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Geonhak amaba la fotografía, desde pequeño siempre le gusto ver fotógrafos sacar fotos del paisaje en las plazas o lugares similares. Le fascinaba las cámaras fotográficas y sacar fotos a lo que sea. Cuando el tenía 15 años sus padres para navidad le habían regalado una cámara, no profesional como la esos fotógrafos pero al pequeño Kim no le importó y agradeció de mil formas a sus progenitores por ese asombroso regalo.

Este gusto por la fotografía empezo cuando vio una chica extranjera tomar fotos en el río Han a sus 10 años de edad, la chica tomaba fotos al paisaje y las flores que estaban por ahí. Se la quedó viendo un rato hasta que la chica noto la mirada de Geonhak, ella le sonrió y le mostro las fotos que había sacado. Estas eran geniales.

El moreno se había quedado fascinado y desde ese entonces había decidido que iba a estudiar algo relacionado con la fotografía.

Ese día llegó a su casa y le contó a su padre lo que vio, el señor Kim escucho atentamente lo que su hijo le contaba y al terminar le dijo que lo siguiera. Al llegar a la habitación el señor Kim rebusco entre sus cosas y le entregó una cámara que el usaba cuando era joven.

No era la mejor cámara del mundo, pero sacaba buenas fotos, le enseño como usarla y Geonhak cada vez que tenía tiempo sacaba fotos al jardín de la casa, a su madre mientras leía, o su padre mientras trabajaba o cocinaba, también en su cuenta de instagram seguía a muchos fotógrafos reconocidos.

A los 15 años tuvo su cámara nueva y a los 18 se autoregalo una cámara profesional por haber terminado la secundaria con las mejores notas.

A esa misma edad se había mudado solo a un departamento pagado por sus padres y también empezó su carrera universitaria de fotografía.

Hoy en día era un chico de 22 años, pelinegro y muy guapo. Su carrera iba bien y trabajaba como camarero en un restaurante. Le pagaban bien a decir verdad.

Geonhak salió del baño con una toalla en su cintura y con otra más pequeña para secar su cabello, entró a su habitación y buscó la ropa que iba a ponerse para ir a estudiar, solo se colocó una remera manga larga negra, con unos vaqueros azules con algunas roturas y arriba un hoodie gris oscuro con capucha.

Dejó las toallas secando y fue hasta la cocina para desayunar algo antes de irse a la universidad, al terminar y limpiar todo se colocó sus converse, agarro su mochila y salió del edificio para ir a estudiar.

Las calles de Seúl estaban tranquilas, no había tráfico, el clima era perfecto y solo habían alumnos caminando a sus escuelas.

En sus auriculares resonaba My Flower de JBJ, hasta que cierta pelinaranja se puso a su lado y le quitó el auricular derecho.

—Hola, Yuqi—Saludo Geonhak pausando la música.

—Hola, Geon oppa—Dijo la chica con su típica voz grave y una sonrisa.

Yuqi fue la primera en hablarle cuando llegó a la universidad, la chica fue muy amable con el y lo ayudó a familiarizarse con los pasillos de la uni. Estudiaba lo mismo que el así que fue su tema de conversación principal cuando se conocieron.

Geonhak había pensado que la chica era bastante sería por su mirada y por su voz grave, pero resultó ser una masita tierna y revoltosa.

Ella trabajaba en una cafetería a cinco cuadras de su casa, por lo tanto aveces iba a verla cuando tenía su horario de descanso.

—¿Cómo has estado?—Pregunto Kim empezando a caminar hacia su salón de clases.

—Bien, estuve trabajando, terminando de ordenar mi departamento y...

Erotismo (Leeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora