Kaede y Beatrix ascendían para poder llegar así a la habitación del rey de los ogros en donde se supone que esta Marie, iban con cuidado de no toparse con ningún ogro a medida que caminaba por las plataformas de madera que iban en espiral hacia arriba, mientras avanzaban ocultándose en las columnas de madera, Beatrix dice—. Tenemos que darnos prisa, en cualquier momento se darán cuenta de que no estamos.
—Pero no podemos avanzar más rápido.
—Y también tenemos otro problema, a partir de aquí no hay mas lugar en donde esconderse.
—Entonces habrá que correr hasta arriba.
En ese momento aparece el ogro junto al otro que fueron a buscarlas y dice—. ¡Las prisioneras han escapada! ¡Todos búsquenlas si no quieren que el rey nos arranque la cabeza! —los ogros que se encontraban cerca comenzaron a correr por todos lados para encontrarlas.
—¡Maldición! —dijo Beatrix.
—Oye están viniendo para acá y están revisando por todos lados.
—Al diablo, ¡Corre!
Beatrix y Kaede comenzaron a correr hacia arriba y por obvias razones fueron vistas por los ogros—. ¡Ahí están! —estos comenzaron a perseguirlas, era un largo tramo hasta arriba y Beatrix comenzó a cansarse—. N... No puedo más, mis piernas son muy cortas, ¡Soy muy bajita! —en ese momento Kaede tomo a Beatrix en sus brazos y esta dice—. ¡¿Qué haces?!
—¡Pues cargándote! —Kaede acelera el paso dejando atrás a los ogros, llegaron al final del camino y ahí se encontraron con una puerta doble de tamaño normal.
—¡Vamos entra!
Kaede pateo la puerta abriéndola, al entrar dejo a Beatrix y cerró la puerta—. No creo que sean capaces de entrar —dijo Kaede.
—Aun así, démonos prisa.
—Esta habitación es... Grande.
Era una habitación bastante espaciosa y bien iluminada con esos cristales, paredes, piso y suelo perfectamente lisos, una alfombra, muebles, prácticamente todas las comodidades.
—De verdad vive como un rey —dijo Kaede.
En ese momento escuchan una voz venir de una puerta a su izquierda.
—¿Marie?
—Vamos.
Cuando fueron hacia la habitación que da esa puerta, se encontraron a Marie atada a una cama con solo su ropa interior.
—¡Marie!
—¡¿Kaede?! ¡Si eres tú! ¡Vamos desátame!
—¡Claro! —Kaede se acerco a la cama y desato a Marie.
—Al fin, menos mal que viniste, ese sujeto iba a jugar conmigo.
—¿Qué sujeto?
—El rey de los ogros.
—Si hablando de eso las puertas y los muebles de este lugar no son como para un ogro —dijo Beatrix mientras se acercaba a la cama.
—¿Y tú quién eres?
—Cierto aun estabas inconsciente cuando te llevaron, soy Beatrix una alquimista.
—... Eres curiosamente bajita.
—... Ya me caes mal... —dijo Beatrix haciendo un puchero.
—Vale no importa, salgamos de aquí.
En ese momento dando un puertazo aparece un sujeto que solo llevaba puesto una toalla en una puerta diferente situada justo al frente de la cama, este dice—. Parece que ya están aquí las otras dos —era un chico joven y musculoso, tenia el cabello corto y rojo con su piel morena—. Vale yo ya estoy listo, me he duchado así que... ¿Quién será la primera?
—¡Tu puta madre! —dijo Marie molesta.
—Vamos no seas tan mala conmigo, hmmm parece que tus amigas te han desatado y ellas no están atadas como se suponía que debía ser, recuerdo haberle dicho a ese par de idiotas que se aseguraran de amordazarlas, amenos... Que se hayan escapado.
—... Si son unos idiotas, se olvidaron de amordazarnos, ahora si nos disculpa iremos a prepáranos para usted —decía Beatrix mientras caminaba hacia la puerta que daba afuera de esa habitación mientras jalaba del brazo a Kaede que a su ves jalaba del brazo a Marie—. No nos tomara mucho.
En ese momento casi de forma instantánea el chico se desplaza hacia ellas bloqueándoles el camino, este las mira y les dice—. Si se quieren preparar para mi entonces supongo que tendrían que ir al baño, ¿no es así?
—Ahmmm... Si... Pero no, ¡Bomba de humo! —dice Beatrix a su vez que saca un frasco con un liquido morado que tira contra el suelo creando así una densa nube que lleno todo el lugar.
—¡¿Qué demonios?!
—¡Corran, pero no se suelten! —dice Beatrix y todas consiguen eludir al chico saliendo de esa habitación.
—¡¿En dónde está la puerta?! —pregunta Kaede.
—¡Estaba creo que de este lado! —dice Beatrix.
—¡No veo nada! —dice Marie.
—¡¿En donde están?! —dice molesto el chico.
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Kaede Ishikawa (Aracciel)
AventuraKaede Ishikawa es una chica de 17 años que practica kickboxing y un día en el establecimiento de su padre ocurre un accidente inesperado.