Tenias que ser tu.

El Comienzo.

-¡Ya levántate. Es tu primer día de clases, tienes que estar lista!
- Mamá unos minutos más.
- ¡Katheryn Elisabeth Mckenzie, ya despierta!-dijo mi madre a regaños. - ¡Bien. No era para tanto mujer!.-dije con una voz media ronca.
- ¿ Que no era para tanto?. Kate, debes llegar a tiempo. Así que ya dirígete al tocador y aséate un poco.-comentó mi madre estando pendiente en el reloj.
Me dirigí hacia el tocador, luego me enjuagé la cara e hice mis necesidades. De pronto escúcho otra vez el grito de mi madre, insinué que estaba despertando a mi hermano por lo dicho.
Luego de salir de allí, me dirigí a la cocina para prepararme el desayuno,me di cuenta que mi madre ya me lo había preparado entonces me senté en el respectivo lugar.
- Mamá es solo un internado.-comentó mi hermano.

Ah, me presento. Soy Katheryn Mckenzie, pero me dicen Kate. Tengo 17 años de edad por lo que éste es mi último año de escuela. Mi familia esta compuesta por mis padres, Nathalie y David, y mi hermano mayor, Chris que tiene 19 pero repitió.
El comienzo es así. Mis padres se estan por divorciar en definitiva porque creen que ya no son "el uno para el otro", por lo que sé. El tema es que pensaron que lo correcto sería apartarnos a mi hermano y a mí de sus problemas matrimoniales y enviarnos a un internado. Una secundaria en la ciudad Stanford de California, Estados Unidos, a kilómetros de mi hogar. Por lo que entonces hoy sería mi primer día allí.

Estaba tomando mi café por lo que levánto la vista y veo a mi padre frente a mí.
- Buen día cariño.-me da un sonoro beso en la mejilla por lo que se lo devolví y le regalé una sonrisa.
- Buen día.
- ¿ Tus maletas están arriba?- asentí mientras tomaba otro sorbo de el café.
De pronto bajó Chris, junto a mi madre por las escaleras y nos saludó. Se ubicó en la mesa donde enfrente se encontraba su desayuno.
- ¿Nerviosos?-comentó mi padre mientras leía el periódico y luego puso su mirada en nosotros.
Chris dejó mostrar su tranquilidad sin nervios, pero, por el contrario yo me sentía insegura.
- David, luego empaca las maletas al auto.-dijo mi madre.- No quiero que lleguen tarde.
- Tranquila Nathalie, sé lo que tengo que hacer. Deja de preocuparte tanto.-siguió mi padre.
- Me preocupo porque es su primer día de clases y solo les queda una hora y media.
- Bien, Chris,baja las maletas.
-¡¿Eh?!-exclamó mi hermano con voz de niñita.
- Que bajes las maletas niña.-bromeé.
Mis padres rieron mientras que Chris me miraba con cara amenazadora.
- Oh mi laidy pues yo le quería informar que como tan macho que soy, debo ser hombre.- dijo Chris y una pequeña risita salió de mi boca.
- Eres una jodida NIÑITA.-resalté la ultimá palabra por lo que todos reímos.
- Ya verás Kate.- comentó mi hermano mientras subía las escaleras con velocidad.
- Bueno Kate, ya puedes ir a darte un baño para estar lista.
- Claro mamá.
***

Ya estaba afuera junto al auto esperando a mi hermano que tardaba demasiado en prepararse para ir a la... escuela. De repente recibo una llamada a mi celular, veo el operador y atiendo.
- Usted se ha comunicado con la señorita Kate Mckenzie, en este momento no se encuentra, por favor déjele un mensaje de voz después del tono de espera. " PI, PI".- bromeé tratando de imitar el tono de espera.
- Oh pues dile que... es una estúpida. -dijo mi mejor amiga.

Emma era mi mejor amiga que habia conocido hace dos años cuando me trasladé a una nueva escuela de Berkeley.Ella era de cabello marrón, piel clara, ojos azules y cuerpo normal.
¿ Quién eres?-dije tomándome un mechón de mi pelo y erizandolo con mi dedo.
- ¡Soy la presidenta de la nación y te ordenó que tú bicho extraño me pases con mi amiga!.-bromeó.
-¡No!-reclamé.- Y tu chiste no da risa.
- Hazlo. Soy la presidenta.
- Idiota, soy yo.
- Ya lo sabía, solo queria ver si lo admitias.- ambas reímos.- No te imaginas lo que te extrañaré rubia.
- Yo también castaña.
- Ven a visitarme, cuando vuelvas a la ciudad.-dijo Emma.
- Claro.- vi como Chris salía de la casa y mi padre me indicaba que ya debíamos irnos.- Ya me debo ir, pero no olvidaré llamarte. Te extañaré.
- Yo más, suerte.
Colgué y me dirigí rápidamente al auto. Me coloqué en el asiento trasero y respiré hondo. Esto si que iba a ser un laargo viaje

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FOTO DE KATE EN MULTIMEDIA.

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