Capítulo 10

137 15 2
                                    

Maldita sea la hora en la que te detectaron esa estúpida enfermedad, maldito sea el momento en el que te deje ir, mi cielo, mi vida, mi alma, te escribo, para decirte que te extraño, que necesito de ti, de tu sonrisa, tu mirada, de tus besos de tu inteligencia. mujer, mis más honestas palabras te las he dicho a ti, a la mujer de mi vida, a mi princesa especial, a donde sea que vayas, iré contigo, sin importar la vida, el tiempo ni el momento, estás aun aquí.

Ahora está vomitando sangre, ¡demonios! No para, su complexión física ha cambiado tanto, sus manos son tan delgadas, su cara, maldita sea, no puedo. No puedo amigo no puedo seguir viéndola así, no puedo dios mio ¿porqué me haces esto? ¿tanto te he fallado? ¡quitame la vida a y dasela a ella!. Han pasado tres meses desde que Grecia me dijo que estaba enferma. El dolor, se ha hecho eterno. ¿te ha pasado que ya no quieres seguir? Ahora, es el momento, ya no quiero verla sufrir, ni verla mal, ni verla llorar.

La vi acostada y pensé lo peor, no despierta...

—¡Grecia! Nena, despierta, no me dejes solo.—

Hasta el fin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora