¿TODO CAMBIO?✅

Capitulo XI

El tiempo restante de mi fin de semana transcurre como era de esperarse, pero al llegar el lunes tomo fuerza de dónde no hay, me presento en el centro como si nada de eso hubiese ocurrido jamás.
Me muestro ante los chicos tal como todos los días, el lunes aparentó ser externamente "normal", al igual martes con la excepción que recibí la visita de Hoffman, tal como Parks me lo indicó, firme los documentos, no sin antes percatarme de que Parks había comprado el 10% de Ben para "pagármelo" como intereses por el dinero que fue mío; y después de expresar su milésima disculpa mi abogado por "caridad" se retira. El miércoles volvió para entregarme una copia de los documentos y expresarme que técnicamente la casa y el centro ya eran totalmente míos. Hoffman me aseguro que el viernes recibiría la llaves de mi nueva casa, me atreví a preguntar por el día de la boda y me indico que sería el Sábado, así que toda mi ficticia tranquilidad funcionó hasta hoy viernes.

Me encontraba en mi oficina y mi mente no pensaba en nada más que en aquella boda, en cuanto amaba a aquella mujer que diría "si, acepto" en un altar a un hombre que estaba casi seguro que no la hacía feliz.

Un par de golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos.

— ¡Adelante! — indico y Fin aparece tras la puerta, toma asiento frente a mí escritorio — ¿Qué sucede? — cuestiono de inmediato al observar su expresión —

— No sé por dónde empezar — admite —

— El principio generalmente es un buen inicio —

— Todo empieza cuando acepté que los chicos diseñaran el vestido de bodas de Natalie — dice y por inercia desvío mi mirada — Luego terminaron el trabajo y demás, lo que ahora sucede es que los chicos de diseño le preguntaron a Parks si podrían ir a su boda y ella acepto —

— ¿Y quién los acompañará? ¿Quién lo autorizó? —

— Nadie — suspira — es por eso que vengo a habla contigo, tenemos dos opciones, o decirles a los chicos que no, o ayudarles a encontrar una solución, en caso de que consideres la segunda opción yo no estoy ni disponible, ni dispuesto a ir, así que intentando buscar una salida consideré que quizá un profesor... —

— Los únicos profesores que trabajan fin de semana acompañaran a los chicos a la feria — le recuerdo —

— Entonces no sé, las últimas semana estuviste cerca de Parks, imagino que piensas ir ¿podrías tu...? —

— Yo no iré — suelto de inmediato con firmeza —

— ¿Entonces les dirás qué no pueden ir?—

— ¿Otra idea? —

— Evans recuerda que el objetivo del centro no es que los chicos se sientan como prisioneros... —

—Lo sé — hablo molesto — lo tengo claro, pero no iré a esa boda y está fuera de discusión — él suspira —

—¿Qué paso entre ustedes? Creí que se estaban llevando bien de vuelta —

— No sucedió nada — un par de golpes resuenan nuevamente en la puerta — ¡Adelante! — Ian y Sebas aparecen tras la puerta, el primero toma asiento al lado de Fin —

— ¿Sucede algo? — cuestiona Sebas al mirar nuestras expresiones —

— Los chicos quieren asistir a la boda de Parks — habla Fin —

— ¿Y el problema es? — interviene Ian —

— Que no puedes ir solos y nosotros dos no pensamos asistir —

— Tampoco es como que fuese invitado — suelto sin pensar y un silencio incómodo invade el espacio por varios minutos —

— Podrían ir conmigo — habla Sebas rompiendo con el silencio — evidentemente debo está ahí, pienso asistir a la ceremonia religiosa, podría ir a la recepción una hora y luego traerles de vuelta — se encoge de hombros —