Una excursión terrorífica.

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Un suave tacto recorría por toda la faz de mi cara, dando cierto cosquilleo, y provocando el abrir de mis ojos. Finalmente logré la acción, y me encontré con lo menos esperado. El castaño que lograba hacer perder mi cabeza, sin que yo tuviera ni la propia seguridad de mis sentimientos, se encontraba frente a mí.
Me sobresalté, su rostro reflejaba ternura y relajación, pues este chico si que logró despertarse bien.
-¿Pero que mierda haces aquí?.
Él rió.
-Es muy tarde, ¿sabes?.
Suspiré frustrada y golpeé mi rostro contra la almohada, reposando allí.
¿Cómo es posible que todo el mundo pueda entrar siendo que tiene llave?.
-Despierta.
-Cállate.-dije cortante.
-Creo que olvidaste preparar tus maletas, o por lo menos lo más necesario.
Abrí mis ojos como platos.
¡Oh, rayos!.
Yo sabía que de algo me olvidaba.
Me levanté de un salto y comenzé a revolver prendas en el armario.
Son solo 4 días de excursión, no hay que pensar demasiado en qué llevar.
-Te ayudar...-lo interrumpí.
-No.
-Per...
-No.-elevé mi tono de voz e interpuse mi mano.-puedes irte.
-¡Tú vete al diablo!.-se sobresaltó junto a una mueca extraña. Reí por dentro.
Corrió hacia un lado y estando frente a un mueble junto a cajones, buscó.
Al voltearse tenía una sonrisa pícara y a la vez graciosa. Me cruzé de brazos para no caerme, aún me encontraba algo dormida.
Su mirada volvió a lo anterior, y pude notar que tomó dos prendas, al voltearse nuevamente comprendí.
¡Ay, no!.
-¿Cuál prefieres?.-en cada mano se encontraba un juego de ropa interior.
Corrí a su lado y se los arrebaté.
-¡Vete!.
-Oye, soy bueno convinando. Todo lo que tiene puesto Kristen es gracias a mí. -sonrió egocéntricamente.
-Ahora comprendo todo.-dije pensativa y lo empujé hacia la entrada.
-¿Eso es todo lo que tienes?.-James estaba cruzado de brazos mientras que yo lo impulsaba con todas mis fuerzas, lo que él ni notaba.
No se movía, ni un poquito.
-¡Mueve tu trasero!.-grité.
-¡Calla o te haré mover el tuyo!.-se volteó y quedamos cara a cara.-y no será caminando.-susurró.
Corriendo entonces.
-¡Ya!.
-¡Malditas defecaciones de perro, cállense!.-Kris se encontraba en la puerta junto a una escoba.
Sinceramente se veía bastante amenazable y temib...esperen, ¡¿DEFECACIONES DE PERRO?!.
Miré a James con una ceja alzada, él se encontraba en mi misma situación mientras que mi amiga se adentraba en la habitación.
-¿Qué se supone que es eso?.
La pregunta de James fue bastante clara.
-Pues lo que sale por el tra...-la interrumpí.
-No lo digas.
Kris hizo una mueca.
-Creo que será mejor que ambos se retiren de mi cuarto.
Y aquí va denuevo el empujón pero esta vez a los dos hermanos.
-¿Nos estás echando?.
-No, solo los invito a la salida.-sonreí sarcástica.
Kris tomó el brazo de su hermano y pasó por mi lado, sin antes decirme:
-Ya verás trasero de mandríl.
¿Es que hoy todos la tienen con "trasero"?.
Cerré la puerta a sus espaldas y suspiré. Tomé mi celular y le di play a una de mis canciones favoritas.
Paradise de Coldplay se escuchaba detrás del móvil. No me cansaré nunca de escucharla.
Comenzé a ordenar la habitación y luego me dirigí al baño a asearme.
Al terminar empaqué algunas prendas y otras cosas apresurada.
¡Por fin terminó la espera para nuestra excursión!.
Espero que no aparezca un oso y nos devore crudos.
***
-¡Que sí me guarde el repelente!.
-Shh, deja de gritar.-dije tratando de calmar la voz de Jess.
-Cállate.
Abrí mis ojos como platos.
-Mira niña a mi me respetas. -levanté mi dedo índice con "autoridad".
-Espera un segundo mami...-descansó su celular sobre el hombro.-Shh, ¿qué no entiendes?.
-A mi nadie me calla.-me defendí.
-Mira niña si no te callas te enviaré de una patada a Traserolandia...-tomó de nuevo su móvil y siguió conversando.-Como te decía...
Maldita rubia.
-Todos presten atención, porfavor.-la directora aplaudía llamando la atención de todos.-Como verán, dentro de unos minutos se estaran llendo rumbo a la excursión escolar.-rió forzada.
Ja, ja, ja... pues diría que me meo de la risa. Sarcasmo.
《Agh, si que estás de malas.》
Cállate.
《Oblígame.》
Te pegaré.
《Idiota, te pegarás a tí misma.》
¡Ouh!.
《No lograrás parecerte a Homero.》
-Entonces por eso les cobrarán el adicional de quince dólares por cada uno.
