Exclusivamente mía | Libro 1

Prólogo

Paz y caos.
Levantar y caer.
Seducir y no amar.

Eso que dicen, que ningún día es igual que el otro, era cierto, y no sabía que mi vida era bastante buena hasta que la reemplace, por un tiempo, con esta.

Era diferente, yo era otra persona, al parecer ahora tenía dueño y no podía ser domada, tenía enemigos y no desaté ninguna guerra, me quemé y ni siquiera quería encender el fuego.

Ahora era una contradicción y eso de cierta manera me gustaba, todo depende desde la perspectiva que lo veas, si te caes es tu oportunidad para aprender a no repetir lo que te provoco la caída y avanzar.

Mi madre me puso el nombre Eva porque decía que era la primera hija, la primera nieta y la primera sobrina, según ella, era necesario que me nombrara como la primera mujer en la Tierra según la religión que seguía.

Derek era Derek y no sabría cómo describirlo pero algo se me ocurriría, tenía muchas más preocupaciones en mi cabeza como para pensar en ese hombre.

Admito que extraño mi antigua vida, bueno, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde ¿no? A penas a pasado tan pocos meses y ya quiero que culmine el año para irme de este infierno y volver al paraíso, donde pertenezco.

Por ahora, eso no sería así, debo concentrarme en no ser tan predecible con mis golpes, ya que, resulta que ahora peleo para que no corten mi cabeza o la de Derek, quien a comenzado a utilizar un apodo peculiar que aún lo estoy asimilando.

Sonrio como una tonta al ver el perfecto desequilibrio que se ha convertido esto llamado MI VIDA, río para no llorar, una sonrisa para que les arda a todos lo que quieran verme destruida en el suelo.

No sé cómo saldré de aquí pero lo haré, quizás me apiade de Derek y lo traiga conmigo, somos un equipo, trabajamos bien pateando traseros, pero nada más.

Nunca es tarde para volver a empezar, para dar por perdido todo y dispuesto a renacer de entre la cenizas como el ave Fénix. Eso debería entender Derek, pero es un testarudo Neardental que a veces desespera.

Pero tiene algo de bondad debajo de su armadura de guerrero, al menos eso quiero pensar, después de todo, el infierno no puede ser tan malo si vas acompañada del demonio correcto ¿cierto?