Lobo [K.T.&J.H.]

A L T E Z A [3]

L A   T I E R R A  D E L
E T E R N O  I N V I E R N O

El príncipe que salvó

El terreno era algo inestable, el lugar donde Hoseok iba recostado, sin embargo, era muy suave. Agradeció internamente aquello, pues pronosticaba que así le pusieran el peso de una pluma encima, él gritaria de dolor; lo cual era bastante irónico, concluyó en medio de sus delirios. Cabe mencionar que tampoco sentía tanto frío como antes, gracias al cielo, la sensación cálida hasta extraña se sentía sobre su cuerpo. Se propuso firmemente, cuando sintió el aliento caliente de alguien muy cerca de rostro, despertar.

Pero no pudo, los párpados y el resto de él aún se sentían demasiado pesados. Después escuchó la tenue voz de su hermano diciendo:

"Alteza, no... no lo toque por favor, no le gusta". Murmuró algo temeroso y sin saber muy bien de que manera hacerlo. Se oía que Jimin temía el enojo del...¿Príncipe?. Claro, la persona que lo había salvado era el príncipe, recordó. ¿Sería cierto?. ¿Por qué lo hizo?. Y lo mejor aún... ¿Qué hacía uno de los príncipes en esa zona tan peligrosa?.

Hoseok se volvió a quedar dormido, lo cual no era algo muy bueno, pues seguía sintiendo un dolor inimaginable, se removia inquieto entre sueños. Su animal interno, que era un ave nacida del fuego, quería algo de este, pero a su alrededor sólo había frío. Tremendo martirio.

Cuando consiguió abrir los ojos por fin, estaba en una habitación, oscura y gigante. Aún tenía la sombra de la inconscia en él por lo que le fue difícil orientarse o comenzar a ver algo claro conectando hechos. Sabía lo que había pasado, también la manera en que Jimin había corrido hasta él para protegerlo, no dudaba que su hermano haría lo mismo, así se tratase de un hombre o de un ejército, pero su corazón dolia al pensar en que algo pudo haberle pasado algo a Jimin también.

Jimin y Yoongi le habían demostrado todo lo que estaban dispuestos a hacer por él. Desde convertirse en fugitivos y ladrones, hasta enfrentar a las bestias juntos; e incluso cuando su muerte pareció cerca, jamás se fueron. Yoongi era fiel, no habia conocido persona más leal, así que nunca dudaría en hacer lo que él le solicitará; Jimin era valiente y entregado de corazón, de cuerpo y alma, dispuesto a dar la vida por él, así le rogara que no lo hiciera.

Se enderezó de sopetón sobre la suave cama cuando el ligero sonido de alguien moviéndose en la habitación, apareció. Guardó un siseo arrepentido de dolor lo más que pudo y solo entonces, miró su ropa desesperado. Esa no era suya, era abrigada, más grande que la de su talla y el color negro era uno que sin duda no solía ser de su elección muy a menudo.

"Tranquilo, Hobi. Yoongi y yo te cambiamos, estás seguro". La tranquilizadora voz de su hermano llegó a sus oídos como miel. Lo miró con ojos más abiertos de lo normal, también vestía ropa más abrigada, pero la suya era de colores rojos y dorados. "Nos prestaron algo de ropa para el clima, presiento que fue debido que debíamos parecer unos lunáticos con lo que traíamos antes".