8: En el corazón

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Por primera vez desde que Ichigo había perdido sus poderes, Inoue se sentía ligera, libre, estaba ilusionada  por ver al caballero de ojos esmeralda en la puerta, era incapaz de admitir abiertamente que se había enamorado de Ulquiorra, se negaba a aceptar que su relación con Kurosaki era tormentosa, que había perdido cierta alegría con el paso de los años, que su matrimonio no era lo que esperaba, así que corrió y lo abrazo con lágrimas corriendo por sus mejillas, por ser tan caprichosa, por no haber entendido ese sentimiento cuando Ciffer se iba desvaneciendo, el arrancar un tanto sorprendido le devolvió el gesto, él había entendido muy tarde cuán enamorado estaba de la bella pelirroja, pero ahora vivían un amor prohibido.

- Al fin entendí que en tus manos podía encontrar mi propio corazón... - dijo el pelinegro


- No se preocupe, esta bien que pudiera entender lo que quería decirle, se que es algo que no se puede puede ver, pero se puede sentir a través de cada fibra de nuestro cuerpo hasta nuestra alma... - dijo la mujer

- Se que ha pasado mucho tiempo, además de muchas situaciones, pero dado que ninguno en este momento está atado excepto por leyes impuestas por otros que rigen la vida más allá de la naturaleza, hay algo que quiero retomar mujer... - dijo el de pálida piel

- ¿Qué es lo quiere retomar? - preguntó curiosa la dama

- ¿No me temes mujer?... - dijo con tono melancólico el ojiverde

El hollow la miró de frente, soltandola de su agarré, ella solo observó esos profundos ojos esmeralda, era como haber vuelto al momento en que no pudo tomar su mano, sino que apenas había rozando sus dedos, entonces Ciffer levantó su mano hacia ella, la de ojos grises entre lazo sus dedos a esa mano que una vez desesperadamente deseo tomar la otra, en los labios de Inoue se dibujo una leve sonrisa.

- No le temo... - dijo una vez la doncella

- Ya veo... mujer, si quisiera experimentar las emociones humanas, experimentar las cosas que te llenan de felicidad, ¿qué cosas se pueden hacer?, para poder sentir alegría, gozó, dicha... como ese día en la playa... - comentó el ojiverde

- ¡Entonces hay muchas cosas que podemos hacer!, pero... la clínica... - dijo la chica pasó de emocionada a preocupada

- ¿Esperas asumir las responsabilidades de los demás como tuyas y dejar que las pocas cosas que disfrutas desaparezcan, por una rutina? - preguntó frío el arrancar

- Supongo que siempre pienso en los demás antes que en mí... - dijo un poco melancólica la dama

- Es lo que los humanos llaman empatia... - dijo el espada

- Pero esto ya no es solo empatia, es responsabilidad, pero es cierto que asumo más responsabilidades de las que realmente tengo... no creo que sea tan malo salir un rato, solo dejé arregló unas cosas... - dijo con una sonrisa la mujer

El pelinegro la siguió de cerca, ella fue hasta su habitación solo para tomar una bolsa y dejar su mandil, sin embargo la sobre salto ver a Ciffer observando los detalles de la habitación, éste se acercó, le retiro la atadura del cabello con gentileza, tomó el cepillo y acarició la melena roja.

- No deberías recoger tu largo cabello, lo bonita que lucías era algo que envidiaban Menoly y Loly... - dijo con un suspiro el ojiverde

Eso sonrojo a la hermosa dama.

- Además está ropa no va bien con tu figura... por eso escogí ese uniforme para ti... - continuó el caballero

- ¿Usted lo escogió? - preguntó curiosa la pelirroja

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