—Anónimo.
Cuando entré a primer año de secundaria me hice amiga de un chico, nos decíamos hermanos porque compartíamos el mismo apellido, nos hicimos mejores amigos, juntos siempre.
En segundo año, un día me dice que nos juntemos en una roca gigante que había en medio del patio del colegio, y que generalmente los novios usaban como punto de encuentro, no pensé mal para nada. Cuando llego vi que tenía una carta en la mano, la veo y le digo: "Si es lo que creo, te digo ahora que no, no quiero saber qué dice y no quiero matar la amistad que tenemos". Se rio y dijo que no era nada de eso y guardó su carta. Todo siguió perfecto.
En tercer año reprobé y quedamos separados, pero había días que nos tocaba en la misma jornada, él tenía dos horas y después libre, ocupaba el tiempo juntándose en la casa de un compañero a beber y fumar. Cuando se hacía la hora de irnos a casa alguno me entregaba su billetera y a él. Yo tomaba un taxi y lo dejaba en su casa, sacaba dinero para mi pasaje y me iba a la mía, cada miércoles era así.
A fin de año alguien los descubrió y la novia de uno de los del grupo, que siempre grababa todo, mostró la evidencia para salvar a su novio. Llamaron a los padres de todos y yo estaba muy asustada de lo que pudiera pasar. Cuando terminó la reunión le pregunté a su mamá qué había pasado y la mujer me trató pésimo, me dijo que la culpa de todos los problemas de su hijo era mía. Yo sabía que le caía mal, pero nada más.
Seguimos siendo amigos y el año que yo salí del colegio quedé embarazada. Él me apoyó en todo porque yo estaba sola. Al tiempo, conocí a alguien maravilloso y él estaba muy feliz por mí. Tiempo después, mi novio me pidió matrimonio y obvio que el primero en enterarse fue él. Habló con ambos y estaba muy feliz por nosotros.
Pasó el año y en verano me llamó por teléfono y habló conmigo, pero sonaba irónico, sarcástico, me aburrí y colgué. Al rato me llamó su hermana y yo no entendía de qué hablaba. Me explicó bien y me quería morir.
Cuando estábamos en primer año, les dijo a sus amigos que yo le gustaba y, cuando estaban comiendo en su casa, la mamá preguntó si tenía novia. Ellos me nombraron a mí y él no desmintió nada. Para la señora yo era su "novia", cada vez que él estaba enojado, feliz o triste era por causa "mía". Para colmo, pensaban que era la novia que se "buscaba" a otro y cuando terminaba con ese "volvía" con él. Cuando quedé embarazada fue de "otro" y el tan bueno me "perdonó".
Estaba borracho porque no asumía que yo me podía casar y había tratado de matarse dos veces. Cuando quedé embarazada y cuando me pidieron matrimonio, recién ahí su hermana empezó a sospechar. Fue horrible, como si me golpearan sin parar, lo llamé y le grité todo lo que sentía en ese momento y nunca más volví a hablar con él, porque me hizo quedar como una perr@ promiscua y mala con toda su familia y eso rompió mi alma. Siguió llamando, enviando mensajes y mails por un tiempo. Después hizo lo mismo con terceras personas, pero nunca más quise saber de él.
Ahora estoy tranquila, esa última llamada la usé para botar todo lo malo. Consejo no sé, estas cosas son extrañas, creo que nadie imagina ser amigo de alguien y 8 años después enterarse de algo así, solo les digo que no se queden en que la amistad es lo primero porque alguien así no es tu amigo.
~Comentarios de la autora~
Gracias por compartir tu experiencia y de verdad que lamento mucho que te haya pasado algo así. Y es que existen personas que nada más manipulan las cosas a su conveniencia y no aceptan un «no» por respuesta. Creo que, si de verdad hubiera querido tu felicidad, te habría dejado ser feliz con tu novio.
Cada uno lidia con sus problemas de manera diferente, pero nunca a posta de otro. Perjudicar a alguien y a la percepción que otros tienen de ella, más por el simple hecho de no poder aceptar las cosas, es algo simplemente deplorable y me alegra que ya hayas sacado a esa persona de tu vida.
Como dije en el apartado anterior, algunas veces es mejor dejar ir a alguien, será más beneficioso tanto para ellos como para ti. En este caso, él dejará de enfocarse en ti y en algo que no podría ser e incluso podría mejorar, y tú vives más tranquila con nuevas experiencias y personas en tu vida.
Agregando a tu consejo, considero que existen amigos que sí valen la pena, es sólo saber identificarlos y cuando uno haga algo que realmente te incomoda hablarlo con él o dejarlo ir si ves que no parará. En este caso, no sabías lo que él estaba diciendo de ti y es horrible enterarte después de tantos años de amistad, pero él hablaba desde sus emociones y claramente desde su inmadurez. Una amistad buena y sana siempre se basará en la confianza y comunicación efectiva, cosa que yo creo le falló a él al no hablarte de frente las cosas y mejor hablar de ellas a tus espaldas.
Un buen amigo te escuchará cuando le compartas algo, te dirá las cosas como son para no lastimarte y estarán ahí para ti. Esas son las amistades que valen la pena.
De nuevo, gracias por compartir.
~Nota de autora~
Recuerden practicar el RESPETO al leer esto y comentar, todos actuamos de maneras diferentes ante diversas situaciones y no estamos aquí para juzgar las decisiones de otros, sino para mostrar nuestro apoyo hacia esas personas.
Si quieres mandarme tu historia/experiencia recuerda revisar el apartado de «Introducción» en donde puse todas las especificaciones.
Síganme en mi instagram :)
Au revoir mes rêveurs,
Vale se va ✌
ESTÁS LEYENDO
Hablemos de amistad
Random"Dejar ir a las personas tóxicas en tu vida es un gran paso para amarte a ti mismo." Si buscas apoyo o quieres dar el tuyo, este apartado es para ti ❤