|| Fénix De la oscuridad ||

-La Orca-Capitulo 35

Pov's Layla:

¿Le apuras? -pregunte exasperada-

Lo siento "hermanita" pero el sistema está más bueno de lo que pensé -dice Marco sarcástico-

Bueno "hermanito" pensé que eras un genio pero todos nos equivocamos -dije rodando los ojos-

Ya cállate y déjame hacer mi trabajo. Se útil en el tuyo y dime si viene alguien -dice Marco con el ceño fruncido-

Me acercó a la puerta y asomó la cabeza por el marco. No venía nadie

No viene nadie -dije de mala gana-

Bien ahora cállate -dice Marco con una sonrisa amarga-

Volteo los ojos y le saco la lengua

Marco estoy aburrida -digo y hago un puchero pequeño-

Pues busca con que divertirte -dice Marco sin mirarme-

Comencé a buscar por todo el cuarto pero no había nada. Hasta que encontré un electrocutador. O como se diga esa arma que saca disparado un cable con 7mil volteos de electricidad y te deja noqueado. Y tuve una idea:

Si Marco es un genio pero ahorita no tiene mucho cerebro. ¿Qué tal si se lo recargamos?

Me acerqué a paso lento a Marco y con sumo silencio. Cuando estuve atrás de él. Lleve el electrocutador a sus costillas y antes de encenderlo le dije:

—Toma una recarga "hermanito"—. Y le encendí el electrocutador.

Marco convulsionó parado y yo me comencé a reír fuertemente

¿QUE TE PASA ESTUPIDA? -pregunta Marco cuando se recompuso de la quemada de cables-

Pues te recargue el cerebro -dije encogiéndome de hombros- tu dijiste que el sistema era muy fuerte entonces te recargue

Marco comenzó a reírse por la estupidez que hice y pronto me le uní

¿Querías recargarme el cerebro? -pregunta enternecido-

Asentí y Marco se rio tiernamente. Luego se acercó a mi y me envolvió en un abrazo pero apenas me toco otra ráfaga de recuerdos vino a mi mente:

...

La misma mujer de 30 años estaba cargándome. El mismo Marco de 3,4 años estaba a la par suya acariciandole el brazo. Estábamos en una especie de jardín muy bien cuidado y sentados en una fuente cristalina

Todo estará bien mamá -dice Marco con una sonrisa triste-

Es que no quiero dejarlos -dice la mujer sollozando-

Vamos a estar bien. Abuelo nos cuidará -dice Marco agarrándome de los brazos de la mujer- ademas yo cuidaré a Layla. No dejare que nadie le haga daño

Hay mi hijo -dice la mujer acariciando la mejilla de Marco- nunca olvides que te amo ¿si?

Y yo a ti mamá -dice Marco triste-

Bueno pues ya tengo que decir adiós -dice dolida la mujer-

Besa la frente de Marco y luego la mía para después irse

...

Abrí los ojos pero ya no estaba tan sorprendida. Giré mi cabeza hacia arriba y Marco todavía estaba abrazándome

Marco -dije para que abriera los ojos-

Él abrió los ojos y me observo con una mirada triste

¿Qué pasó? -pregunte ante su mirada-

No nada -dice él para después separarse de él abrazo-