ʙᴀʟʟᴇʀɪɴᴀ [ᴍᴏɴᴏᴍᴀ ɴᴇɪᴛᴏ]

ᴄᴀʀᴛᴀ 𝟺

Lo digo en serio, cada día me gustas más.

La elegancia con la que bailas y como disfrutas lo que haces me deja realmente conmovido.

Pude ver tu sonrisa cuando leíste mi carta, articulaste palabras las cuales no pude comprender pero con solo verte sonreír me di por satisfecho.

Ayer antes de salir de la escuela me crucé con tus amigas y al escuchar que hablaban de ti no pude evitar esconderme para espiar. Hablaron que empezaste a ver un anime y decían que era tu favorito. Anote el nombre y camino a casa vi unos capítulos, no puedo negar que me pareció interesante.

Así que compre esto, son las máscaras de Sabito y Tanjiro , quise buscar la de Inosuke pero estaba agotada. Tal vez podamos ver anime juntos, claro cuando me llene de valor para declararme.

Espero que sea pronto, no puedo aguantar estar tan lejos de ti.

“Podría morir y esperate una vida, no tengas miedo a sentir. Te amaría por mil años más.”

Atte: Anónimo.

Casi te da un ataque al corazón cuando leíste la carta ya que aquella última frase era parte de la canción que bailaste ayer y luego miraste el regalo sorprendida y muy sonrojada.

Pegaste la carta a tu pecho tratando de calmar tu corazón, tenías la necesidad de conocer a aquel chico de las cartas.

Afortunadamente las clases aún no empezaban, de hecho fuiste la primera en llegar al salón por lo que fuiste al baño a calmarte un momento.

De camino allí viste al rubio de la clase B al fondo del pasillo, soltaste un suspiro pesado y caminaste lo más alejada posible de él para no escucharlo insultarte.

Sus ojos se chocaron con los tuyos, desviaste la mirada rápidamente mirando al suelo esperando escuchar su voz burlona hacia ti pero nada. A cambio escuchaste:

—Hola. —

Levantaste la mirada volviendo a conectar sus ojos. Su mirada era tranquila, sin ningún signo de burla o molestia dirigida hacia ti cosa que te sorprendió.

—H-Hola... —saludaste aún nerviosa para no ser descortés pues las palabras de la carta seguían en tu cabeza.

Ahora que lo veías de cerca aquel chico te parecía lindo, claro, cuando no andaba molestando a la clase A con su risa psicópata.

Una sonrisa algo burlona se formó en sus labios.

—Vaya, la clase A tiene gente tan pequeña. —se burló de tu estatura.

Rodaste los ojos mentalmente, duró tan poco.

Desviaste la mirada ante aquel comentario  creyendo equivocadamente que aquel chico empezaba a cambiar.

Pero el tacto de unos dedos con tu frente apartando un mechón de cabello que ocultaba tu cara te hizo poner más nerviosa aún, levantaste la mirada y Monoma acomodó el mechón detrás de oreja. Lo miraste de manera tímida.

No dijo nada y simplemente se metió de forma rápida a su clase cerrando la puerta.

Su corazón iba a mil por hora con lo que acababa de hacer pero no se arrepentía de nada.

Solo voy a decir que hoy Monoma se veía HERMOSO con el cachito en la cabeza de Eri 🛐💖