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Los días fueron pasando y Geonhak y Dongju se estaban volviendo más cercanos de a poco, hablaban por mensaje cada vez que podían y cuando las sesiones de fotos terminaban.

Había que admitir que tenían una pequeña tensión sexual entre ellos, en las sesiones Geonhak miraba de más el cuerpo de Dongju y Dongju no se quejaba, de alguna manera le gustaba que Geonhak lo mire. O cuando estaban hablando tranquilamente se quedan callados observando sus labios.

Dongju vestía con un short negro de tela, bastante pequeño y apretado, y una camisa de seda color vino hasta sus glúteos.

Estaba recostado boca abajo sobre el sillón, tenía su trasero alzado, su pecho pegado a los almohadones, su pierna derecha flexionada y la izquierda más abajo, su camisa le tapaba solo la mitad de su trasero, mostrando su short.

Geonhak suspiró profundamente y saco la foto desde la mitad del pecho de Dongju. Tragó duro ¿era normal que quisiera nalguearle el culo?

—Siéntate de espaldas en el suelo sobre tus rodillas, desabróchate la camisa y deja que caiga por tus hombros... —Ordenó Geonhak.

Dongju se bajo del sillón y le hizo caso al mayor, comenzó a desabotonarse la camisa y la dejó caer dejando a la vista la lechosa piel de su espalda.

Geonhak mordió su labio inferior al observar la hermosa piel de Dongju, tenía tantas ganas de morderla, tocarla, marcarla...

Dios, Dongju lo tenía mal, muy mal.

—Ladea un poco tu cabeza—Dijo y Dongju volvió a obedecer moviendo su cabeza unos pocos milímetros.

Sacó tres fotos de la misma posición pero distintos ángulos.

El día estaba muy soleado y despejado, por lo tanto Geonhak se le ocurrió la brillante idea de tomar las fotografías. Ah... A veces odiaba ser tan... perfeccionista.

La habitación de Geonhak era grande, con las paredes pintadas de gris oscuro, su cama matrimonial estaba perfectamente tendida con un cobertor negro, su escritorio con algunos libros y su computadora, un estante de madera pulida con libros, lentes de cámaras, cámaras y algunos trípodes pequeños, a un lado de éste estaba los más grandes y por último su armario con un espejo en la puerta.

—Espera... tengo una idea—Dijo Dongju, caminó hasta la silla del escritorio y entre sus manos agarro una corbata negra—¿Qué te parece si me atas las manos a la cabecera de tu cama? Creo que sería bastante erótico, ¿qué dices?

—E-Eh, claro... Sí, creo que sí—Carraspeó—Recuéstate...

Dongju se recostó en la cama y Geonhak se acercó a él tomándolo de las manos delicadamente. Pasó la corbata por sus muñecas y luego lo ato a la cabecera.

Tomó nuevamente su cámara y se alejo un poco de la cama, la ventana estaba cubierta por unas cortinas blancas bastante finas dando una especie de "brillo" a la cama.

Dongju movió un poco su manos y agarró la tira de la tela que lo unía a la cama, tiró su cabeza para atrás, que no se veía por sus brazos, arqueo su espalda y estiró su pierna izquierda mientras que la otra estaba flexionada.

Su camisa color vino todavía estaba desabrochada, por lo tanto al arquera su espalda la prenda dejó más piel al descubierto, como su torso levemente marcado y sus pezones.

Geonhak volvió a suspirar profundamente y a cerrar sus ojos por un segundo.

«Cálmate... Falta poco para que la sesión termine... Cuando Dongju se vaya ya puedes pensar en su lindo culito»

Erotismo (Leeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora