si me quieres... comprame!

Por Que Hizo Eso?

Mi madre antes de morir era una mujer con negocios privados, ni siquiera mi padre sabía en qué estaba metida, ella dijo que nunca nos metería en problemas... Pero al parecer mintió, mi padre está pasando por una grave enfermedad y apenas tengo dinero para mantenernos y pagarle a la enfermera, nuestra vida no podría ser más difícil...

Baltra: lo siento hija —tosió con fuerza—

Elizabeth : tranquilo papá, por favor no te esfuerces —su rostro preocupado miro a su enfermo padre—

Baltra: no pude evitar que el venga por ti, tu madre hizo un trato muy grave... —cayo en sus pensamientos—

Elizabeth : pero papá dime por favor de que se trata, solo me has dicho que hizo un trato con nosotras.

Baltra : por eso lo siento hija, al parecer tu madre no involucró ni a Verónica ni a Margaret.

Elizabeth : entonces... -dijo asustada- ¿me involucró a mi? —sus ojitos azules apenas y pudieron contener las gotas que salian de ellos—

Baltra : si hija, al parecer tu madre prometio una de sus hijas a cambio de la curación de una enfermedad que desconocíamos, pero al parecer fallo y aún así murió —frucio el seño totalmente molesto y decepcionado—

Elizabeth : pero papá, eso ya no importa, veré que puedo hacer, mi madre murió arrepintiendose de lo que hizo, pero no puedo permitir que tu también mueras, haré lo que sea para salvarte, lo juro —su mirada seria y fría mostraba la determinación que podía mostrar para salvar a los que amaba—

En la oscura habitación entro una enfermera con el rostro un poco asustada

Enfermera: señor, ha llegado un joven buscándolo... —su timida voz resono en las cuatro paredes—

Elizabeth : dile que pase por favor —su flequillo apenas oculto suavemente su rostro—

La enfermera se retiro e hizo pasar al joven a la sala para la espera.

Baltra : no tienes que hacer esto hija

Elizabeth : nos obligará de todas formas padre, así que veré que tengamos ventajas de esto

Elizabeth salió del cuarto de su padre y se dirijo a la sala con los nervios en las manos y el corazón deshecho. Apenas entro a la sala noto al joven sentado en el sofa, si duda su presencia era imponente.

Elizabeth : buenas tardes señor...

Meliodas : soy el señor Demon.

Elizabeth : bien señor Demon, mi madre nos dijo sobre el "trato" que hizo con ustedes, pero ella ya no está aquí así que... —fue interrumpida abruptamente por el rubio que la miraba con recelo—

Meliodas : así que tu tendrás que venir conmigo, el trato que hizo tu madre fue que tendrías que venir conmigo a cambio de que ella fuera curada de su enfermedad, pero por lo que veo no le funcionó —sus palabras frías hacían estremecer a la pobre fémina—

Elizabeth : así es, mi madre no pudo salvarse, pero como yo no estaba enterada quisiera hacer una petición respecto al trato —apreto los pinos en busca de valentía—

Meliodas : habla, si quieres dinero... —no pudo terminar ya que elizabeth lo interrumpió—

Elizabeth : no es eso lo que quiero señor Demon...

Meliodas: Entonces que buscas mujer?

Elizabeth: Antes me gustaría saber el nombre del hombre con el que mi madre comprometió a mi familia —su mirada seguía siendo determinante ante los ojos de los presentes—

Meliodas : Meliodas, ese es mi nombre —sin pensar o titubear se presentó nuevamente como el caballero que era—

Elizabeth : bien señor Meliodas, lo que quiero es que la enfermedad de mi padre sea tratada inmediatamente.

Meliodas al escuchar la petición de la peliplata se sorprendió, sin duda esperaba algo que le beneficiará como a cualquier otra mujer, un ejemplo claro era su madre, pero aun así siguió escuchándola.

Meliodas : Está bien, antes de igual manera me es necesario saber su nombre.

Elizabeth : Elizabeth —comento sin expresión en el rostro—

Meliodas : bien señorita Elizabeth, la enfermedad de su padre se tratara lo más pronto posible y con los mejores expertos pero a cambio...—se levantó del sofa donde estaba sentado, camino hasta la peliplata y la tomó del mentón con suavidad— usted tendrá que venir conmigo.

Elizabeth : esta bien, mañana mismo iré —no termino la oración en sus labios ya que el rubio  la interrumpió—

Meliodas : no princesa, tendrás que venir conmigo ahora si es que quieres que se cumpla tu parte del trato —ordeno sin mas—

Elizabeth apenas contuvo las ganas de llorar, no podía negarse o sus intereses se verían afectados, amaba a su padre y por el estaba dispuesta a todo, era su familia.

Elizabeth: de acuerdo, pero tengo que ir a despedirme de mi padre y también —sin terminar nuevamente la oración el rubio se pudo de inmediato de pie para marcharse—

Meliodas : no hay tiempo para eso, tenemos que irnos de esta ciudad ahora.

Elizabeth : pero señor, por favor —intento protestar pero fue en vano al oír las órdenes de él a sus hombres—

Meliodas : llevenla al auto, yo me encargaré de que vengan por tu padre de una vez.

Tan pronto como fue dada la orden los hombres a su espalda la acataron indicando a la peliplata a obedecer al rubio.

Inició llamada telefónica

Meliodas : zeldris , te enviaré la ubicación del padre de la chica, encargate de que lo traten en el mejor hospital.

Zeldris : si hermano, yo me encargo, tu vuelo ya está listo, sale en 1 hora.

Meliodas : bien, ahora que la tengo podré irme de esta ciudad.

Espero que esta historia pueda tener más historia jaja ( no me juzguen, soy nueva en esto)