Amores Eternos - Fanfic Hermandad de la daga Negra (BDB)

Capitulo 8

Abrió los ojos, se sentía entumecida, como si le faltaran las manos. Miro el blanco de su alrededor, el silencio extraño, alguno sonidos de aves, un olor a limpio, a flores, a nuevo. Cerró sus ojos, se volvía a sentir cansada, sintió un suave roce en su brazo, algo tibio posarse en su frente. ¿Qué sucedió? Se preguntó, tal vez su cuerpo este cansado, su mente estaba activa.

Tenía que levantarse, tenía que salir de ahí. Pero nada, no podía. Quiso abrir los ojos y otra vez sintió tibieza en su frente, ¿Qué era eso? Temiendo y llenándose de fuerza abrió los ojos, veía borroso, poco a poco la imagen fue tomando forma, era un hombre, alguien mayor, le recordó a su padre.

- Hola – el hombre hablo suave – que bueno, despertaste

- ¿Quién eres?

- Pablo – él le toco la frente – ¿Sabes tu nombre?

- Sariel – dijo suave – Sariel

- Hermoso, sabíamos que tenías un nombre hermoso

- ¿Cómo?

- Cosas de nosotros....

- ¿Dónde estoy?

- En la iglesia, mi hermano te encontró en la calle, de desmayaste en sus brazos

- No recuerdo bien

¿Se desmayó? Claro, estaba viendo las noticias. Quiso sentarse pero no podía, el hombre la volvió a recostar.

- Tranquila, el medico dijo que estabas débil

- ¿Cuánto dormí?

- Estuviste inconsciente por tres días

- ¿Tres? – se sentó de golpe sujeto su cabeza – Dios

- El vendrá a verte, voy a llamarlo

Vio que el hombre se iba rápido, ¿estaba usando una túnica? Miro a su alrededor, la pared era blanca, la ventana le daba la visión de un jardín. Había un árbol, con pájaros. Vio que un médico ingresaba, usaba sotana, era cura.

- Déjame revisarte – el hombre la recostó

- ¿Es cura?

- Si – sonrió

- Médico y cura

- Si, estudie medicina, uno nunca sabe cuándo necesitara ayudar a las personas

- Fantástico – suspiro – me duele la cabeza

- No vi nada raro pero necesitas sacarte una tomografía, tal vez algo este mal, dormiste mucho

- Tal vez porque no dormía bien

- ¿Estrés?

- Si

- Relájate, toma estos medicamentos y estarás mejor, el padre Pablo y yo no pudimos encontrar alguna identificación, nada.

- ¿Mi móvil?

- ¿Tenías uno?

- Si

- Tal vez se calló cuando te recogieron

- No sé cómo agradecerles esto

- Descuida, para nosotros es un alivio que despertaras, los policías han estado ocupados y no quisieron atender a nuestro llamado, nunca lo hacen, por eso no hemos podido avisar a tus familiares

- No se preocupe no tengo

- Lo siento

- Gracias