidente.

–Serás idiota – le dió una mala mirada – Entonces, ¿no contestabas el teléfono ayer porque te lo robaron?

–¿Cuándo será el día en el que no me reclames?

–Cuando no nos mientas por, supuestamente, no preocuparnos, dejes de ser un idiota de primera y le bajes un poco a tu actitud de mierda.

–Debo de rendirme en esperar, ¿no?

Soltó un suspiro, ese chico no tenía ningún remedio.

Recorrió con sus ojos cada rincón, esperando ver a esa característica cabellera, se sentó en el escritorio, teniendo un mejor panorama, jugaba con aquél bote y movía sin cesar una de sus piernas.

–Me estresas más con eso, Jeon.

–Mejor dime dónde está.

Oh, ella se aprovecharía de la situación para molestarlo.

–¿Dónde está quién? – parpadeó – Si no me dices aunque sea el apellido, no sabré a quien buscas.

–Hablo en serio.

–Yo también.

Bufó, empujando con su lengua sus mejillas internas y observando la pared a su lado izquierdo, controlando las ganas de insultarla.

–Ah, en el jardín – Jungkook no la mataba porque la quería – A la par del árbol – y estaba joven – Sentado en el heno.

Juró que su respiración le falló por un maldito segundo.

Inhaló lo necesario de oxígeno, al soltarlo, trataba de calmar los recientes nervios que aparecían para atacar todo su cuerpo. Desde lo lejos, lo divisó, apoyado con sus manos detrás, dándose el mismo la razón de que estaría con sus ojos cerrados, sintiéndose relajado por lo que emitía ese espacio en específico.

Por poco llegaba, solo atinaba a golpear con frecuencia el tapón del bote, tan suave, así no se daría cuenta Tae sobre quién estaba parado, justamente, tapando la mitad de la luz que el sol le brindaba, aún así, no demostró quejarse, solo el sonreír en grande, sintiendo también la brisa. Se le miraba tan ensimismado en su mundo, que Jungkook tenía ganas de abortar misión, solo que, era momento de no ser un cobarde.

–Ey...

Taehyung se sorprendió, parpadeó demasiadas veces preguntándose si era un sueño o de verdad había escuchado al mismísimo Jungkook, no obstante, volvió a su anterior postura, queriéndole dar su merecido.

–Y-yo quería...bueno, si tú quieres que... – eso sonaba algo estúpido – Venía a...lo lamento, ¿si?, pero tuve mis razones,por dejarme llevar por lo que yo pensaba, por tratarte así y sé que no estuve bien, lo acepto.

¿Siquiera le estaba escuchando?, no importaba eso, sino que debería de seguir.

–Si, es lo que crees, tuve que embriagarme para pensar correctamente y de seguro lo piensas echándole la culpa a mis preciados cigarros.

El castaño reprimió una risa.

–Lo lamento, en verdad. Agh, está siendo fácil y difícil para mí, venir y estar hablando con una espalda, sintiéndome tan patético, ¿sabes por qué?, estoy perdiendo mi maldito orgullo, si hubieras sido otro chico, nada le podría decir, a ti si porque eres...eres el castañito

El nombrado tenía ya una sonrisa formada en su rostro, era un noventa por ciento que no esperaba unas disculpas, tan sinceras y tampoco podría estar enojado con Jungkook

Ha sufrido, quizá mucho, como él y le entendía el porqué debería de resguardar todo lo bonito en algo tan horrible y eso le daba intriga.

–Ya he hablado mucho, ahora, ¿entonces qué?, ¿estoy perdonado? – se quedó callado un largo tiempo – Por último decirte que traigo tu tonta crema de vainilla para la cara.

–¿Vainilla dijiste?

Así si dejaba su actuación de lado.

Se giró, todavía sentado en el heno para poder tenerlo cara a cara y aunque quisiera escuchar esas disculpas de nuevo, sabía que tendría que conformarse con recordar lo que más quedó grabado en su cabecita.

–Y-yo...

–Ahora tartamudeas, increíble.

–¿Tomarás el estúpido bote si o no?

Claro, esa parte horrible no sé iría por un largo, largo tiempo. Valía más el que quisiera un inicio, a su manera, claro está.

 Valía más el que quisiera un inicio, a su manera, claro está

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¿Me dejarías amarte? | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora