Un error afortunado

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Han pasado 2 semanas desde que los 7 pecados capitales y los 10 mandamientos (o los que quedan de ellos) hicieron las pases y la paz llegó, pero por las dudas meliodas y zeldris fueron en busca de los mandamientos de los fallecidos ya que contiene poder del actual rey demonio y podría buscarlos para fortalecerse.

El trío de hermanos demonio sabía que esta paz no le agradaría en lo más mínimo a su padre, y sabían que tenían que prepararse para algo peor. O por lo menos durante los próximos 2 meses se tendrían que preocupar si su padre decide hacer un movimiento en contra de ellos, por que entendieron a las malas que sus parejas y los 2 dioses del otro universo son más que suficiente para hacer que el rey demonio se doblege y pida piedad por su vida.

Por alguna razón el chakra era sumamente efectivo contra el poder demoníaco y hasta kakashi les podía hacer frente. Sin embargo se dieron cuenta de lo peligrosas que eran sus parejas cuando los hermanos se fueron a buscar los mandamientos y no les dijeron nada a sus parejas que tenían más cambios de ánimos que gowther.

Hace 1 semana
Meliodas y zeldris vuelven a la taberna luego de estar afuera por 3 días en busca de los mandamientos. Al entrar meliodas saluda animadamente.

-hola chicos, ya volvimos

-meliodas corre, perra, corre. Si es que todavía quieres tu columna vertebral y todas las extremidades- dijo kurama en un tono burlón pero en vos relativamente baja ya que todos en la taberna los escucharon.

-que paso? Por que?- pregunto zeldris

-ustedes se fueron sin decir nada y bueno...-decia kakashi pero se calló cuando un peli negro extremadamente cabreado y un rubio con el mismo humor bajaron de sus habitaciones después de escuchar la vos de meliodas, unas auras malignas los cubrían a ambos que incluso hizo que a zed le diera un escalofrío aunque haya sido el anterior juubi.

Meliodas y zeldris quedaron más pálido que cierto ninja que usa tinta.

-me alegra que vuelvan a salvo- dejeron sasuke y naruto al unísono con una voz empalagosamente dulce, causando miedo en el corazón de todos los presentes

Meliodas y zeldris se miraron y sin decir una palabra se echaron a correr hacia el bosque pero antes de que pudieran alejarse más de 10 paso, un brazo gigante de color púrpura apareció de la nada y los atrapo, meliodas activo su modo asalto por la desesperación y trato de soltarce pero ese pedazo no se movía ni un milímetro.

-kurama ni me prestas tu poder durante un rato- dijo inocentemente naruto.

-claro cachorro, seguimos unidos por el sello, usa lo que quieras. Esto será dibertido- contesto kurama con una gran sonrisa.

Naruto se puso su manto de chakra de kiuby y se formó un zorro dorado detrás suyo, una mano de ese animal se acercó al meliodas atrapado que se desesperaba aún más en salir pero si éxito del susano. Meliodas al ser agarrado por la forma de chakra que formó naruto, trato de cambiar su actitud con halagos.

-cariño, no sabes cuánto te extrañe ¿cómo están nuestros hijos? No querrás que nazcan si padre ¿no? -decia meliodas con la esperanza de que se suavizará y no lo matara pero no espero que la sonrisa de naruto se hiciera aún más grande.

-tranquilo, me aseguraré de que uno de tus corazones quede intacto o en caso de que accidentalmente destroce todos tus corazones kaguya puede solucionar ese problemita ¿no crees?- contesto naruto muy dulcemente dejando más que pálido al demonio pero este se armó de valor (que ni el sabe de donde) y se recigno a recibir sus golpes.

-cachorro, yo tengo látigos, cadenas y algunos cinturones por si gustas- decía kurama dejando en shook a los demás

-gracias por tu oferta pero quiero probar algo que estuve entrenando estos días que estaba SOLO - decía naruto recalcando "solo" mientras miraba fijamente a los ojos aterrorizados del demonio. Y detrás de la espalda del joven se formó un tentáculo de chakra color celeste que de apoco este cambiaba para hacerse más largo y delgado, luego salieron otros 4 tentáculos que de apoco tomaban forma de cadenas y se aferraban a las cuatro extremidades del ojiverde manteniéndolo colgado.