Esperen...¿de qué me perdí?.
Todo por pelear con mi propia subconciencia.
-¿Qué dijo?.-susurré a la castaña.
-Que debemos traer quince dólares previos, desconcentrada. -rodó los ojos.
Me mordí el labio entero siendo lo suficientemente obvia, luego reí.
Su cara, es cómica.
-¿Qué?¿Te comiste un payaso?.
Reí aún más, llamando la atención de algunos.
No era exactamente esa la intención, pero era inevitable reir al lado de esta loca.
Contrólate Kate.
Respiré hondo de una buena vez y regularizé mi risa.
Ya está, listo.
Ya pasó.
Ya lo logré.
《Cállate, pareces idiota.》
Agh, cállate tú.
Me sobresalté al escuchar el chasquido en frente de mis ojos.
-Planeta Kristen conectándose con Planeta Kate.
-Kate, ¿ocurre algo?.-esta vez la que habló fue Ali.
-¿Pensando en el playboy niña?.
Wow, son muchas preguntas a la vez.
-Ya quisieras Jess.
-Sabes que es lo que menos quisiera.-bostezó.
- No me expliques el por qué.-dije moviendo mi cabeza.
Como Jess dice, debo alejarme de James porque me hará sufrir y jamás saldrá de mi cabeza si me enamoro...y bla bla bla.
En definitiva él y yo somos muy diferentes. Lo que es poco probable que la oportunidad se de.
-Corran por sus maletas.-escuché la voz de la directora señalando con el brazo hacia delante.
Todos salieron con prisa, y antes de que me llevaran ellos me apresuré.
Llegué a la habitación y tomé la maleta. Una mediana color gris que me prestó mi madre.
Cogí el bolso de mano donde llevaba lo más importante y salí.
La mayoría del curso salieron junto a mí y bajaron abruptamente las escaleras.
Alzé la maleta y bajé mirando cuidadosamente.
No quería caerme, y menos ahora.
Sentí la valija elevarse y tenerla fuera del alcanze de mis manos.
Oh no, él de nuevo no.
《No negarás que mueres por verlo.》
Si, lo negaré.
-No necesitaba ayuda. -bajé estando a su lado.
- No parecía.
Esa voz, era la lograba hacerme perder totalmente.
Pero, debo alejarme de él. Escucha a Jess.
-¿Es tu primera excursión?. -depositó la carga sobre el suelo.
Asentí con la cabeza.
No mentiría. En las escuelas anteriores sólo hemos ido a fábricas de lácteos o parques.
- La pasarás bien. Tenlo por seguro.-guiñó un ojo y se adelantó al autobús.
Rodé los ojos.
Me apresuré antes de que los asientos estén ocupados por completo, tarde.
Pude distinguir a mis amigas empujando al castaño que se apartó de mí en cuestión de segundos.
Me acerqué y reí.
- ¡Este es el asiento de Kate!.-gritó Ali.
-Aléjate, culito.
Aguanté la risa al escuchar el raro sobrenombre que adaptó James de parte de su hermana.
-¿Kate no les ha dicho que compartiremos el asiento?.
-Tú no cabes. -habló Jess siendo obvia. - y tu culito tampoco.
-¡No me digan culito!.-dijo James a rregañadientes.
Pensar que cuando las conocí creí que eran normales.
Como no decirle "culito" si su trasero es como una deliciosa manzana.
¿Eh?¿Yo dije eso?
-¡Kate, ayúdanos!.
Estando frente de él coloqué mis manos en la cintura y lo miré desafiante.
-Muévete.
-Ya quisieras.
-Si, quiero que te vayas.-ataqué.
-Con una condici...-lo interrumpí.
-No hay condición.Vete.
-¿Te gustan las marmotas?.
¿Qué?.
-Que te vayas.-respondí casi gritando.
-Siéntate encima mío. -se acercó a mí.-¿O tienes miedo de sentir algo indebido?.-susurró.-Wow, rimé.-rió.
Se puso de pies y suspiré.
Ya era hora.
Grité al caerme por el autobús que arrancó con prisa, y teniendo a James sobre mí.
- Las consecuencias de discutir con un imbécil.-susurré.
Matt ayudó a levantar a James y luego me extendió la mano, al jalar con fuerza de ella pude notar sus músculos fornidos y detallados.
Si Jess supiera lo que veo me mataría. Aunque niege que ya no siente nada por él, algo no le deja de atraer.
Le agradecí a Matt y él sonrió, ambos volvimos a nuestros asientos.
-Aww, que hermosa pareja forman Kate y Matt.-habló Jess con esa mueca de "enternecida" entre comillas muy grandes.
-No te lo robaré. Además, no sabes ocultar tus celos. -le respondí con una sonrisa burlona.
Pues la rubia sabía muy bien lo que hacia.
Le regale a Jess otra pequeña sonrisa sarcástica y me senté.
Había mucho alboroto, y eso que algunos de la gran mayoría se encontraban con la vista en su celular, incluyendo a mis amigas.
Yo por mi parte tomé los audifonos y elegí una canción.
Mis párpados se cerraban solos, tratando de mantener el aguante...

