Soy el malo | Go toubun no hanayome

Bitácora de mi nueva vida

Jamás me he considerado una buena persona, pero si soy decente y actúo como una cuando es necesario. Digo, tampoco soy un edgy que se ríe de cualquier tontería sensible para los demás. Sí, mi humor es medianamente grotesco pero no me muero a carcajadas por ver un simple cadáver. O sea, ¿eso qué? No entiendo a los niños edgys que piensan que se ven bien haciendo eso.

En fin, tú, la persona que estás leyendo esto. Bienvenido al registro que estoy dejando sobre mi aventura.

En retrospectiva.

Mi vida era perfecta, dedicada a la vagancia y procrastinación, sin ninguna responsabilidad u obligaciones que me molestasen. Sin embargo, de un momento a otro, mi mente o mi alma, como sea que lo quieras llamar fue "transferida".

¿A dónde?

Al cuerpo de Fuutarou Uesugi perteneciente a uno de los mangas que me leí hace tiempo.

Y lo odio bastante, es parecido a algún isekai genérico pero... De entre todas las posibilidades que existen, ¿de verdad? ¿Este tipo?

Bien podría ser Goku o alguien que viole con la mirada pero... ¡¿Este tipo?! ¡¿Es en serio?!

Es todo lo contrario a mí, su vida está plenamente dedicada al estudio. Ni siquiera tiene una vida social y sumando el hecho de que es pobre.

O sea... ¡Ni siquiera hay internet en mi ahora casa! ¡No hay nada! El teléfono de Fuutarou es una basura, el mío que era de gama media ya lo superaba con creces...

Ay, dios mío...

Tal vez piense mucho en lo material, pero si nos quitan todo lo nuestro, lo primero que haremos será pensar en recuperarlo. En mi caso, extrañarlo y desearlo.

Además de que en cierta parte, extraño a mi familia, ¿saben? No era perfecta pero si era genial. Ni hablar de mi querido perro. Si esto no es un sueño producto de que estoy en coma o algo por el estilo, probablemente jamás volveré a ver a mis seres queridos.

Mi perro era la luz de mi vida.

Ya paro, sueno como un furro.

Regresemos al tema, que vida más de mierda fuí a tener. Sí, sé que conoceré a las quintillizas y habrá un romance, bla, bla, bla pero... ¿Y eso qué?

Eso no compensa nada, NADA.

De acuerdo, definiré mis planes.

Haré lo que más odio, estudiar. Con el único motivo de tener éxito en la vida y tener una buena profesión para irme de Japón.

Definitivamente no pienso quedarme en un país como este, en el que probablemente termine como un simple asalariado que es explotado a más no poder. El empleo en este país es una mierda, y yo no pienso soportar eso.

Me iré a algún país extranjero, probablemente a alguna parte de Europa. Aún es muy pronto para pensarlo, estoy aún en preparatoria.

En cierta parte, tengo muchas ventajas. Conozco a detalle la historia de este tipo además de que ahora poseo sus recuerdos, costumbres y hábitos. Básicamente, aprendí gratis a hablar japonés y sus conocimientos que tanto estudió, son míos. Sin contar con el español e inglés que vienen de mi parte.

Ay dios... Una cosa más.

Este corte de pelo es horrible, cuando tenga dinero lo primero que haré será ir a una barbería y hacerme un buen cortesito de pelo fachero. Y la condición física es horrible, de ahora en adelante, me pondré a hacer ejercicio.

Ah, otra cosa más.

Culearme a las quintillizas.

Tengo que aprovechar, ¿no? Por eso mismo, seré el malo.