Capítulo 8

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Doce años atrás.

Una figura alta y encorbada caminaba a paso lento por el sendero lleno de setos de la institución Renjia, un colegio al que solo podían asistir las personas más prominentes de la ciudad.

El viento soplaba las hojas de los árboles que caían sobre su cabello castaño.

Un ambiente armonioso y brillante predominaba en el ambiente acompañado por las risas lejanas de los demás niños en la cancha de baloncesto.

Un claro contraste con la mirada nublada y pérdida del niño. La tristeza se reflejaba en sus ojos.

La desesperación lo invadía por completo.

El solo pensar que mientras él estaba metido en un colegio tan costoso su familia estaba pasando por una fuerte crisis que los podía dejar en la calle en cualquier momento, le horrorizaba.

El sentado siendo un pusilánime inútil sin poder hacer nada.

¡Se sentía tan impotente!

Hoy precisamente que eran los juegos del colegio donde todo era alegría y bullicio, es cuando más buscaba alejarse de todos.
Le enfermaba ver lo hipócritas e interesadas que eran las personas.

Tan sólo hace un par de años sus compañeros de clase lo buscaban y lo asediaban con todo tipo de atenciones tratando de ganarse su simpatía. Y ahora solo era despreciado y visto con burla por todos.

Cuando el árbol esta caído todos quieren hacer leña de el decían, la afirmación no podía ser más cierta.

¡Maldición! Si tan solo no hubieran salido esa mañana.

Hace dos años la tragedia fue lanzada sobre su familia cuando al salir a dejarlo a su partido de básquet tuvieron un accidente automovilístico. La lluvia torrencial de aquella tarde le impidió al conductor del camión ver que su auto cambiaba de carril por lo que se estrello con la parte trasera del coche.

El resultado.

Una madre en cuidados intensivos, una hermana a punto de perder la pierna y un padre al borde de la desesperación intentando además salvar la compañía familiar.

Lo que le causó a él, miro a sus pies y suspiró resignado.

Su disparejo caminar y la cicatriz eran constante recordatorio de sus penas.

Se sentía tan miserable.
Si el no insistiera en ir a ese condenado juego nada de eso les hubiera sucedido.

No tenía ni un solo amigo que lo acompañara para decirle que todo estaba bien ahora en sus momentos más difíciles, y muy por el contrario los demás parecían regocijarse de la desgracia de su familia.

Sintió una punzada en su pierna derecha al aumentar el ritmo de sus pasos cuando escuchó varias pisadas siguiendolo. El doctor dijo que necesitaba también tratamiento pero seria egoísta quejarse de su dolor cuando su padre ya tenía demasiados problemas.

--- ¡Detente ahí basura!

No se detuvo a pesar de los gritos que recibía, su frente estaba empapada de sudor y su cara pálida demostraban el fuerte dolor que sentía, no obstante su determinación era más fuerte.

--- ¡Parece que la rata es muy escurridiza! Aún siendo cojo intenta huir. Era de esperarse de un monstruo como él.

Fue tomado por el pelo y arrastrado sin piedad por cuatro niños hacia unos arbustos lejos de la vista de todos. Su uniforme de baloncesto no le cubría la piel lo suficiente como para protegerlo de los raspones al ser halado sobre las piedras de forma brusca, apretó los dientes de forma fuerte ante los insultos y burlas de los niños.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2021 ⏰

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Anan Seok le dice ¡no! al señor XiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora