CAPITULO XVI

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Amelia se encontraba mas que nerviosa, la razón, su cumpleaños, el cual seria el veintiocho de octubre en tan solo dos días, y eso no era todo, lo festejaría con sus padres los cuales habían invitado a la mitad de las familias magicas de Londres, días antes se habia enterado que su madre habia enviado la invitación para la fiesta a muchas de las familias conocidas del mundo mágico, pero no solo eso si no que también le habia enviado dicha invitación a los MacDougal familia de Marck.

-Amelia, no tardes mucho, tenemos que ir a casa de los Weasley.- las palabras de su madre la congelaron por un momento, de imaginar que tenian que ir con los Weasley para dejarles la invitación para celebrar su cumpleaños hacia que un hueco en el estomago de la chica se hiciera presente.

Lo que su madre le habia dicho es que lo mejor, era dejar la invitación en persona a la familia de su novio.

Su cabeza no dejaba de dar vueltas, no sabia que iba a decir cuando toda su mentira saliera al descubierto, o lo que iba a decir Charlie al involucrarlo en esto.

-Ya voy mamá-dijo soltando un suspiro.

Amelia se vio por ultima vez en el espejo y salio de su habitación, para diriguirse a donde estaba su madre.

-Estoy lista.-

-Te tardaste demasiado, lo mejor es apurarnos para no llegar en una hora inoportuna con los Weasley.- Hablo su madre tomándola del brazo para hacer una aparición.

La respiración de Amelia en ese momento era agitada, provocando que su pecho subiera y bajara de manera rápido, y no solo era por la aparición si no por el hecho de estar en la puerta den la familia de pelirrojos.

Amelia estaba tan concentrada en regular su respiración que no se dio cuenta cuando su madre habia tocado la puerta de dicha casa.

-Amelia hija, Luiciana.- Saludo la señora Weasley con una gran sonrisa.-Pasen, que las trae por aquí.-La mujer les sedio el paso, colocándose a un cosatado de la puerta.

Amelia estaba por hablar, cuando el llanto de un bebe se hizo presente.

-La casa hoy es un caos, todos los chicos vinieron y estamos un poco apretados.-dijo apenada.

-No te preocupes Molly, que mas quisiera que mi casa se escuhcara todo este ruido, pero solo estamos mi esposo y yo.-Dijo la madre de Amelia tomando con delicadeza la mano de la otra mujer que solo le regalo una sonrisa calida.

-Vamos todos al patio trasero, todos están ahí comiendo.-les ofrecio la meujer.

-No es necesario señora Weasley, solo...-Pero Amelia no pudo terminar de hablar ya que la mujer pelirroja la tomo del brazo obligándola a salir de la casa para salir a donde se encontraban los demás.

Amelia entre mas se acercaba sus nervios mas aumentaban, sus manos sudorosas y frías.

-Familia, tenemos visitas.-Grito la Señora Weasley provocando que todo quedara en un silencio profundo.

-Que tal Artur, chicos que tal.-Saludo Luiciana de una forma natural y confianzuda.

-Lía.-Saludo Rebeca la cual se encontraba sentada junto a un Percy sonriente.

-Hola chicos, Que tal Señor Artur.-extendió la mano en forma de saludo, pero el hombre la abrazo de forma cálida y paternal.

-Tomen asiento, ya les traigo de comer.-Les indico Molly.

-Vamos, yo la ayudo señora Weasley-Amelia enseguida se paro de su asiento para seguir a la mujer frente a ella.

Ambas mujeres se encontraban sirviendo la comida, pero fueron interrumpidas por una voz gruesa, que hizo temblar a Amelia.

ETERNAL (CHARLIE WEASLEY) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora