ETERNAL (CHARLIE WEASLEY) +18

CAPITULO VII

Había pasado alrededor de un mes en el cual Amelia y Charlie no se habían hablado, y para la chica eso era lo mejor por que de esa forma le permitía pensar y no confundirse con las actitudes que tenia el pelirrojo, en cambio Charlie pensaba que alejarse de ella era lo mejor no quería verla a los ojos y ver que lo había arruinado.

Charlie se encontraba en el ministerio en la área de criaturas mágicas para registrar el lugar, había ido con dos de sus compañeros uno de ellos era un chico alto de cabello castaño y ojos cafés obscuros bastante atractivo y se otro compañero era una chica de cabello rojo con ojos color miel demasiados bonitos, los tres chicos iban caminando hacia la sección se aurores para la firma de seguridad, pero Charlie lo único que pensaba era en ver a Amelia y no saber como iba a reaccionar.

Se encontraban caminando en un pasillo largo el cual llevaba directo a las oficinas y sus nervios eran cada vez mas, cuando estuviera afuera del departamento de aurores lo primero que hizo fue buscar a la chica pero no la encontró por ninguna parte, paso alrededor de cinco minutos los cuales estuvieron ahí pasados viendo como todos trabajaban hasta que una carcajada bastante conocida por parte del chico se hizo presente, busco con la mirada de nuevo hasta que la vio en la entrada de la ofinina de Tonks con el mismo chico con el cual había bailado en la ceremonia de Hogwarts, en ese momento se sentía el hombre mas idiota por todo lo que había pasado y ver como ella sonreía con alguien mas.

Amelia se encontraba hablando con su mejor amigo el cual había llegado esa mañana diciéndole que le habían dado un cambio de hubicacion y por casualidad fue Londres, ambos estaban bromenado, hasta el chico con el cual ella iba acompañado se percato de cierto pelirojo en la entrada del departamento viedolo fijamente con demasiado enojo.

-Tú pelirrojo esta viéndonos y esta mas rojo que su cabello-rio por lo bajo por la cara que había puesto su amiga.

-El no tiene por que estar aquí-susurro Amelia.

-Pero lo esta y vamos aprovechar la oportunidad-dijo mas cerca de la chica.

-Ni se te ocurra hacer una tonteria Link-dijo con reproche.

-Un poco de diversión para ver que hace tu chico-dicho eso la tomo de la cintura y la acercó mucho mas a el, acercó su rostro al de la chica dejando lo minimo de espacio sin despegar la vista del pelirrojo el cual ya se estaba acercando a ellos con las manos hechos puños.

-Se esta acercando y creo que me gane un pasa a San Mungo-susurro para que solo ellos dos escuchara, la chica le iba a decir algo pero un carraspeo hizo que ambos dirigieran su vista al chico del que provenia dicho sonido.

-Amelia-saludo a la chica de una forma fría y seca.

-Weasley, que se te ofrece-pregunto de la misma forma o eso trato de hacer.

-Se encontrara Harry, venimos a verlo para un asunto importante-señalo a los dos chicos los cuales iban con el- y no tenemos mucho tiempo-dijo tratando de controlarse ya que el chico con el que estaba Amelia la seguía estaba tomando de la cintura.

-Si en su oficina, la cual se encuentra frente a la área administrativa-dijo amablemente.

-Podrías guiarnos-pidió.

-Claro-le contesto al pelirrojo- ya vuelvo para hablar contigo-esta vez se dirigió a su amigo el cual estaba reprimiendo una risa por lo que estaba ocurriendo.

-Claro Eli-remarco la ultima palabra ya que sabia que el pelirrojo le decía de esa forma y se enojaría mas si lo escuchaba viniendo de el.

-Vamos-avanso unos pasos hacia adelante esperando que el chico y sus compañeros lo siguieran y asi fue, ella iba al frente pero sentía una mirada como se clavaba en ella con tanta intensidad lo cual le hacia que no pudiera concentrarse.

-Es aquí-se paro frende a una puerta marron.

-Gracias-dijeron los dos chicos que iban con Charlie ya que vieron que este no había contestado y solo se había quedado viendo a la chica con enojo.

Los tres vieron como la chica se iba alejando en un silencio absoluto, hasta que la chica hablo.

-Que carajos te pasa, es ella verdad, ella es Amelia-pregunto con picardía en su mirada.

-Si-fue lo único que contesto.

-Es linda-dijo el otro chico para provocar mas al pelirrojo.

-No hablen y vamos a terminar esto rápido.-no los dejos decir una palabra mas ya que el chico toco la puerta la cual fue abierta al instante dejando ver a un Harry cansado.

-Pasen, los estaba esperando antes de irme-los hizo pasar-Bien pásenme los papeles para leerlos y sellarlos-extendió la mano para recibir una carpeta negra.

-Iras a la casa a comer-hablo Charlie-

-Si, pasare a ver a Percy y a tu padre para irnos juntos-sin despegar la vista de los papeles vovlio hablar-te vas con nosotros-

-No, aun tenemos que ir al santuario-

-Bien todo se encuentra en orden, solo lo sello, los firman y esta hecho chicos-los cuatro hicieron lo antes mencionado-Felicidades chicos, Charlie-dijo con una sonrisa de orgullo- bien eso es todo el día de mañana mandaremos al grupo de seguridad y un par de aurores los cuales estarán al mando.-dijo despidiéndose.

Los tres chicos salieron de la oficina del castaño y se dirigieron hacia la salida, pero para el pelirrojo era algo imposible no buscar a su Eli, pero de tan solo recordar que asi la había llamado el chico que la estaba tomando de la cintura su enojo volvió y sus amigos se dieron cuenta.

-Charlie, te lo voy a decir por que la chica se ve amable y tu eres nuestro mejor amigo-hablo la chica-tu lo arruinaste y no reproches o te enojes, por que aquí sabemos que a ella también le dolió todo lo que le dijiste asi que deja de hacerte la victima y vámonos.

Charlie no hablo mas ya que sabia que su amiga tenia razón, pero el era tan tonto y testarudo que le contaba aceptarlo y lo mejor era hacer lo que a estado haciendo todo este mes y olvidar esos estúpidos pensamientos que tenia con la que alguna ve fue su mejor amiga.

Amelia vio como los tres se iban del departamento de aurores, pero por alguna razón sintió unos celos enormes al ver como la chica lo tomaba del brazo y lo jalaba, quien se creía ella para hacer eso se pregunto, pero enseguida se dio una cachetada mental al pensar eso, lo mejor era concentrarse en su trabajo el cual era demasiado.