Hasta el fin.

capitulo 1.

Todo comienza desde el primer día que la vi.

-David, ¿ya le echaste un ojo a la mamasota que acaba de entrar a trabajar?, no sé tú pero yo, sí me aviento.-

-no seas imbécil Juan, no la he visto pero nunca hablaría así de una mujer-

Sin pensarlo, estaba omitiendo la parte más importante del comienzo de una historia, de una maravillosa historia.

-David, hazme el paro.-

-no seas estúpido juan, ponte a trabajar y deja las sonceras.-

-andale hombre, solamente pídele su número de teléfono y te regresas.-

-¿me dejarás de molestar?.-

-si, hombre, corre ¡anda ve!-

Me dirigí hacia el nuevo escritorio. Me encontré con la mayor sorpresa de mi vida. Estaba allí, ella tan linda, con su sonrisa hermosa. Ella no era de piel blanca, tampoco era muy delgada, tenía el color más hermoso en su piel, era color canela, sus ojos no eran nada fuera de lo normal, era un extraordinario color negro. Su cabello no era como el de todas las chicas, tenia una mezcla de intento de peinado y otra de "algún gato aterrizó aquí" sus labios eran color rosa, no era de estatura baja, ni de estatura alta, era estatura media. Sus pestañas eran algo feas, he de comentar. Me encantaron. Vestía con un saco rojo, y una falda de cono.

-ho.. Hola-

-hola, ¿qué tal?-

- disculpa, ¿cuál es tu nombre?-

-Grecia-

-oh, que bien. Mira, ¿ves a ese hombre de allá? -

-Ajá.-

-piensa que eres muy hermosa, y bueno, quiere tu número de teléfono. ¿se lo darías? -

-no, gracias. Siempre tengo malas experiencias con este tipo de cosas.-

Pasaron los días, Grecia me parecía cada vez más hermosa. No hacía falta que maquillará su piel, o que usara tacones.

-David, el jefe quiere verte-

-Gracias Grecia.-

-David, hay galletas nuevas en cafetería-

Ella buscaba cualquier pretexto para hablarme y eso yo lo notaba. Hasta que un día me atreví a invitarla a salir...

-hola, señorita Grecia, necesito que usted me acompañe a una junta importantísima para comer palomitas y divertirnos un poco-

-acepto solo si me dobla el pago -

Ese día reímos sin parar.