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Capítulo 4: sometimes.

Sometimes - Papa Roach.

"I'm dreamin' about tomorrow, I'm thinkin' of yesterday, I consume myself in sorrow."

Capítulo 4.

El novio de mamá parece un gran hombre. Tiene una de esas risas agudas y contagiosas que te hacen ver la vida de otra manera, cosa que lo hace ver más joven, pero es un par de años mayor que mi madre. Al parecer, tiene un hijo de mi edad, cosa que no me gusta nada, pero que, por suerte o por desgracia, tendré el gusto de conocer la semana que viene.

Mi madre está muy feliz con James -ese es su nombre- y me encanta verla de esa manera, pero yo no me siento tan bien como debería. Soy una egoísta. Ahora mismo me encuentro en clase de literatura, normalmente prestaría atención porque me encanta, pero no puedo. He tenido una pesadilla esta noche, hacía tiempo que no las tenía. Me preocupa recaer de nuevo. Pequeños flashbacks pasan por mi cabeza: las pastillas, el psiquiatra, mi tiempo ingresada, mi padre, Isabella... Y Josh.

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-¡No! ¡Dejadme en paz! Quiero irme de aquí.

-Vas a estar bien, Sam... Te quiero.

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-La vida está hecha de metáforas, hija. Tienes que ser el poeta que les de sentido.

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-¿Cómo te sientes hoy?

-No siento nada.

-¿La fluoxetina ha ayudado en algo?

-No lo sé...

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-Vamos, Sam. Salgamos un rato, no se van a enterar. Necesitas tomar el aire.

-Está bien...

-Mira ahí. -Isa señala el atardecer que se ve perfectamente desde la azotea del edificio. -¿No te parece mágico?

-Supongo que sí.

-Yo formaré parte de eso algún día.

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-¿Crees que volverá?

-No.

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-¡Sam! ¿Estás bien?

-Zac... Sí, estoy bien, lo siento.

-¿Vienes a comer algo?

-Claro. -Miro a mi alrededor. -¿Y H?

-Se supone que en el baño, estará haciéndose una paja.

-¡Te he oido! -Harry aparece por detrás. -Estaba cagando.

-Qué asco, Harry.

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Al acabar las clases, mi humor ha cambiado un poco, pero en filosofía hemos estado hablando sobre el futuro. Y no puedo evitar sentir miedo del mio. De todos modos, me pongo los cascos y la música a todo volumen para no oír nada, ni siquiera a mi, todo es más fácil de esa manera. Tarareo a Linkin Park suavemente cuando siento como el gorro marrón sobre mi cabeza es estirado hacia atrás.

Sorpresa.

-¿Qué mierda haces? -Le grito mientras intento recuperar mi gorrito, pero él es demasiado alto y lo sostiene por encima de su cabeza, por lo que obviamente no llego.

-Bonito vocabulario, rarita.

-No estoy para tus tonterías, dame el gorro o te dejo sin descendencia.

-Wow, qué humor... Eres toda una fier-¡ah! -Y sin dejarlo terminar de hablar, mi rodilla ha ido a parar justo donde tenía que ir, haciendo que se incline hacia delante, soltando el beanie.

-Te avisé. -Y creo ver una sonrisa en sus labios antes de darme la vuelta con el gorro en la mano y la rodilla adolorida. ¿Tiene las bolas de acero o qué?

-¡Hasta mañana, rarita!

Le saco el dedo de en medio antes de desaparecer al doblar la esquina.

Estúpido.

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Capítulo aburrido pero necesario, lo siento. D:

yours sincerely, jude.