➤Capítulo 15

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– ¡Tú! T-Tú

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– ¡Tú! T-Tú... –Zhang ZheHan temblaba.

– ¡Han Han! Escúchame –Jun llevó sus manos al rostro de ZheHan–. Tienes que calmarte.

– ¿Q-Que me calme? –ZheHan derramaba lágrimas– Estoy viendo a tu padre justo ahora.

–No lo veas, mírame a mí, solo mírame a mí...

"Solo mírame a mí" –ZheHan escuchó aquella frase en su cabeza.

– ¿Me crees?... ¿Me crees, cierto? –ZheHan tomó las manos de Jun.

– ¡Claro que te creo! Vamos, levántate.

– ¡E-Está bien! –ZheHan miraba fijamente a los ojos de Jun.

– ¿Puedes regresar a casa?

–N-No –ZheHan se aferró al brazo de Jun–. No quiero, no puedo...

– ¿Han Han? –Li Dai se acercó a ellos.

– ¡A-Dai! –ZheHan corrió a Li Dai y se aferró a él.

– ¿Qué sucede? Jun, ¿estás bien?

–Primo, llévatelo. Luego... luego te explico.

– ¡Vamos cariño!

–No –se giró hacia Jun y tendió su mano–. Ven... ven con nosotros –observaba con miedo el alma del padre de Jun que seguía allí.

–Está bien, iré en un momento... primo, llévatelo.

Li Dai rodeó los hombros de ZheHan con su brazo, ZheHan seguía temblando y a medida que se alejaba no dejaba de mirar hacia atrás con preocupación, acababa de recibir una sorpresa tras otra y esto lo tenía un tanto alterado, ¿cómo es que ahora podía ser capaz de ver el alma de las personas? Nunca había tenido esta habilidad, lo que ZheHan no sabía era que este don lo había adquirido después de haber vivido una experiencia tan especial, había vagado entre los vivos y los muertos, no solo eso, había muerto, solo unos minutos bastaron para que él adquiriera dicho don, su experiencia con la muerte le había dejado tal secuela.

Jun se encontraba de pie frente al alma de su padre, de nuevo sus ojos se volvían a humedecer y un llanto amenazaba con aparecer. El señor Gong tenía una suave sonrisa y una mirada llena de amor, dio algunos pasos más cerca de su hijo y levantando su dedo hacia la lágrima que corría por su mejilla la limpió, aquella sensación fue como el suave roce de una pluma, Jun cerró los ojos y mordió su labio.

– ¡Hijo mío! Fui tan injusto contigo...

– ¡Papá! –la voz de Jun se entrecortó.

–Te llamé mentiroso, te pegué, te maltraté... cuando lo que debía hacer era abrazarte y decirte que estabas bien.

–No papá...

–Tuve que dejar de existir para darme cuenta que lo que decías era cierto, tuve que volverme una de esas personas que veías para comprenderte.

Más allá de la vida [JunZhe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora