—¡Tae, es maravillosa!
Jungkook admiraba la casa.
—¿Te gusta? —sonrió él, ayudándole a sacar las maletas del coche —Pues ya verás el interior.
El salón tenía dos paredes de cristal, lo que le daba una vista casi panorámica. —¿Cómo has conseguido esta casa? Es divina.
—El sitio justo y el momento adecuado, ya sabes. Ven a ver la terraza. Si alargas un poco el cuello, puedes ver mi barco —sonrió Taehyung.
La vista era realmente increíble. Jungkook cerró los ojos y respiró profundamente el aire.
—¿Navegas mucho?
—Todo lo que puedo —dijo él, dejándose caer sobre una silla de madera —Suele venir un amigo conmigo.
—¡Pobrecito! Recuerdo lo que era ir contigo en un barco cuando éramos pequeños. Una pesadilla.
Taehyung levantó una ceja.
—Creía que te gustaba navegar conmigo.
—Me gritabas —dijo el castaño, paseando por la terraza —Esto es precioso.
—¿Te gritaba?
Jungkook se apoyó en la barandilla, con mechones de cabello volando al viento.
—Eso da igual. Háblame de Doyeon.
—Luego —dijo Taehyung, estirando las piernas —Quiero saber qué te ha pasado. Llevo cinco meses sin verte y hablar por teléfono no es igual. Cuéntame, ¿qué tal tu vida amorosa?
—Pues... ya sabes —se encogió Jungkook de hombros —Besando sapos.
—¿Y ninguno de ellos se ha convertido en príncipe?
—No, que yo sepa.
No quería contarle que su vida amorosa era inexistente. ¿Para qué?
—O sea, que sigues siendo virgen —dijo él entonces, guiñándole un ojo.
—¿Por qué sería tan tonto de contártelo? —murmuró Jungkook, irritado.
—Porque siempre nos lo hemos contado todo. Lo que no puedo creer es que no hayas conocido a ningún hombre que te guste.
—Pues no.
La sonrisa de Taehyung desapareció.
—Entonces, ¿qué ha pasado?
Jungkook se volvió para mirar la preciosa vista. Cualquier cosa antes que enfrentarse con aquellos ojos oscuros que parecían ver dentro de su corazón. Kim Taehyung era demasiado perceptivo.
—Nada.
—No sabes mentir, Kook. Has adelgazado y tienes ojeras. Y no te des la vuelta.
Jungkook se volvió, con expresión angustiada.
—No es nada...
—Jungkook.
—Bueno, digamos que no es nada que tú puedas arreglar —murmuró el castaño entonces. No estaba preparado para contárselo.
—¿Es el trabajo o un hombre?
—Taehyung, de verdad...
—Dímelo.
—Qué pesado te pones.
—No será ese... Yugyeom, ¿no? ¿Sigues saliendo con él?
—No —contestó Jungkook, apartándose el cabello de la cara —No es eso.

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forever friends, taekook
Romancejungkook era consciente de que probablemente fuera el único que no había caído rendido a los pies de kim taehyung. eran amigos desde niños, por eso cuando le pidió que se hiciera pasar por su pareja, jungkook no pudo negarse. además, él esperaba que...