—Una carta para ti, Jungkook —le dijo Doyeon.
—Gracias.
Sabía lo que era. La respuesta a una solicitud de empleo en el hospital de otra ciudad. Había dado la dirección de la clínica para que Taehyung no supiera nada. Aunque tendría que enterarse tarde o temprano. Y estaba seguro de que no querría detenerlo.
Habían pasado varias semanas desde aquella noche y él seguía evitándolo como a una plaga. Cada vez que entraba en una habitación, él salía y, por las mañanas, cuando se levantaba Taehyung se había marchado.
Su amistad pendía de un hilo y eso lo apenaba de una forma extraordinaria. Nunca, en los años que habían sido amigos, habían discutido seriamente por nada... hasta aquel momento.
Cerrando la puerta de la consulta, abrió la carta con manos temblorosas. Como había imaginado, solicitaban una entrevista unos días después. Debería estar contento, aunque sabía que si le daban el empleo no volvería a ver a Taehyung.
Pero, ¿qué otra cosa podía hacer? Taehyung ya no lo necesitaba como novio falso y tampoco parecía necesitarlo como amigo.
Le pidió a Youngbin el jueves libre, el director de la clínica no le pidió una explicación. Mejor. Después de guardar la carta, Jungkook llamó a su primer paciente del día: Suzy.
—Vaya, tienes mucho mejor aspecto. Y Jimin también parece más contento.
—Ha cambiado por completo —sonrió la joven, sacando al niño del cochecito —Ya no llora por la noche y está mucho más tranquilo.
—Parece un niño muy feliz. Mira qué sonrisa.
—Es verdad. Y yo estoy mucho más tranquila.
—¿Has venido a ver al doctor Kim?
—Sí, me ha dicho que siga tomando los antidepresivos durante unos meses, pero cree que pronto podré dejar de tomarlos.
—¿Y qué tal con tu marido?
—Muy bien —sonrió Suzy —Ya mantenemos... relaciones normales. Además, como el niño no llora, la vida es más agradable para todos.
—Me alegro mucho —sonrió Jungkook —¿Y qué puedo hacer por ti?
—Es que no pude vacunar a Jimin hace quince días porque estaba enfermo y he pensado que quizá podría hacerlo ahora.
—Sí, claro. Pero la próxima vez, puedes vacunarlo aunque esté enfermo. No pasa nada.
—La verdad es que me preocupa un poco eso de las vacunas. ¿No es demasiado para un niño tan pequeño?
—El sistema inmunológico de un niño se pone a prueba cada vez que sale de casa. Y cuando está en casa —explicó Jungkook —Los bebés son bombardeados con gérmenes constantemente. Y, sin vacunas, corren el riesgo de sufrir cualquier enfermedad grave.
—Sí, claro. Eso es cierto.
Jimin aceptó la inyección sin protestar y Jungkook le pidió a Suzy que fuera a la sala de espera durante cinco minutos para comprobar si había reacción. Mientras tanto, vio a la segunda paciente.
—¡Jihyo!
Era la niña a la que había atendido el primer día, la que sufrió el mordisco del perro.
—Hola.
—¿Qué te pasa? ¿Estás enferma?
—Le duelen mucho los oídos y tiene fiebre —contestó su madre —La recepcionista me ha dicho que los médicos estaban muy ocupados esta mañana y por eso he pedido verlo a usted. Espero que no le importe.
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forever friends, taekook
Romancejungkook era consciente de que probablemente fuera el único que no había caído rendido a los pies de kim taehyung. eran amigos desde niños, por eso cuando le pidió que se hiciera pasar por su pareja, jungkook no pudo negarse. además, él esperaba que...