¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Вот, пожалуйста [Aquí estás] — suspiro aliviado de encontrar al albiceleste en aquel bar que solía frecuentar. USA lo había llamado, preocupado y en pánico, porque había discutido con Argentina, era su primera pelea sería en todo lo que llevaban de relación. Había oído de parte de USA sobre cual había sido el problema, pero era una explicación muy vaga.
Argentina ni siquiera volteó a verlo, mantenía la mirada en su vaso y su rostro estaba cubierto por el brazo que sostenía su cabeza. Rusia se sentó a su a su lado en la barra, listo para regañarlo por desaparecer así.
— Я слышал, что вы воевали с США за Мексику. Я уже говорил вам, что вы должны забыть эту болезненную ревность, Аргентина, они совершенно неоправданы, а Мексика никогда не делала с вами ничего, так что вы оскорбляли его таким образом [Escuché que te peleaste con USA, por México. Ya te dije que debes olvidar esos celos enfermizos, Argentina, no están para nada justificados y México jamás te hizo algo para que lo hayas insultado de esa manera] — vió como la espalda de Argentina vibraba y su boca dejaba ver sus blanquecinos dientes, riendose de todo lo que había dicho, pero no pudo reprocharle porque levantó la cabeza y lo vió, vió que esa sonrisa ni siquiera se esforzaba en ser fingida, que sus ojos estaban cansados y sin ganas de seguir, vió que su amigo no tenía solo un ataque de celos.
— Sí… México es un ángel, es amable, social, no rompe ni un vaso, es hermoso, buen amigo, compañero, una pareja prometedora, cariñoso, comprensivo, etc. ,etc. ¿Te pensas que no escuché estás cosas? Parecen obsesionados en recalcarlo en cada ocasión, Rusia — tomó el shot de vodka y le hizo un seña al cantinero para que le volviera a servir. — pero no te equivocas en decir que México no me hizo nada para merecer eso insultos, pero tampoco esperes que le sonria y acepte que pase nuestro aniversario junto con nosotros — peinó su cabello y dirigió su mirada perdida a Rusia, que levantó las cejas sorprendido, no tenía idea de que era el aniversario de USA y Argentina.
— Я не знал, что это их годовщина [No sabía que era su aniversario] — se disculpó, pero el albiceleste solo volteo a verlo de reojo y miró su bebida recién entregada.
— Sí, estabas muy ocupado defendiendo a México como para saberlo, no te culpo — volvió a apoyar su cabeza en su puño, dejando soltar un suspiro de cansancio.
— Что вы имеете против Мексики, Аргентины? Это из-за того, что я тебе сказал? Если так, не придавайте этому большого значения - [¿Que tienes contra México, Argentina? ¿Es por lo que te dije? Si es así, no le des tanta importancia-] — fue interrumpido por la carcajada de Argentina, que cubrió sus ojos mientras reía.
— ¿Que? Que USA amaba a México y fue rechazado por él una semana antes de empezar a salir conmigo ¿Pensas que estoy contra México por eso? Nha, solo me muero de envidia, ya sabes, el es perfecto y yo soy una mierda — bromeó, pero a Rusia no le hizo nada gracia escuchar a su amigo desdeñarse tanto, le hizo asustarse por el poco autoestima que tenía.
— Не говори, что Аргентина, нет- [No digas eso Argentina, no-] — su amigo volvió a bajar de golpe el contenido del vaso, interrumpiendo a Rusia.
— Eso no es cierto bla bla bla, tu y yo sabemos que es verdad ¿No intentas que cambie todos los días? ¿Que me parezca más a México? — empezó a anudarse su voz, preocupando a Rusia, que rara vez lo había visto llorar — no te preocupes, a mi también me gustaría ser México.
Sin retener, su angustia se largo a llorar, alertando a Rusia que no sabía que hacer. Sabía cómo actuar con el Argentino malhumorado y enojón, pero no con el que tenía enfrente, que se derrumbaba llorando.
— Pero soy Argentina y no quiero odiarlo, ustedes me hacen odiarlo, los padres de USA me hacen odiarlo, USA me hace odiarlo — sorvio su nariz y tomó aire mientras se bañaba el rostro en lágrimas— no quería hacerlo, no pedí que me dijieran que no valgo nada, tampoco que me compararán con México, no pedí que USA lo incluya en todas nuestras citas, ni tampoco que me abandone en cuanto México lo llamé, pero igual sucede ¿Y por qué tengo que ser el malo? ¿Por qué no lo son ellos? — jaló su cabello con frustración y gimió de dolor y angustia. No sabía cuánto duraría así, no sabía cuánto iba a durar el amor por USA en esa situación.
Rusia no pudo soporto verlo de tal forma que lo abrazó con toda su fuerza y Argentina se aferró de la misma manera, temiendo perderse entre sus feos pensamientos si se soltaba.
Se sentía culpable por no haber notado la situación con anterioridad, solo veía el comportamiento tosco de Argentina, al parecer no era más que una caparazón ante todas sus inseguridades que, sin saberlo, ayudaba a alimentar con cada recriminación que le entraba.