Desperté porque algo muy grande y pesado me estaba aplastando.
Así que abrí mis ojos y vi a James sentado encima mío mirándome con una sonrisa.
—Pesas como trescientos kilos James— Me queje, quitándolo de encima mío.
—Hey, eso dolió— Dijo James haciéndose el dolido.
—Sabes que no te dolió— Hice mala cara— Te encanta pesar mucho, así nadie te pasa por encima. Solo yo— Dije con una sonrisa victoriosa.
—Eso no es cierto— Dijo volviendo a sonreír— Ni tu me pasas por encima.
—Tienes razón— Reí— Ahora salte para poder cambiarme.
—No hermanita— Me interrumpió—, ¿No te enteraste?
—¿De que me tendría que haber enterado, James?— Pregunte sarcástica.
—Hoy cancelaron las clases. Vengo a despertarte para llevarte a una fiesta— Respondió y me agarro del brazo, jalándome para llevarme a el lugar, pero yo lo detuve inmediatamente— ¿Qué pasa?
—¿Que crees?— Pregunte irónica— Estoy en pijama, Einstein.
Me metí en el armario y busqué una mudada para ir a la fiesta.
Encontré un pantalón negro pero nada que combinará con el. Así que me voltee a ver a James, que ahora estaba sentado en mi cama, con ojitos de perrito suplicando por comida.
—Que?— Pregunto él, con una sonrisa inocente.
—No encuentro nada que combine con mi pantalón— Hice puchero.
James comprendió inmediatamente, asintió y se levantó de la cama guiándome hacia su habitación.
—Seguro tengo algo que te sirve— Dijo abriendo la puerta de mi habitación.
Caminamos hacia el cubículo de los hombres y entramos. Si, estaba prohibido. Pero había una pequeña regla que decía que, si tenías hermanos del sexo contrario, tenías acceso a ese cubículo durante una hora, como invitado. No más. Pero algo era algo y se tenía que aprovechar.
James abrió la puerta de su habitación y se aparto para que yo pueda ir a su armario.
Encontré una camisa verde que combinaba bastante bien con mi pantalón. Se la enseñe, el asintió y dejo que me la llevara.
Entre en mi habitación y me cambié lo más rápido que pude, salí y le mostré a James como me vestí y él sonrío.
—Perfecto— Me guiñó un ojo— Ya vámonos.
Salimos de la sala y caminamos directo a las mazmorras para ir a Slytherin.
Entramos y decidí ir a por una
bebida, le dije a James y él dijo que iría con Sirius, por si necesitaba cualquier cosa.—Hola hermosa— Hablo una voz en mi espalda.
-¡Oh! Peter, no te había visto— Proclame sonriendo.
—¿Quieres algo de tomar?— Pregunto sonriendo también.
—Iba a agarrar de ese refresco— Agarre un vaso y me volteé.
Pero Peter me quito el vaso, agarro un cucharón que había en el líquido de extraña procedencia y comenzó a servirme.
—Déjamelo a mi— Dijo en un tono bajo que me erizo los pelos de la nuca.
—No soy inútil— Hable mirándole a los ojos.
—Lo sé— Dijo el rubio levantándolos y haciendo contacto visual. La verdad es que, tenía unos ojos preciosos de color azul intenso, y yo solo los tengo de un común marrón.
Peter me ofreció el vaso a lo que yo lo acepté.
—Salud— Levantó su vaso a la altura del mío.
—¿Porque?— Inquirí curiosa.
—Por ti— Dijo guiñándome el ojo.
Tomamos un trago pero una voz nos interrumpió.
—Vaya, vaya, con que tu eres la princesita de la que todo el mundo habla— Dijo un chico alto, medio moreno y de cabello castaño. Cuando me voltee.
—¿Disculpa?— Pregunte confundida.
—Soy Theodore, Theodore Nott— Respondió el chico.
—Te diría encantada, pero estaría mintiendo y no me gusta mentir— Dije sarcástica.
Peter ahogó una carcajada.
¿Siempre tienes que estar flirteando con una chica, Theo?— Pregunto un chico de cabello color castaño y tez blanca, que acababa de llegar.
No estaba coqueteándome, estaba fastidiándome -le respondo a él chico-
Discúlpalo si?, aveces puede llegar a ser muy idiota e inmaduro -dice el chico explicándome y yo sonrío-
Sigo aquí lo saben -dice Theodore-
Como te llamas -le pregunto a el chico blanco-
Regúlus -me extiende su mano y yo se la estrechó- Regúlus Black
Encantada Regúlus -digo sonriendo-
Hola princesita -dice un chico moreno y alto-
Es enserio -pregunto irónica- porque todo el mundo me dice así
Quizás porque lo eres -dice el chico en tono de burla-
Déjala en paz Mattheo -dice Regúlus-
Al que ahora conozco como Mattheo le dice a Regúlus:
No cállate, déjala que hable -dice retándome-
Sabes, cuando era chiquita me metieron a un internado -dije de modo amenazante a él tal Mattheo-
Sabes el porqué, porque en el kínder un niño estaba molestándome y le clavé Mis tijeras en la pierna.
Aprendí a defenderme en ese espantoso lugar y se como matar a una persona de siete formas diferentes con una navaja o con un simple par de puñosMattheo me sonrío de forma amenazante y yo sonreí de igual manera, tardamos unos segundos así hasta que Decidí hablar
Siempre eres así de idiota -le digo con burla-
Al parecer a Mattheo no le gusto que le dijera eso, porque me acorraló contra la pared apretándome el cuello con una de sus manos y con la otra me apretaba el abdomen para que no escapara
No me vuelvas a decirme idiota entendiste, tienes que mostrar respeto a tu superior -dice con enojo y desprecio-
Peter y James se alarmaron y fueron en mi auxilio, pero fui más rápida y le di un golpe en el abdomen a Mattheo haciendo que se tambaleara
El se recompuso y me tiro un golpe a la cara pero me agache y lo esquive, le lance otro golpe en el abdomen y le golpee la cara, le hice una zancadilla dejándolo tumbado en el suelo y me puse encima de él para seguir golpeándolo
.............................................................
Espero y le guste, si quieren saber como es Theodore, Regúlus, Mattheo, etc. Pónganlo en los comentarios y subiré unas fotos
ESTÁS LEYENDO
|| Fénix De la oscuridad ||
FantasyLa hermanita de James Potter, llega a howgarts y se roba la atención de varios chicos de esta escuela mágica no es una chica normal, sus ojos se tornarán negros, sus alas oscuras como la noche se abrirán y despegarán, con sus poderes creará un mund...