➤Capítulo 1

235 49 3
                                    

Gong Jun llegaba al lugar que habitaría de ahora en adelante, su viaje había sido agotador pero aun así se sentía feliz, había dejado su tierra natal para aventurarse a un mundo nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gong Jun llegaba al lugar que habitaría de ahora en adelante, su viaje había sido agotador pero aun así se sentía feliz, había dejado su tierra natal para aventurarse a un mundo nuevo.

Gong Jun, un chico tranquilo y un tanto solitario que vivía una vida apartada de la multitud y la concurrencia viviendo en su propio mundo. Se encontraba esta vez en un país diferente con diferente idioma y costumbres, había llegado a Londres gracias a una oferta de trabajo, Jun era un recién graduado de la carrera de arquitectura, de su clase era el mejor, se había graduado con honores y fue debido a esto que pudo conseguir aquella oportunidad la cual no desperdiciaría. Su maestro le había ofrecido conseguirle un puesto en la compañía de su hermano menor, la cual era una de las más prestigiosas de Londres, su ingenio a la hora de crear y pensar había conquistado a su maestro y a su vez a su empleador una vez que recibiera los trabajos realizados por el joven.

Estaba lejos, muy lejos de su familia, de sus pocos amigos y de todo lo que conocía y esto era lo que más feliz lo hacía. Finalmente podría vivir una vida tranquila sin que alguien estuviera a sus espaldas tratando de dirigirlo, señalando cuando lo hacía bien o mal y mucho menos estando bajo la mirada de aquellos que lo veían como un bicho raro.

Bicho raro, así fue denominado en el transcurso de su niñez hasta su adultez, lo más triste de esta situación es que incluso su familia lo denominaba como tal, esta era la principal razón por la que Jun había decidido poner distancia, no resentía a su familia, no los culpaba, tal vez sí era así, era un bicho raro y todo era culpa de aquello a lo que llamaba maldición.

FLASHBACK.

Un Jun de 7 años entra a la habitación muy sonriente.

– ¡Hola! Te traje tu té favorito, le pedí a nana que lo preparara.

–Bebé ¿con quién hablas?

– ¡Mami! ¿Qué no ves?

– ¿Qué cosa?

– ¡A la abuela! Está justo ahí –levantó su dedito apuntando hacia una mecedora antigua.

– ¡Ya basta! – La señora Gong le gritó.

– ¿Qué sucede? – El señor Gong llegó a toda prisa.

–Tu hijo... ¡lo hizo de nuevo! – La señora Gong salió corriendo mientras lloraba.

– ¡Jun! ¿Ves lo que provocas con tus bromas?

–Papi, no estoy bromeando, es...

– ¡Se acabó! –tomó al niño de su bracito y lo sacó del lugar.

A partir de ese día Jun empezaba a visitar a un señor que parecía muy agradable, este le hacía preguntas sobre muchas cosas pero en especial sobre lo que veía.

El pequeño Jun había nacido con un don, podía ver las almas de las personas fallecidas, estas se presentaban ante él y él en su inocencia los veía como personas normales, personas que se acercaban a platicarles, que le sonreían mientras se las encontraba en la calle e incluso jugaban con él, como aquel pequeño que jugaba a las escondidas con él en el parque por las tardes, el pequeño Jun se divertía bastante con su amigo, tanto que no notaba unos pequeños carteles que colgaban alrededor del parque en los cuales estaba la foto de un niño que había desaparecido hace más de seis meses, ¿qué iba a saber el pequeño de ocho años que aquel niño desaparecido jugaba con él todas las tardes?

Más allá de la vida [JunZhe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora