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Conocer a los padres de tu pareja, debía de significar un paso más en la relación, debía significar que estaban realmente serios con la relación.
Pero más que avance, para Argentina fue dejar de que fuese una mierda, para empezar a ser una mierda con brillantina.
— Honey, we've been dating for a year, I'd love for you to meet my parents [Cariño, llevamos un año saliendo, me encantaría que conocieras a mis padres] — sonrió, algo avergonzado, mientras sostenía las manos de su amado novio. Que tan solo con mirarlo, con esa medía sonrisa que hacía cuando algo le gustaba, sentía que le temblaban las piernas de amor.
— No estoy seguro de que me quieran conocer USA — inseguro le dejo un beso en la mejilla, colgándose del cuello de su novio. Había oído que, incluso sin conocerlo, el padre de USA ya lo repudiaba y no tenía muchas ganas de conocer a alguien así.
— Please please. Do it for me, yes? I swear I'll give it back to you [Por favor, Por favor. Hazlo por mí ¿Sí? Juro que te lo devolveré] — abrazo a Argentina, dejando un camino de pequeños besos en su rostro y plantando uno más largo en sus labios. Argentina lo miró unos segundos con aquellos ojos que consideraba preciosos y finalmente suspiro rendido.
— Bien, supongo que puedo intentarlo — rió en cuanto su novio se lanzó encima, emocionado y feliz.
El fin de semana llegó y Argentina sentía que los nervios lo consumían. Intento arreglarse para verse lo más decente posible, pero no llegaba a sentirse suficiente con ninguna prenda. Posiblemente, solo los constantes halagos de USA, eran lo que más confianza le daban.
Tocó el timbre de aquella casa, con USA a su lado. Quiso correr al ver la mirada despectiva de aquel hombre que era el progenitor de su pareja.
— Go ahead, your mother is in the dining room [Adelante, tu madre está en el comedor] — dejo que pasaran, moviéndose a un lado. USA paso primero y Argentina último, recibiendo la inspección de arriba a abajo de UK, que hizo un mueca de disgusto sin que nadie más que él lo viera.
Tomó la mano de su pareja, en busca de seguridad, y este se la dió con gusto, apretándola y sin separarse.
Ambos se sentaron en las sillas del comedor, dónde Francia volteó a verlos, saludando. A diferencia de UK, ella se mantenía digna y educada, pero eso no significaba que no mirará hacía abajo a Argentina.
UK se sentó a su lado, sin vergüenza de acosar con la mirada a Argentina. Él sabía que eso no era protección a su hijo, porque USA ya era bastante grande para que lo cuiden así, eso era por él, era por su insuficiente "nivel" para estar con su hijo.
El teléfono de USA empezó a sonar y a pesar de rechazar la llamada, está volvía a sonar, así que con una mirada de disculpa se levantó y caminó hacia fuera mientras atendía. Dejando solo a Argentina.