Las clases han terminado, hoy inicia mi trabajo como tutor en el que ganaré suficiente dinero para hacerme de una pequeña fortuna. Aunque es una lástima, tengo que jugar el papel de hijo bueno y destinar la mayor parte de mi salario para saldar la deuda del hogar.Que injusto.
Lo primero que hice al salir de la escuela fue irme directo a la dirección que tenía sobre el edificio donde viven las quintillizas. El camino no es realmente largo, puedes llegar caminando por unos quince minutos y si vas con prisa, en diez o menos.
Mientras avanzo, no pienso en nada realmente. A veces me distraigo viendo autos o personas pasar a mi lado, o simplemente miro el suelo en caso de que haya una mierda embarrada y evitar ensuciarme los zapatos. Es una manía que tengo pero prefiero ser precavido.
Por la seguridad no me preocupo, no es mi país en el que te asaltan a los cinco minutos pero aún así, existe dicha probabilidad de que me suceda. Aún así, como en la historia original nadie asalta a Fuutarou, entonces sé que tengo mi vida asegurada. Además, ¿qué me podrían robar? Mi teléfono es una porquería y mi billetera tiene unos pocos yenes.
Al llegar al edificio, noté que es increíblemente gigantesco. Desde la perspectiva de este tipo, claro, porque en el manga solo ves un panel en blanco y negro. Viviendo en este cuerpo, todo es como la vida real.
Ahora que lo pienso, esto es como viajar al pasado, ¿no? La fecha antes de esto era aproximadamente en el año 2021 y ahora me encuentro en el año 2017. Que buenos tiempos, aunque realmente no es mucha diferencia.
Me gustaría saber la fecha en la que alguna persona lea estos registros de mi aventura. Tal vez muera pero esto quedará por siempre. Si alguien lee esto, me gustaría saber si trascendí en el tiempo.
En fin...
—¿Qué quieres, acosador?
Ay, no...
Sin darme cuenta, la muy zorra infumable de Nino impidió mi entrada al edificio mirándome de brazos cruzados.
—Vamos a ver. No soy un acosador. Compartir el mismo camino de casualidad no significa que precisamente persiga a alguien —argumenté en contra de esa estúpida que empezó a dudar sobre su acusación gratuita.
—¡E-Este lo siento! —se disculpó muy apenada.
—Maldita zorra puta —dije en español mientras pasaba de largo de ella y me adentraba al edificio.
Lamentablemente, gracias al tiempo que perdí humillando a Nino, Itsuki ya había subido por el elevador. Ni modo, habrá que subir por las escaleras. En sí, esto no me molesta, me agrada hacer un poco de ejercicio extra. Además de que no tengo nada interesante que hacer en mi vida así que subir treinta pisos corriendo, será algo realmente interesante y divertido.
Afortunadamente, estos dos meses de entrenamiento constante todas las mañanas han rendido sus frutos. Logré subir todos esos treinta pisos con apenas un leve cansancio. Aunque el sudor y los jadeos no indicaban lo mismo pero es normal.
—¡Itsuki! —la llamé y ella volteó a verme justo cuando salió del ascensor.
—¿Uesugi-kun? ¿Qué haces aquí? —preguntó muy sorprendida.
—¿Recuerdas que me pediste ayuda para estudiar? Parece una rara casualidad pero me contrataron para ser tutor de la familia Nakano, en pocas palabras, tú eres una Nakano, ¿no? Significa que soy tu tutor.
—¿Tú eres mi tutor? Esto es increíble, no pensé que fuera un compañero de clases... —Hizo una pausa por unos breves segundos, meditando su siguiente respuesta—. Pero si se trata de ti, será un gusto que seas nuestro tutor.
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Soy el malo | Go toubun no hanayome
Fanfic¿Qué se supone que haces cuando tienes muy cerca a cinco sexys y hermosas hermanas quintillizas? Exactamente, buscarás saciar tus deseos más lascivos. Lenguaje explícito y humor grotesco.