Conquistando a la víbora de Ichika

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Si pudiera describir este domingo, sería que es bastante tranquilo. Ninguna responsabilidad y puedo descansar tranquilamente mientras estudio un poco, para mantenerme a nivel y así.

El timbre de la puerta sonó, me levanté y fuí a abrir. Abrí un poco los ojos al notar que se trataba de Itsuki.

—¡Hola, Uesugi-kun! —saludó con una sonrisa alegre.

—Hola, Itsuki, ¿a qué se debe tu visita?

—Bueno, vine a darte alg...

Raiha llegó desde la entrada del piso de abajo. Con tan solo ver a Itsuki se emocionó bastante y la invitó a pasar. Al parecer se llevaron demasiado bien desde el primer día que se conocieron.

Tomamos asiento en la pequeña mesa e Itsuki sacó un sobre que puso sobre esta. Me dijo que es el salario que me daba su padre. La verdad, 50,000 yenes es bastante. Aunque es una lástima porque mi familia se quedará la mayoría para pagar la deuda y no podré disfrutar.

A diferencia del Fuutarou original, yo no intento jugar a ser humilde y acepté la paga pese a no haber hecho nada de provecho. La verdad, me importa un carajo si no se gradúan; solamente me interesa mi sueldo y saciar mis instintos más bajos.

Aparté algo de dinero para mí mismo. ¿La razón? Había jurado desde el primer día que al conseguir algo de dinero, lo usaría para ir a una buena barbería y cortarme el cabello. Parece que por fin podré hacer realidad mi sueño.

Digo, ¿quién en su sano juicio tendría ese corte de cabello por voluntad propia? Entiendo que Fuutarou lo tenga porque Raiha lo corta para no gastar dinero. Pero invertir un poco en mi imagen no está de más. Sin embargo, ella también merece algo.

—Raiha, ¿quieres ir al centro de juegos?

Ella se emocionó y aceptó, invitando también a Itsuki a ir que no se negó por su ternura. Se nota que la pequeña Raiha también es una manipuladora y lo hace a propósito.

En fin, ella no es mi hermana pero tampoco voy a ser un hijo de puta. Ahora esta es mi vida y debo asumir la responsabilidad, no solamente actuar con desinterés, tengo que acoplarme y ser buen hermano.

Debo admitirlo, fue bastante divertido poder alejarme de los estudios. Mi naturaleza es ser un vago y este tipo de cosas, son lo mío.

Por último, Raiha sugirió entrar a la cabina de fotos. Miré de reojo a Itsuki y noté que estaba muy nerviosa ya que podría malinterpretarse la situación. En mi caso, tomarme una foto me da bastante igual. Quizás porque no soy japonés y ser reservado no es parte de mí. Yo soy bastante apasionado como dicen los japoneses de los latinos.

Finalmente salimos del centro comercial donde estaba el lugar de los juegos. Planeaba irme a casa junto a Raiha pero repentinamente, ella notó a las demás quintillizas vistiendo yukata.

Se me había olvidado que existía ese mugre festival de fuegos artificiales.

—Uesugi-kun, Raiha-chan, ¿quieren venir con nosotros al festival? —nos invitó Itsuki, con una sonrisa.

El resto no se opusieron, a excepción de la perra odiosa de Nino. Obvio que acepté ir. Esta vida es tan aburrida que sería una idiotez no disfrutar de un festival que prácticamente sería mi primera vez en uno japonés. Podría ser interesante.

Sin embargo, antes de ir directamente al festival. Fuimos a su casa para que Itsuki se pudiera vestir con su yukata. Fuera de eso, nos dirigimos de inmediato ahí.

Yotsuba hizo amistad de inmediato con Raiha, volviéndose inseparables. Al parecer Itsuki tiene competencia por el cariño de mi hermana, eh.

En fin, nos desplazamos de puesto en puesto esperando a que iniciara el evento principal que claramente eran los fuegos artificiales. Me acerqué a Miku y le hice un poco de conversación para aparentar. Obviamente yo ya sé los motivos y los futuros acontecimientos pero si jamás lo pregunto, me vería muy sospechoso.

Soy el malo | Go toubun no hanayomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora