hybrid ; renmin ✓

五

RJ07 era un híbrido bastante particular.

Si bien Jaemin estaba informado sobre las acciones y sentimientos específicos de la especie híbrida, nunca se esperó que ese chiquillo mitad zorrito mitad gatito se asustase por todo.

Los otros experimentos de la empresa encargada del proyecto Hybrid Friends estaban listos para seguir órdenes, siendo poco nerviosos, muy aventureros y para nada llorones por como su código genético lo marcaba.
Los científicos a cargo del proyecto y de la creación de su especie los formaron y criaron como si de un producto con nulas emociones se tratase.

Todo para su venta y beneficio económico.

Pero ahí estaba ese híbrido mitad zorrito, mitad gatito lloriqueando por la tormenta eléctrica que caía sobre la ciudad acompañada de grandes gotas de lluvia que eran tan densas como para lograr ser comparadas con simple granizo.

Y Jaemin era un buen amo sin saberlo.

Jaemin había salido de su departamento para ir en busca de leche entera a pesar de las altas horas de la noche. Jaemin salió solo porque a RJ07 no le había agradado la leche de coco que guardaba en su refrigerador… y también le había hecho mal en su sensible pancita.

Al volver, el pelinegro sintió su corazón apachurrarse tras ver al pequeño híbrido sentado frente a la puerta esperando a su llegada con sus orejitas caídas y cabeza ladeada.

Jaemin terminó por adentrarse en dirección hacia la cocina, calentó la leche en una pequeña olla mientras que el animalito movía su cabeza de un lado a otro siguiendo todos y cada uno de sus movimientos en la espera a que su bebida favorita estuviese lista para poder ser disfrutada como se era debido.

Tan pronto como Na sirvió el líquido blanco en un biberón salió de la cocina con su pequeño acompañante siguiendo sus pasos a una distancia prudente.

Jaemin parecía molesto por salir a esa hora de casa y más por la peligrosa tormenta eléctrica, por lo que RJ07 sabía que la distancia era más que necesaria para evitar el volver a hacer a su amo enojar y explotar.

El híbrido se sentó en el suelo, justo frente al pelinegro y comenzó a beber del contenido de su biberón.

— Ven aquí— palmeó el asiento a su lado y RJ07 como si resortes en el trasero tuviese, se levantó y corrió en busca del calor corporal de su amo.

— ¿Cuál tu nombre es?— el desorden de su oración hizo reír a Na que pensaba en la gran cantidad de información que podía obtener de esa simple visita inesperada.

— Jaemin.

— ¿Jaimein?— la fuerte carcajada de Na hizo que los sensibles oídos del híbrido dolieran, pero él no diría nada solo para ser un buen niño y no molestar a su amo.

— Mejor llámame Min— ahí iba el apodo que su madre le había puesto cuando era niño, apodo que solo su familia -y ahora el pequeño híbrido- usaban.

— ¡Min!— la exclamación del híbrido despertó a un taiwanés muy gruñón el cual dormía en una de las habitaciones de a lado.

— ¡Calla a tu maldito animal o lo dejo en la calle!— y vaya que Yangyang se había enfurecido, pero estaba tan agotado como para levantarse de cama y ejercer sus acciones correctivas.

— Espérame un segundito, ¿sí?— la suave voz de Jaemin logró que el contrario se aferrara más a su cuerpo, ahora RJ07 abrazaba su torso y escondía su carita en el espacio del largo cuello de Jaemin y su hombro.

Jaemin podía acostumbrarse a ello.

Si tan solo fuera un humano normal y no uno con muchas mutaciones genéticas.

— ¿No me vas a dejar ir?— inquirió el pelinegro entre risas tontas, obteniendo como respuesta un primer ronquido de muchos.

RJ07 se había dormido en los brazos de Jaemin, y Jaemin no tenía pensado el alejarlo durante un largo tiempo.

Al día siguiente fue difícil para RJ07 dejar ir a su amo, pero asintió tras escuchar que traería leche de fresas en su regreso. Así de fácil era convencerlo.

El híbrido dejó un besito en la frente del mayor y lo dejó ir con un puchero presente en sus labios. Pero cierto beso inocente dejó atónito al azabache que no estaba acostumbrado a las muestras de afecto.

Jeno y RJ07 quedaron solos en el departamento viendo caricaturas tontas que hacían reír al híbrido con aspecto de niño. Jeno no hacía más que reír a su lado, y no sabía si era por la caricatura o porque la risita del contrario era contagiosa.

Por otro lado, un imponente pelinegro caminaba entre los pulcros pasillos del edificio gubernamental dando pasos marcados y pesados, haciendo temblar a cualquier persona que lo escuchase.

Nadie hablaba con Jaemin. No sentían tener el derecho como para hacerlo.

— Ese es mi tonto favorito— la típica frase de bienvenida por la única colega que Jaemin tenía no tardó en hacerse sonar.

Sooyoung era la chica encargada del manejo de información de todo el edificio y actual jefa de Jaemin, por lo que su amistad fue algo casi inevitable.

— Necesito tu ayuda.

Dejó su barniz de uñas rojo de lado tan pronto como escuchó a Jaemin diciendo aquella petición tan inesperada.

¿Na Jaemin necesitando ayuda?

¿Cuál universo paralelo era ese?

— Si te ayudo accederás a tener esa cita a ciegas con la compañera de Yerim— condicionó la mayor.

Jaemin blanqueó sus orbes dejando salir un largo suspiro. Sooyoung y su novia insistían mucho en que Jaemin necesitaba una cita para despejarse y así tener citas dobles sin temer a hacer mucho skinship y así dejarle como rueda en discordia.

Los tres salían ganando si Jaemin conseguía una cita.

— Tengo un híbrido y ahora cree que soy su dueño— la boca de Sooyoung se entreabrió después de la confesión.

— ¿Sabes su código?

— RJ07.

El rostro inescrutable de la mayor le dió a entender que habían problemas.

— Creí que estaba muerto.