¡Manos a la obra, bichs!.

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Parpadeé varias veces. Me arropé con la poca ropa que tenía, junto a mi prima. Afuera hacía frío, demasiado para la época en la que estamos.

Seguro se preguntaran: ¿Estás fuera?. Y sí. Mientras la pequeña Hallie duerme dentro de la casa, Anna y yo estamos fuera. Obligadas por mi madre.

Consejo: JAMÁS DE LOS JAMASES SE ACERQUEN A LA COCINA DE MI MADRE. NUNCA.

Anna ronroneó a mi lado y sus brazos cubrieron mi estómago.
- Justin...

Aww... no.
- ¡Suéltame. No soy Justin!.-grité.

Me apretó más hacia ella y pataleé.-¡Auxilio!.
-¿Quieres callarte?.-dice a regañadientes Anna.
-¡YA PUEDEN ENTRAR!.-la voz de mi hermano se escuchó por todo el jardín.

Torpemente me levanté de la manta sobre el suelo y corrí hacia la entrada, seguida por mi prima.
- Mataré a mi madre.-susurré mas para mí que para el resto.

Su muerte será lenta y silenciosa.
***
- Es que... me aburro.-Ali hizo una mueca.
- Llevaremos comida.-Jess pasó la lengua por sus labios.
- Y yo algo para beber.- dijo Lor que se encontraba con una ceja alzada.
- Yo no tengo problema.-me encogí de hombros.
- Entonces...¡Party Zorras!.-exclamó Kris y todas gritamos.

Una pijamada... y como la primera vez, en mi habitación.

Llegamos a la clase de Química y tomé a Kris de la muñeca guiándola hasta el último escritorio de la izquierda.

Eddie al entrar y vernos nos sonrió, ambas copiamos su acción. Sus manos estaban guardadas en los bolsillos de su jean, la cabellera rubia desodernada reveldemente y la mochila colgada al hombro.

Un chasqueo de dedos me sacó de mis pensamientos.
- Despierta Kate.-Kris rió.

Vi a el profesor llegar y sonreí.

Genial, ahora haremos el que tanto comentó.
- Bueno chicos. Como estuve comentando clases pasadas hoy representaremos la unión iónica de dos...dejé de prestar atención cuando alguien zumbó por lo bajo.
- Pasale a Jess.-susurró la castaña a mi lado con un papel en la mano debajo del escritorio. Lo tomé y esperé a que el profesor diriga su mirada a otro lado que no sea el mío. Susurré cerca de ella y la rubia se desconcertó de la clase para mirarme.
- Es para tí.
-¿Qué es?.-su rostro reflejaba completo asombro.

Me encogí de hombros y me estiré un poco, pero perdí el equilibrio y caí a bruscas.

Me levanté rápido del suelo, teniendo frente a mí a el profesor.
- ¿Quiere compartir algo con la clase Mckenzie?. -podía escuchar varias risas por lo bajo.
- Emh...yo...solo quise matar a una hormiga. -esta vez todos se carcajearon, todos menos el malhumorado que estaba frente a mí.

Fué lo mejor que improvisé.
-¿Y usted piensa que yo le voy a creer?.

Mi reacción era nula. Observando fijamente al profesor.

Apreté los labios.
- No.
-¿No qué?.

No, viejo estúpido.
- No.-¿qué pretendía que dijiera?.
- Afuera.-señaló la puerta. Sonreí divertida y con pasos largos salí de la clase.

Miré a mi alrededor. Era la única fuera del horario de clases.

Lamento traer los materiales y no poder usarlos. Maldita sea.

Tenias que ser tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora