Siguiendo al Playboy.

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-Me aburro.-dijo Kris alargando la U. -Quiero vengarme de alguien.
-¿De quién?.-pregunté terminando de guardar algunas prendas. Me era fácil acostumbrar a compartir la cabaña con ella.
-Nose.
La miré y fruncí el ceño.
Ella solo se encogió de hombros.
-¿Qué?¿Nunca has querido hacer una maldad pero no tienes a nadie porque son todos unos malditos inocentes en ese preciso instante?.-elevó un poco el tono de voz.
-Mh no.-reí.
-Agh, que aburrida eres Kate.
-Claro que no, no me dicen Kristen.-le regalé una sonrisa burlona.
-Y a mí no me dicen fosforito.
¿Fosforito?.
-¿Por qué fosfo...?
-Shh, quiero escuchar el sonido de la naturaleza.
¿Fumó orégano o qué?.
-Escucha Kate, Ochurus nos llama.
Reí y negé con la cabeza.
-Sip, en definitiva fumaste orégano.
-¡Atención, todos los alumnos deben concurrir al buffet de inmediato!... Cambio y fuera.-habló por lo bajo la profesora y luego rió.
Pues yo creo que pensó que no estaba al aire.
-Vamos.
Caminé detrás de mi amiga hasta llegar al comedor donde ya varios chicos se encontraban.
-Pequeños bomboncitos...
-Ay no, la profesora se ha puesto melancólica.-Kris golpeó con su mano la frente.
-Yo soy un bomboncito con dulce de leche y almendras.-Matt movió sus pestañas seguidamente provocando risas.
-Yo...soy de chocolate blanco bañado con rocklers.
Dios, estos chicos sí que están mal.
- Y yo tengo relleno de nutella. Ja, les gané a todos. -La castaña comenzó a bailar, en ridículo.-Acompáñame Kate.
Traté de copiar su humillante paso moviendo exageradamente el trasero.
En este momento eramos el centro de atención, y burla agreguen.
La profesora carraspeó sobre el micrófono y me detuve.
Solo YO me detuve.
-Oh sí, ajá...que buen trasero tienes Kristen.
Oh no, cantar no por favor.
-Kris, ya basta.-susurré tratando de no quitar mi irritante sonrisa de la profesora.
-Prosiga.
-Gracias.- la profesora habló de mala gana.-Bueno, como les decía antes de ser interrumpida... -nos miró detenidamente y luego sonrió sarcástica.
¡Eih, no fuimos las únicas que molestaron!.
-En este campamento tendrán que moverse mucho, y ya saben como es el profesor que prefiere entrar en calor con juegos, así que... ¡Mancha Zombie!.
Todos gritaron pero yo no acabé de comprender.
-Ganaremos.
-Oh sí, claro.-dije con extremo entusiasmo.
-No sabes como se juega, ¿verdad?.
Ladeé mi cabeza.
-Pan comido... Ochurus bríndame poderes.
Ella rió.
-Consiste en que si te tocan tienes que quedarte con las manos extendidas como un zombie, hasta que te toquen y nuevamente puedas integrarte en el juego ¿Entendido?.
Asentí con la cabeza.
Pan comido.
-Todos diríganse al centro habilitado del bosque.
Al estar allí sentí la adrenalina correr de inmediato.
-3...2...1...-un silbato sonó y todos comenzaron a correr.
Traté de esquivar y a los que estuvieran dentro de mi alcance y MANCHARLOS.
Veía a Ali venir hacia mí, pero mirando hacia atrás. No fué dificil tocarle el hombro y decir "manchada".
-Queda mejor "zombiada".
Reí falsamente y rápidamente puse una expresión seria.
-No.
Escuché un grito acercándose.
Oh no, correré por mi vida.
Jess venía con todas sus fuerzas hacia mi. Me alejé del lado de Ali y corrí por entre arbustos. Me escondí detrás de uno de ellos esperando a que la rubia se acercara.
-Ven aquí rubia. No te haré daño.-dijo observando detenidamente todo y avanzando.
Esperé a que estara dada vuelta y dejé reposar mi mano en su hombro.
Ella pegó un salto y volteó.
-Creo que eres un zombie.-sonreí victoriosa.
-Zorra.
-¿Que tú eres qué?.
-Tú eres.
Le saqué la lengua y me volteé chocando con alguien bruscamente.
¡Maldito idiota, me golpeaste la frente!.
-Manchada.-sentí un fuerte golpe en mi hombro al mismo tiempo en que escuché la voz masculina no reconocida.
Suspiré y alzé la vista extendiendo mis brazos.
- Te ves ridícula. -dijo Jess con un tono dulce pero a la vez burlón.
-Cállate.
Permanecimos así un tiempo hasta que pasó Matt y Jess lo detuvo.
-¡Eih!.
-No hablo con zombis.
-Ya idiota, sálvamos. O mejor dicho sálvame.-rió ligeramente.
-¿Y yo?.-me sobresalté.
-Te quedas. Y cuando tengas ganas de ir al baño haz una señal de humo.-Matt y ella rieron.
-Muy graciosa.-dije con sarcasmo.-¡Ya Matt apresúrate!.
El castaño nos tocó el brazo a ambas y corrimos.
Le di un golpe suave al chico a mi lado y sonreí.
-Manchado.
-¿Qué?.- se sobresaltó.-No se vale.
-Claro que sí.-salí corriendo y miré a mis lados, desafiante.
¿A quién más "zombiaré"?.
***
-¿Quieres despertarte?.
Suspiré frustrada.
-¿Y tú quieres dejar de molestarme colocando lápices dentro de mis jeans?.
Kris rió.
-Creo que es la mejor estrategia de divertirme.
-No creo eso.-Kris se apartó dejando la habitacion solitaria, a excepción de mí.
Luego del juego, que obviamente no había ganado yo, me recosté y caí en un sueño profundo.
Realmente no se me ocurren ideas de qué hacer el tiempo que estaré aquí...mucho pensar. Volveré a dormir.
Mi celular comenzó a sonar, no tarde mucho en contestar la llamada ya que sabía quién era.
-No te imaginas cómo me aburro. -se escuchó del otro lado de la línea.
-Tú no me llamaste solo para eso.
-Es que...te extraño mucho.
-¿Tú extrañandome?.-reí falsamente.-Ni que me amaras.
-Claro que te amo.-su voz sonó firme y burlona a la vez.
-Aww, pero que hermosas palabras.
-Tampoco te lo tomes muy amoroso. No eres Nutella, Kate.-habló entre risas.
-Púdrete Jess.
Finalizé la llamada.
Esto de ser adolescente y morir del aburrimiento no me gusta nada.
Pense y me sonreí a mí misma.
Cogí nuevamente mi móvil y armé un grupo de Whatsapp con las chicas.
Rubia 1:(Jess): Lo sabía. No puedes resistir a no hablarme. Tranquila, es normal.
Yo: Psst. En realidad lo hice para poder platicar entre todas y organizar una salida o algo.
Pelirroja(Ali): ¿Tenemos un grupo? ¿Saldremos? ¿A dónde?
Rubia 1: Al único lugar donde saldremos es al baño. ¡Estamos en un camping Kate! No tenemos muchas opciones.
Trasero de mono(Kris): ¿De qué hablan?.
Yo: De poder salir juntas.
Rubia 1: El problema es a donde.
Pelirroja: ¿Y si hacemos una pijamada como la última vez? ¡Quizás sea divertido!
Trasero de mono: ¡Eureka! ¡Por fin Alí usó su cerebro y dijo algo coherente!
Rubia 1: Espera...tomamos una manta, la colocamos sobre el césped, nos recostamos bajo las estrellas y comemos pizza o sándwiches...¿Qué les parece?
Yo: Perfecto.
Trasero de mono: Me gusta esa idea.
Pelirroja: ¡Si! A las 9:30 p.m. estaré esperandolas debajo del naranjo gigante. Les haré señales con mi linterna.
Trasero de mono: Ok.
***
Ya casi era la hora, y yo todavia no me habia puesto mis tennis sucios.
Escucho que tocan la puerta y corro a abrir.
Me sorprendo al ver la cara de mi hermano.
-¿Dónde vas a esta hora?-cruzó sus brazos y se recostó sobre el umbral de la puerta.
-Salgo.-le respondí.
-¿Con el "culito"?
No pude evitar reirme.
Hay que admitirlo, ese apodo le sienta muy bien a James.
-No, saldré con las chicas.
En su rostro se reflejo una muestra de confusión.
-Y entonces...¿para quién se estaba arreglando tanto?
Mi mueca fue similar a la de Chris.
-Espera..¿qué?
-Si-Chris se colocó la mano en el cabello.-Vi que tenía unas flores y un reloj muy elegante.
Sentí como mi autoestima se caía y de alguna forma "chocaba con el suelo".
Tomé una bocanada de aire y di mi mejor sonrisa.
-Me parece perfecto.
Chris me abrazó.
-Nada es perfecto, pero tú lo puedes hacer perfecto.
Lo miré algo sorprendida.
-Sabias palabras hermanito. ¿Pero cómo puedes hacer algo perfecto?
Creo que aveces debemos aceptar las cosas como son.
El castaño rodó los ojos.
-Hablas como una actriz dramática de novelas.¡Corre tras él!. No pierdes nada con intentarlo.
Fruncí mis cejas.
-Dramático sería hacer un escándalo porque el chico sólo tiene una cita.
- Nunca hablé de escándalo. Y, el 80% de las citas terminan el algo...más interesante.-El chico golpeó mi mejilla con sus nudillos.-Piensalo bien Kate.
Vi como mi hermano se iba alejándose de a poco.
Quizás tenga razón, quizás los momentos que deben ser perfectos hay que hacerlos perfectos.
Quizás debería hacer de ese momento perfecto.
Quizás debería correr para ver que sucede.
Quizás debería dejar de decir Quizás.
Activé mis motores y corrí con toda la fuerza hacia el cuarto de James.
Empujé la puerta y me adentré.
Seguramente pensarán: Deberías haber tocado la puerta como toda dama.
Pues en este caso, no soy una dama.
Me sentí como un superhéroe entrando en cámara lenta.
Y...no había nadie.
El maldito se había escapado.
Escuché pisadas detrás de mi, supuse que descendían de la escalera y corrí hacia ella.
Vi de una forma muy nítida, casi desapareciendo por completo, una cabellera castaña clara.
¡James!
Adelanté mi paso ágilmente y pude visualizar por su enorme espalda que era él.
En un momento se dio vuelta y me apegé al interior de una pared.
Llevaba un ramo de rosas...esto si no lo quiero ver.
Se dirigió a donde se encontraba la portera y le sonrió al obtener una respuesta.
Salió rápidamente del Instituto y se subió a un auto.
Un hermoso Lamborghini de preferencia blanca.
No podía visualizar quién estaba dentro de éste, sólo se veía una sombra poco nítida.
Apenas partieron corrí hacia el taxi que estaba detrás de el auto que acababa de desaparecer.
Me adentré y dije que yo había pedido éste taxi.
- Siga a ese auto. -señalé hacia el mismo.
Esto se pondrá interesante.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2016 ⏰

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