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九

Para muchos la vida tiene distintos significados y valores distintos.

Cada persona tiene su propia perspectiva con respecto a su vida, su significado y su propósito.

El ser humano promedio queda varado buscando un sentido para seguir adelante. Pocos son los que se atreven a tomar la rienda para conseguir un objetivo de vida.

Para Jaemin fue fácil hallarlo desde pequeño. El solo ver la cantidad de maltratos que las abominaciones del gobierno recibían fueron su motor y sentido de vida, Na Jaemin quería llevarlos a su extinción.
Se enfocó tanto en ello que fue el mejor de su clase, era imparable a la hora de hacer debates, él podía dejar callado a quien quiera que le llevase la contraria. Era tan increíble que su complejo de superioridad se justificaba.
Jaemin era un estudiante brillante, lo único que era alarmante era su poca falta de empatía.

Hasta que llegó Lee Jeno.

La gente alrededor del campus universitario creía que ellos terminarían siendo pareja, de no ser por un mínimo detalle.

Lee Jeno salía con Liu Yangyang.

Jaemin se veía cero interesado en formar una relación con la única persona con quién se sentía en paz y con seguridad. No, se negaba a escuchar los estúpidos rumores en donde lo veían a él como un claro bottom cuando Jeno era algo fácil de manipular, y bueno, Jaemin tenía la increíble habilidad para manipular con maestría a las personas que lo rodeaban.

Sí, la gente era estúpida por inventar rumores.

Toda su estadía se basó en él y Jeno como pareja. Vaya falacia.

Que gente tan estúpida.

Entonces, la vida de Jaemin tenía un gran valor y significado.
Él se mantenía de pie para salvar al mundo de las abominaciones.

Tuvo una compañera preciosa. ¿Su defecto? Tenía cuernos de venado tan grandes como para picar algún ojo o tener que entrar de perfil por las puertas de los salones.
Ella era un maldito híbrido, y por ello recibió tantas burlas como para hacer que Jaemin sintiera pena, no obstante, el nunca metió un dedo en la situación y lo dejó pasar. Quedó arrepentido cuando dos meses después de informó de su desaparición y presunto asesinato.

Los híbridos no podían ser mezclados con estúpidos humanos, y Jaemin estaba seguro de ello.

El asesinato de Ryujin lo impulsó a terminar la carrera antes, siempre haciendo cientos de méritos para tener su graduación antes de lo esperado.

Jaemin jamás ejerció como médico tal cual. Él fue directamente al edificio administrativo de gobierno mostrando sus habilidades de liderazgo y persuasión, fue así como obtuvo un empleo como pasante y médico en casos extremos.
Ahora estaba un paso más adelante de cumplir sus objetivos de vida.

Los besitos estallando en su rostro lograron despertarlo de sus sueños recuerdos.
La preciosa risa del híbrido fue suficiente para hacerlo sonreír muy a pesar de los horribles recuerdos que había tenido.

No quería terminar con la vida de Renjun.

Pero él hizo una promesa a la hora de su graduación.

Pero Renjun no era un híbrido cualquiera. No. Renjun tenía las características como para ser considerado un humano, si dejamos de lado sus orejitas dispares y sus ojos brillantes para nada comunes.

— ¿Despertaste bien, dulzura?— oh, si tan solo Jaemin supiera todo lo que aquel apodo causaba en su cabecita, lo diría con más frecuencia.

¿Recuerdan esa película de Ratatouille dónde la ratita mezcla el sabor de una dulce fresa con el fuerte sabor de una rebanada de queso?
Bueno, algo así se sentía Renjun cada vez que Jaemin lo llamaba con apodos cariñosos, dejaba besos en cualquier parte de su rostro e incluso cuando mantenía un contacto mínimo con él.

RJ07 no sabe que es el término cursi, pero si lo supiera, lo usaría para describir al azabache que lo mira desde abajo y mantiene sus manos en sus muslos desnudos por la ola de calor que impactó en la ciudad.

Un asentimiento es la única respuesta de Jaemin, quién sonríe como tonto y atrae al pequeño castañito a sus brazos, causando esa placentera sensación en el pecho y corazón de Renjun.

— Vamos a bañarnos y después saldremos a pasear— indica el mayor con Renjun aún enroscado en su cintura y cuello mientras toma su camino hacia el cuarto de baño.

Al felino le gusta bañarse con Jaemin. No le gusta el agua, pero le gustan los besitos que le da para que se olvide de lo torturosa que puede resultar esa simple acción. De solo pensar que Jaemin podría volver a meter su cosita en su boca le emociona en niveles alarmantes.
No sabe lo que es un oral, pero sabe que le gusta la sensación de tener sus vellos erizados, sus piecitos apretados y la sensación burbujeante de su vientre.
Una famosa erección comienza a crecer debajo de sus shorts blancos de tan solo pensar que aquello puede suceder con un simple baño.

— ¿Estás bien, dulzura?

Ahí va de nuevo la explosión de emociones en todo el cuerpo del híbrido.
El felino niega dejando un sediento beso -como aquellos que Jaemin suele darle antes de meter su cosita en su cavidad bucal- en los labios resecos y partidos del azabache.

Jaemin suelta una risita y retrocede sus pasos para dejar caer al híbrido sobre la destendida cama. RJ07 solloza por tener que olvidarse de las sensaciones que Jaemin causa en él.

— Te haré sentir mucho mejor— sus vellos vuelven a erizarse por el tono grave de voz que Jaemin ha empleado para hablarle.

Lo último que recuerda son un par de labios sobre su cuello y clavículas, besando y succionando sin un ápice de vergüenza.

Lo demás es placer.