Capítulo VII

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Caí al suelo, con una raíz que sobresalía de este , al caer había rodado hasta chocar con un árbol, me quede un momento ahí.

Mi pecho me dolía, detrás de mi escuche los pasos de alguien, gire mi rostro con la esperanza de que fuera Nebiros, pero no, era Siobhan, en sus manos sostenía la cabeza de mi querido Nebiros, mi rostro se desfiguro por el odio y por el rencor, mientras tanto el rostro de Siobhan estaba impecable, tenía una sonrisa en su rostro, me señalo con la cabeza de Nebiros, dándome la señal de que yo era la siguiente.

No iba a permitir que me lastimara, así que reuní todo mi poder y me lance hacia Siobhan.

De mis manos dos garras de metal salieron, atravesé limpiamente los costados de Siobhan, mientras desgarraba todo su tórax y le rasgaba el rostro y sus hermosas alas blancas.

Pronto no quedo nada de Siobhan mas que carne cortada.

Pero aquello me era suficiente como para ir y colgarlo en un árbol donde las personas lo pudieran ver.

Después de colgarlo, con la misma sangre de él, escribí que de mi nadie estaba a salvo. Abrí las puertas del infierno y tome la cabeza de Nebiros, me acosté en mi ataúd, cerré mis ojos y me despedí del mundo de los vivos, para volver al infierno y descansar en paz.


Autor: La Chica de Poe

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2015 ⏰

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Sueños de una nigromanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora