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POV T/N

Para el domingo, me pare temprano para salir de la escuela antes de las diez, quería llegar a desayunar con mí familia.

Por suerte no me tope con nadie del grupo, tenia miedo de encontrarme con Midoriya y pasar un incomodo momento otra vez. Lo bueno que no tuve paradas que me detuvieran para ir directo a la salida.

Llegue con mi familia en eso de las diez y media, desayune con ellos, les hable de mis amistades que ya había formado ahí y de las ganas que tienen por probar algo de comida mexicana.

– Prepararé algo para que les lleves, mientras, sal a lavar los trastes con Lalo.

Eduardo, mi hermano mayor, mejor conoció como Lalo. También tengo a mi hermano menor, Toushiro, a quien normalmente llamamos como Shiro.

Eran eso de las dos treinta, Lalo y yo estábamos lavando los trastes afuera debido a que aún no teníamos agua en la cocina para lavar adentro. Shiro andaba corriendo en el patio, mamá salia por el mandado y papá iba con ella. La estaba pasando de maravilla, ya extrañaba su compañía.

La casa que compraron para que podamos vivir, se encuentra en las orillas de Musutafu, en donde apenas hay una que otra casa, estás tienen una distancia de aproximadamente cinco metros y sus patios son terrenos baldíos sin dueño ni construcción alguna. Aquí se aprecia mejor la naturaleza.

– ¡Miren, un avión se está acercando!

Grito emocionado Shiro, señalando hacia arriba. Ambos dirigimos la mirada hacia donde su pequeño dedo nos señalaba.
Empecé a entrar en pánico cuando me percate que no era un avión, pero sí se estaba acercando a nosotros.

Rápidamente corrí hasta Shiro para cargarlo y dárselo a Lalo para que lo llevara adentro.

– Necesito que tomes mi celular y oprime el botón de apagado tres veces seguidas, la pantalla dará una imagen de alerta. Ahora entra y no salgan.

– ¿Y tú?, También entra con nosotros. - Sonreí

Aquel ser volador acababa de aterrizar detrás mío, era obvio que no podía entrar y arriesgarnos.
Él, con ganas o no, entro a la casa.
Al girar, aquello volador resulto no ser sólo uno, sino dos nomus llegando directo a golpearme.

El que me pateo me lanzo unos metros lejos de mi casa, y el otro me alcanzo para tomarme de mi playera, levantarme y azotar nuevamente contra el suelo.
Ya tenia activado mi quirk de fuerza bruta, así que no me dolió mucho los impactos. Active juegos mentales, recordé que el Nomu con el que peleó Endeavor podía hablar y pensar por si mismo, tenía la esperanza de que estos también, de ese modo podría acabarlos rápido.

Negativo, ellos no pensaban, sólo hacían lo que les dijeron sin nada más. Así que juegos mentales no me servía en nada aquí.

Me puse de pie para sujetarlo por los pies y lanzarlo al aire antes de darle un golpe que lo hizo volar un poco, ahora tenia que acercarme hasta sus cuellos para separar su cabeza de su cuerpo. Algo parecido a como venció Endeavor al Nomu.
Logre derribar uno luego de clavar al otro con un tubo en el suelo, y rápidamente le quite la cabeza al que estaba libre, evitando de ese modo que volviera a moverse.

Para el siguiente me estaba costando quitarle la cabeza, me estaba dando más batalla que el otro. Asumí que al que le quite la cabeza era nuevo.

Estaba apoyando mis pies sobre sus hombros mientras mis antebrazos sostenían su cuello, trate de liberar poco más de fuerza para lograrlo; pero este me tomo por la espalda para estampar me contra el piso.

Estaba perdiendo la consciencia con ese impacto, pero aun así me fue posible ver las vendas de Aizawa sensei que ataron al Nomu.

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– ¡T/N!, ¡T/N!

Abrí mis ojos lentamente, me sentí desorientada al escuchar a mí madre gritar alterada.
Rápidamente me senté en la camilla al recordar lo que había pasado, pero tal acto me hizo recorrer un terrible dolor en el cuerpo a causa de mis heridas.

– Estoy bien, mamá.

Le hable con una sonrisa en el rostro, con la intención de que dejara de llorar. A pesar de que quería llorar por el dolor que sentí al ser tan brusca.

Mis heridas no eran tan graves, sólo rasguños y moretones en el cuerpo acompañados de dolor muscular. Así que solamente me vendaron y dieron algo para el dolor.
Al bajar de la ambulancia, los maestros hablaron con mis padres para llevarme de vuelta a la escuela, dijeron que allá hablarían conmigo sobre lo ocurrido.

– Estoy bien, no se preocupen.

Fue lo que les dije a mi familia antes de irme con los maestros y algunos héroes más que habían evitado que el otro Nomu me matara.
No supe más de sus restos de ellos, la escena ya estaba limpia para cuando desperté.
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Eran casi las cinco cuando llegamos, aun no llegaban muchos alumnos a la escuela, así que nadie me vio llegar de esa manera tan horrible.

– Hablaremos con Hawks, tú descansa, cuando estés mejor hablamos.

Fue lo único que me dijo Aizawa sensei antes de irse.
Yo me acosté en mi cama con cuidado, me dolía todo, pero también tenia miedo por lo que vendría.

Me quede a oscuras durante un rato, estaba pensando lo que iba a hacer si toda la escuela se llegaba a enterar. No supe en realidad qué tiempo me la pase pensando lo mismo, sólo volví en si cuando Bakugou me llamo.

– ¿Qué estas haciendo, idiota?

– Nada que te importe.

Él me colgó tan sólo le respondí, así que volví a dejar mi celular sobre el mueble a mí lado.
Casi al minuto, Bakugou abrió mi puerta y encendió mí foco, me cubrí el rostro con las sabanas de mí cama que ya cubrían el resto de mi cuerpo. No quería que me viera de está forma tan lamentable.

– ¡Oye idiota!

– ¿Qué pasa?

– Mi madre me hizo cargar con algo de comida, ya le di a Mina, Kaminari, Sero y Kirishima... Sólo faltas tú.

Escuche como dejo el traste en mi escritorio, pero no lo escuche a él sentarse en la silla.

– Gracias.

– Oye, ¿qué te pasa?... ¿Porqué no me miras ni me replicas nada?

– Sólo tengo sueño.

– ¡No me mientas tonta!

Grito al momento en que me quito las sabanas, permitiendo dejar ver mis moretones, rasguños y algunos vendajes.

– ¿Qué te paso?, ¿y esos golpes?

Me gire hacia él, así pudo ver mejor mis brazos y rostro golpeado. Lo mire, y me pareció ver algo de preocupación en su rostro tan antipático.
Se sentó a mi lado.

– ¿Escuchaste las noticias hoy?

– Sí. Escuche algo hacerca de un par de arrestos y dos nomus siendo detenidos por los héroes.

– Pues esos nomus me dejaron así.

Su confusión en el rostro de Bakugou fue evidente.

– Esas cosas llegaron hasta mí casa y me dejaron de está forma. De no ser por la intervención de los héroes, ya estaría muerta.

Su expresión me gritaba la gran confusión que tenia, no estaba entendiendo nada.

– ¿Porqué irían por ti esas cosas?

Sonreí.

– Seguramente dentro de poco todo se irá al carajo de nuevo, así que ya mejor te lo digo... Tú decides si me vuelves a dirigir la palabra o no.

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