-Kate.-susurraron.
-Se durmió enserio.
-Estúpida, hace ya 45 minutos que está así y tú dudas si se durmió.
Susurro de Kris+Respuesta incoherente de Ali+Grito de Jess.
Hermoso despertar.
-Oigan, no griten.
+Razonamiento de Lor.
-Malditas perras, no es modo de despertar a una persona.-regañé.
-¿Y qué, te quedarás durmiendo aquí arriba mientras las ardillas te devoran viva?.-Jess alzó las cejas.-No, no lo harás. Así que mueve tu trasero de ese asiento y bajemos.
-Pero... el autobús todavía no ha parado.-Kris señaló la puerta.
-Oh, claro. Esperaremos.-la rubia sonrió estúpidamente y apartó un mechón de cabello de su cara.
Suspiré.
-Rubias.-rodé los ojos.
-¿Qué piensas teñirte de castaño?.
Ja, eso no fue divertido.
-Jess mejor cierra tu boca...
-¿O qué?.-la rubia se me puso frente a mí junto a una sonrisa burlona.
-O te baño en miel.-abrí mis ojos.
-Ja, sigue creyendo que Winnie Pooh vendrá a comerme.
Ya vendrá...
La voz del profesor indicando que bajemos se escuchó bastante clara; y todos obedecieron.
Los demás salieron con tanta velocidad que yo me quedé en los últimos. Estando detrás de Jess, me monté sobre ella en forma de "caballito".
-Ija.
-¿Cómo cuántos kilos pesas?.-protestó.
-53 masomenos. -sonreí mostrando todos mis dientes.
-Puff, eso ni el perro te lo cree.
Maldita perra, estoy a dieta.
***
-¡Carajo!¡Maldita porquería!.
-¿Puedes dejar de quejarte?.-le supliqué a la castaña.-Please.
Agh, soné a una rubia fresona.
Kristen soltó todo al suelo, dándose por vencida.
Suspiró frustrada.
-Esto-señalaba cada palabra con su dedo.- es una maldita cosa que no se arma...¿No te parece raro que Jess y Ali todavía no volvieron?.
Suspiré.
Sip, lo más raro era que TODOS se hayan ido. Con Kris creemos que fueron a buscar leña, pero, creo que no es como pensamos.
- Oigan, ¿qué hacen?.-Jess inclinó la cabeza, confusa.
- ¿Qué no ves que estamos armando la tienda de campamento?.
-Estúpidas, Ay por...-golpeó su mano en su frente. ¡Detrás se encuentran las cabañas!.
No, es chiste.
-¿Hablas en serio?.
-Claro que sí. -rió.-Vamos.
Ambas nos miramos con Kris y juntamos rápidamente las cosas, luego corrimos a su lado.
Entré a la pequeña cabaña asignada. Wau, es más grande de lo que pensé. -¿Cuál es mi cama?. -pregunté con estusiasmo.
-La peor.-Ali sonrió sarcástica.
-Querrás decir para ti.
Rió y me señaló a la derecha.
Al llegar a la misma subí mi maleta y desempaqué lo más necesario. El cargador del celular como ejemplo.
Mi teléfono sonó alarmando la llegada de un mensaje.
Desbloqueé y leí.

¿Es cómodo el lugar cariño?.

Número desconocido.

James, estoy segura.

Déja de molestar James.

Tiré el celular a la cama y me lanzé en ella.
Hize un mohín cuando escuché denuevo el sonido de notificación.

¿No te parece que James te hubiera llamado "bebé"?.

No contesté; sin darle la menor importancia.
Intenté dormirme cerrando los ojos con fuerza.
Maldita sea, el chico me ha dejado con la intriga.
Otro mensaje.

Eih, contesta.

Bye niño, la cama me espera.

Tenias que ser tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora