Parte3

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¿DEVERDAD YA NO ME QUEDA NADA?


 Al parecer Daniel había distribuido el video de mi confesión a toda la escuela, y después de eso la universidad se había vuelto un infierno, varios chico de la escuela empezaron a pegar carteles con mi foto y frases como *Puta* *pervertido* *Muérete maldito Gay* entre otras frases hirientes, me empezaron a golpear hasta el punto de dejarme el cuerpo con varios moretones y cicatrices, regresaba a casa y no le podía contarle a nadie, solo me encerraba a llorar en mi habitación todo el día, ya ni siquiera me alimentaba como era debido, las cosas en la universidad se habían vuelto peor, tanto que la directora no podía seguir ignorando la situación, por lo tanto mando a citar a mis padres para contarles acerca de lo que pasaba conmigo, estaba asustado de lo que pasaría al regresar casa pero pensé que me apoyarían son mis padres después de todo... sin embargo nuevamente me decepcione al ver no fue así.

-*Golpe* ¡Eres un hijo de put#! ¡Como se te ocurre declararte a un chico! ¡Eres una vergüenza no mereces ser parte de mi familia fenómeno de mierda!

-*llora* papá por favor entiende, yo no..*golpe*

-¡Cállate enfermo!

Antes de decir alguna otra palabra mi papá ya me estaba callando con un golpe tras otro, mis lágrimas no paraban de salir y la sangre brotaba de mis mejillas

-agh agh Mama ayúdame

-¿ayudarte? Tu ya ni siquiera mereces ser llamado mi hijo, yo tuve un hombre no un marica, no me vuelvas a llamas madre.

Las palabras de mis padres me dolieron más que cualquier golpe que hubiera recibido antes, mi vida se había vuelto un desastre iba a la escuela y me golpean sin importar el lugar, se burlaban y me señalaban, en ocasiones incluso me tocaban con absurdos pretextos de *¿es lo que te gusta no? * y los maestros no hacían caso a pesar de saber lo que pasaba, regresaba a casa con golpes solo para recibir más, mi madre no me dirigía la palabra y ni siquiera me dejaban dormir dentro de la casa, tenía que dormir en el patio, y mientras yo sufría un infierno maldiciendo el día en el que nací, Daniel el culpable de todo seguía su vida como si no tuviera pasado nada...

Estaba harto, ya no había nada bueno en mi vida, todo era un asco, quería dejar de sentir este dolor, quería descansar de todos, al día siguiente al salir de la escuela me despedí de todo el dolor y el sufrimiento camine por un rato hasta que oscureció y decidí acabar con mi vida...

Me encontraba parado enfrente de un puente, reflexionando sobre que había echo mal, solo me enamoré de él, ¿eso era incorrecto? Tal vez si soy una basura después de todo, no hay nada para mí ya en este mundo...

-Adios...

Me despedí, cerré los ojos que estaban llenos de lágrimas y me arroje al vacío...

La luna es hermosa esta nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora