Soy el malo | Go toubun no hanayome

Empieza lo interesante

Dos meses, dos aburridos y muy largos meses han pasado desde que soy este patético hombre. Para alguien desobligado como yo, ser Fuutarou es lo más difícil del mundo. Soy pobre y no tengo los típicos medios de entretenimiento como la televisión o el internet. Solo hay una pequeña radio de pilas.

Al menos eso me sirve para no distraerme mientras estudio y hago ejercicio. Las únicas dos cosas que hago en esta aburrida vida. Durante los días de escuela, vaya, lo peor. Ni un solo amigo y parece muy difícil hacer uno cuando ya tienes una reputación marcada.

En este caso, soy el chico asocial amargado, distante y arrogante. Probablemente ni en tercer año pueda quitar esas etiquetas de mí. La universidad será la oportunidad en la que me reinvente y pueda iniciar desde cero. He oído que la universidad en Japón tienes más libertades que en el colegio y es más suave. Esperemos así sea.

En fin, en estos dos meses, he logrado un ligero cambio físico que empieza a ser notable, aunque gracias a mi horrible ropa, no lo es. Fuutarou siempre fue delgado, así que el problema de engordar no existe por ser pobre. Solo gano un poco de masa muscular y empiezo a definirme.

Los primeros días fueron una tortura ya que ni correr diez minutos podía, mucho menos hacer más de cinco planchas ni abdominales. Pero sé que tengo que dejar mi vida de procrastinación atrás y tomar el papel de este imbécil.

Mi ahora padre y hermana menor, se sorprendieron bastante cuando me vieron hacer por primera vez ejercicio. Isanari se burló pero no me molesta en absoluto, así es la gente y en especial la familia, aunque no lo digan de mala intención.

Crecí un poco de estatura, supongo que puedo darle los créditos al entrenamiento. No sé como funcione el cuerpo humano pero estoy seguro de que ejercitarme tuvo que influir en algo. Originalmente medía 178 centímetros pero ahora mido 183 cm. No es mucho pero bueno, aún tengo 17 años, tal vez pueda crecer un poco más si continuo en este ritmo.

Y sí, no descuido para nada mis estudios. Me despierto por lo menos una hora y media antes para entrenar, después de eso, estudiar a más no poder.

Es demasiado triste, lo sé. Mi vida anterior era mejor, amigos con los cuales salir e internet para distraerme. Si nada cambia, tal vez me vuelva loco.

¿Qué es más patético? Así es, comprar un menú de carne asada sin la carne. Es el único platillo que me puedo costear con el mísero dinero que tengo en mi billetera sin comprar únicamente el arroz.

Ay, dios mío, me quiero morir. Extraño las comidas de mi vida anterior. Raiha solo suele preparar arroz y demás platillos japoneses como curry. La verdad, no me gusta. Siento que el sabor es muy insípido.

¡La comida occidental tiene mucho más sabor! A este paso, voy comenzar a odiar el arroz.

Bueno, una vez que compré mi patético menú de carne asada sin esta, me dirigí hacia mi lugar de siempre para almorzar tranquilo y estudiar un poco. Como siempre, no faltan los hijos de puta que hablan de mí sin preocuparse si los escucho o no. Yo no soy Fuutarou, yo si les rompo el culo si me fastidian.

Sin esperar nada sorprendente, llegué a mi mesa y... Mi bandeja acaba de chocar con la de una chica. Bajé la mirada por ser más alto que esa persona y la ví.

Es la gorda de Itsuki.

Al parecer llegué dos meses antes de que los acontecimientos principalmente iniciaran. Fue un buen período para acostumbrarme, seh.

A mis ojos, no la veo como si estuviera en un anime. La veo en tercera dimensión como una persona real y, ¡Vaya!

Su cabello es rosa, pero por alguna razón se ve natural y no como esos tintes o pelucas horribles de cosplays baratos. En fin, físicamente... ¡Es una sexy diosa! Con solo ver su cara, parece extranjera con esos ojos azules tan grandes y su piel blanca sin ninguna imperfección. De enfrente, se nota que su busto es grande pero su suéter del uniforme la hace pasar desapercibido.