Capítulo 4

167 17 0
                                    

—apenas nos conocemos David.—

—faltan tres meses para cumplir el año de conocernos Grecia. Entiende mujer tú me fascinas, te doy todo lo que tengo, hasta el pedazo de mi pizza, quiero hacerte feliz—

—Acepto.—

Esa extraña sensación que sentimos cuando estamos al frente de la persona con la cual queremos vivir eternamente, era como comerte ositos de goma rojos, no verdes, no azules, ROJOS. Era como subir mil veces al cielo, probablemente querido lector o lectora, te esté aburriendo esta ridícula historia. Pero necesito contarte cada detalle de ella.

—me gustas tanto—

—¿puedo preguntarte algo?—

—sí, anda preguntame—

—¿tú me quieres para un uno o dos años y después dejarme? Tengo miedo David.—

—No Grecia, yo te quiero mientras dure mi amor por ti. No te mentiré los dos sabemos que esto no será para siempre, todo termina, pero lo que sí te puedo asegurar es que cada día que nuestra relación cumpla, te amaré lo más fuerte que sea y no necesito casarme contigo para hacerte la promesa de que te cuidaré todos los días. —

—¿por qué eres tan especial? He conocido a muchas personas, y algunas han permanecido en mi vida, sabes nunca habro tanto mi esencia  a las personas. Confiaré en ti, y espero no me defraudes—

—esta relación será sana.—

—no te engordaré o algo así por el estilo. —

—no seas tonto—

El primer beso (fisico): sus labios color rosa se conocieron con los míos. Y se llevaron bien. Honestamente sólo a los 5 y 14 años había besado a una chica. He de admitir, ninguno se comparó con los besos de Grecia  me daban enormes pedazos de felicidad, pedacitos de fresa entrando a mis labios. ¡lectora(or)! por si te has preguntado como soy yo físicamente, ¡soy güero, de ojos azules, con mis pectorales bien marcados! Obviamente no soy nada de lo anterior. Mis ojos son color negro, mi cuerpo es normal, mi cara es larga, mi cabello es café oscuro. Tengo un millón de lunares en toda la cara. ¡ya te puedes enamorar de ! Advertí que está no sería una historia normal. Hay altas y bajas y ¡ahora terminaras de leerme! En resumen la mujer de la que hablo, fue mi mundo y estoy ahora aquí porque quiero compartir contigo esta historia con interrogativos, puntos suspensivos, y puntos finales.

Hasta el fin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora