Epílogo

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Geonhak siempre se consideró una persona dominante a la hora de tener relaciones, le encantaba tener el control de la persona debajo de él y que rogaran. Tener siempre el control, inmovilizar y hacer lo que quisiera.

Claro, nunca se imagino estar atado a su cama, con los ojos vendados, con anillo vibrador en su miembro a toda potencia y rogándole a su pareja.

No podía ver nada, pero sabía que Dongju se estaba masturbando con el vibrador que compró en el sex shop de Lucas, solo podía escucharlo gemír y sentir como se retorcía en la cama.

—Do-Dong, p-por favor...—Rogó con su voz ronca y un gemido se escapó de sus labios hinchados por los besos que había compartido con su pareja.

Escuchó la risa cansada de Dongju después lo escuchó gemír y moverse en la cama, sintió que estaba a su lado, ya que sintió su peso.

—¿Tan desesperado estás, amor?—Susurró en su oído. Su mano se deslizaba lentamente por su sudado abdomen, lo acariciaba lentamente de arriba abajo. Lo miraba con diversión, Geonhak no paraba de gemír y movía sus manos tratando de alguna forma de liberarse—¿Tan desesperado estás por estar dentro de mí?

Geonhak asintió—S-Sí, p-por favor, Dong. A-Ah, m-mierda—Gimió al sentir como el pelinaranja pasaba su cálida lengua por su cuello.

Dongju se sentó en su regazo, le sacó el juguete y colocó un preservativo. Su respiración estaba agitada, todo su cuerpo sudado debido al calor inmenso que sentía. Su cuello y pecho estaban llenos de marcas rojas, sus labios hinchados y cabello revuelto, Son se mordió el labio inferior, su novio no se podía ver más apetecible.

Lo tomó por las mejillas y atacó sus labios, tiró de su labio inferior y metió su lengua en la cavidad bucal ajena. Se acomodó mejor en el regazo de Geonhak y empezó a bajar sobre su erección, ambos gimieron a gusto.

Dongju empezó a moverse, lo hacía tan bien. Geonhak quería tocar a Dongju, sentir su piel caliente sobre sus manos, apretar su cintura, sus muslos y marcar la lasciva piel de su cuello.

Dongju rió bajito al ver como Kim movía sus manos en un lamentablemente intentó de liberarse.

¿Quieres tocarme?—Preguntó moviéndose lentamente—¿Quieres poner tus manos sobre mi cuerpo, amor?

Geonhak asintió desesperado—Por favor, Dong—Rogó—D-Déjame t-tocarte ¡ah! P-Por favor...

Dongju subió sus manos y sacó el antifaz que cubría los ojos de su novio—Solo vas a poder verme, vas a tocarme cuando yo diga, amor.

Subía y bajaba sus caderas gimiendo fuertemente sosteniéndose de los hombros del mayor, ambos gemian el nombre del otro, la habitación entera estaba llena de gemidos, jadeos y el choque de pieles. El cuarto olía a sexo y al lubricante sabor fresa.

Geonhak veía a Dongju como una puta obra de arte, que lo era, sus labios hinchados, piel sudada, marcas en su cuello y cabello revuelto.

—¿T-Te gusta verme a-así?—Preguntó bajando su mano para empezar a masturbarse. Geonhak solo asintió, no podía hablar del placer que sentía.

Dongju no lo soportaba más, necesitaba las manos de Geonhak. Desató sus manos y rápidamente las sintió en su cuerpo, tocándolo como solo él sabía.

Geonhak pasó sus manos por el torso de Dongju hasta llegar a sus muslos y apretarlos a su antojó, clavando sus uñas.

Ambos sentían su orgasmo a la vuelta de la esquina, Dongju aceleró el movimiento de su mano sobre su miembro y Geonhak lo ayudó con las penetraciones. Sus vientres ardieron y se dejando liberar con un sonoro gemido.

Erotismo (Leeon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora