Capitulo 3- El Primer Beso de Pan

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Luego de haber dormido unas pocas horas, al estar ocupado con todos sus preparativos para casarse con la mujer que amaba, Trunks se levantó temprano, dispuesto a continuar con todos las cosas que aún faltaban. La boda sería en dos semanas, y para él era inaceptable que algo saliera mal, tenía que ser perfecto, todo perfecto. Marron, a diferencia de él, realmente estaba muy tranquila, pero le preocupaba un poco todo el esfuerzo que hacía su prometido por la boda. —Tienes que relajarte un poco más, querido. —Le susurró al oído mientras colocaba ambas manos en los hombros del pelilila. —Te estás esforzando demasiado... ¿No crees que deberíamos atrasar la boda un poco más? —Dijo seriamente. —Estás preocupándome. —No digas tonterías, Marron. —Él suspiró, cansado ya de escuchar siempre lo mismo. —¿Dónde están las invitaciones? ¿Ya las has terminado, verdad? Una por cada persona, ¿verdad? —La rubia asintió con la cabeza y señaló hacia la mesa, donde se encontraban todas las invitaciones, que eran demasiadas porque eran una para cada persona, ya que a Trunks se le había antojado que no le gustaba que una sola invitación fuera para toda una familia. Ella emitió un pequeño suspiro que decía algo como "Estoy harta de esto". Él lo entendió, pero lo ignoró. —Bien, las revisaré. —Dijo yendo rápidamente a tomar todas las invitaciones, al tiempo que Marron se encerraba en el cuarto, dando un portazo, aunque no tan fuerte. El presidente de la corporación Capsule, que ahora estaba en la gigantesca mansión de Número 18 y Krilin, la que habían comprado luego de que la madre de Marron se dejara ganar por Mr. Satán a cambio de una gran suma de dinero, se puso a revisar las invitaciones, una por una. Se detuvo en una en especial: el sobre de la invitación cesaba "Son Pan" en letras doradas. Luego de verla, pensó en el extraño comportamiento indiferente que la pelinegra había tenido el día anterior por causa de la muerte de Videl (eso era lo que él creía), así que decidió que sería correcto ir a hacerle un poco de compañía, ya que después de todo, eran amigos. Luego de terminar de controlar cada una de las invitaciones, dejando la de Pan y la de Gohan a un lado, decidió por fin, para alivio de Marron, que iba a tomarse unas horas libres, aunque la cara de la rubia cambió cuando él dijo que iba a ser para poder visitar a la pelinegra. Ella comprendía lo que la niña estaba pasando, pero realmente le costaba no ponerse celosa, ya que su prometido no podía tomarse un descanso para estar con ella, pero sí con Pan. Se calmó un poco al recordar que ella tan solo tenía dieciséis años, y que Trunks no estaría con ella de ninguna manera... Solo la veía como una hermanita menor, al igual que ella misma a Bra. Adoraba con toda su alma a esa peliazul, solía jugar con ella cuando era apenas una bebé, y su lazo de amistad no había cambiado hasta entonces. La hija de Vegeta quería a Marron como a una hermana también, ellas habían hecho muchas cosas juntas, era, junto con Pan, su mejor amiga. Con ambas invitaciones en mano, el pelilila salió volando rumbo a la casa de Pan. Hubiera podido ir en coche, pero realmente amaba volar, era una sensación única e incomparable con nada en el mundo. Al tocar la puerta, le abrió Gohan. —¡Trunks! Que sorpresa, hace tiempo que no te veíamos por aquí. —Dijo alegremente. —Sí, realmente mucho. —Sonrió. —Venía para traer las invitaciones a mi boda, ser... —Fue interrumpido. —¡¿TU BODA?! —Puso el grito en el cielo. —Caramba, Trunks... Parecía hace tampoco que eras ese niño de ocho años que jugaba con Goten... —Sonrió, al mismo tiempo que el pelilila. —¿Con quién te vas a casar? —Con Marron... —A Gohan le costó recordar quién era. —¡Ah, si! ¿La hija de Krilin y 18? —Preguntó pensativo. El pelilila asintió con la cabeza, queriendo evadir el tema de la boda. —¿Se encuentra Pan en casa? —El mayor de los hijos de Goku, luego de felicitarlo, le indicó a Trunks dónde quedaba el cuarto de su hija. Al entrar, la pelinegra aún seguía durmiendo, debido a que no había dormido más que dos horas en toda la noche. Él no quiso despertarla, así que se limitó a observarla mientras dormía. No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que ella despertara, pero finalmente lo hizo. —T-Trunks... —Dijo saliendo de sus sábanas sonriendo, al tiempo que bostezaba... Y en ropa interior. —¡¿TRUNKS?! —Gritó volviendo a tomar todas las sábanas y tapándose nuevamente. —¿QUÉ HACES AQUÍ? —No le dio tiempo a responder al pobre y rojo hasta las orejas pelilila, ya que luego de eso lo golpeó desprevenido, dejándolo inconsciente. Cuando despertó, estaba recostado en la cama, y la pelinegra se encontraba frente al espejo peinando su cabello, que ahora llevaba un poco más crecido. Al parecer, ella no se dio cuenta de que él se había despertado, ya que ni siquiera lo miró; entonces Trunks tocó su hombro. —Ah, hola... Siento el golpe... —Suspiró. —Es que fue raro... ¡Entraste a mi habitación sin pedir permiso! —Quiso justificarse. —Está bien, Pan. —Aún estaba un poco irritado por aquella reacción de la pelinegra, pero de todas maneras decidió dejarlo pasar, no quería iniciar una pelea; no había venido para eso. —¿Cómo has estado? Hace tiempo que no hablábamos realmente... Quería pasar a ver como estabas. —La cara de la menor se iluminó. —¡Estoy bien! —Sonrió. —¿Y tú? —También... Solo que un poco ocupado por todos los asuntos de la boda... Ya sabes, con Marron. —Él no pudo evitar una leve sonrisa, y ella tampoco pudo evitar hacer una mueca; por suerte, Trunks no lo notó. —Hablando se eso... —Sacó de un pequeño bolso que llevaba la invitación de Pan. —Esta es tuya, espero que vengas. —Le sonrió y se la entregó en la mano. Pan la abrió, y apenas al leer un gran "Trunks & Marron", una lágrima brotó de su mejilla; sentía muchas emociones juntas... Rabia, impotencia, tristeza, enojo... Lo peor era que no podía controlarlas, y al tiempo que la lágrima caía, su cara enrojeció por completo de ira. —¿Sucede algo malo, Pan? —Él la miró con extrañeza. —¿A mi? No, claro que no... —Intentó mentir, aunque su cara no decía lo mismo. Estaba confundida, por él y también por Goten... ¿Qué demonios le estaba pasando? —¿Por qué elegiste a Marron? ¿Por su inteligencia? ¿Su belleza? ¿Porque es casi de tu edad? —Le preguntó. —Quiero decir... Sabía que ella era mejor que yo. —Lo dijo casi en un susurro y sin pensarlo; aunque el pelilila la escuchó perfectamente. Luego de darse cuenta de que había metido la pata, se llevó ambas manos hacia la boca para tapársela. —Trunks, yo...  —¿Qué fue eso? —Parecía estar enojado. Pan no sabía que decir, estaba ahora roja de vergüenza, sentía que había arruinado absolutamente todo... Ahora ni siquiera podrían ser amigos. —Yo... Lo sien... —Fue interrumpida. —¿Por qué no me lo dijiste? —Suspiró, aturdido. —Ay, Pan... —Se llevó ambas manos al rostro, para luego sentarse en la cama. —Eres muy pequeña, y yo... Ya soy un adulto. —Esa pequeña frase había humillado y destrozado a la pobre pelinegra, que estaba todavía sentada frente al espejo, ocultando su cara, ya que había empezado a llorar. El ocupado presidente de la Corporación se acercó a ella y sacó ambas manos que le tapaban el rostro. —No llores. —Le dirigió una leve sonrisa, aunque todavía seguía un poco enojado con ella, pero también consigo mismo por no darse cuenta; había sido tan obvia, pero él siempre estuvo enfrascado en otras cosas. —L-Lo lamento... —Dijo entre sollozos, un poco difícil de entender. —No lo entiendo... —La miró a los ojos, pero ella desvió la mirada, ya que no sabía como podía mirarlo después de haber dicho semejante cosa. —Sabes que te quiero mucho, Pan. —La nieta de Goku apretó los puños. —Pero como una amiga, una buena amiga. —Ambos suspiraron. —No quiero que te sientas mal... Creo que es mejor olvidarme, Pan. —Ella lo miró como si no pudiera creer lo que él estaba proponiéndole. Estaba enamorada de él hacía bastante, ¿acaso creía que nunca había intentado olvidarlo? —¿Por qué me miras así? —Porque... Porque... —Realmente se había enojado ahora. —¡¿TU CREES QUE JAMÁS HE INTENTADO OLVIDARTE, TRUNKS?! —Gritó. —PUES CLARO QUE LO HE INTENTADO, MILLONES DE VECES. SABÍA QUE NADA ENTRE NOSOTROS IBA A SUCEDER, PERO... PERO SIN EMBARGO ALGO DE TI SIEMPRE ME LLAMABA LA ATENCIÓN... Eres... sencillamente único... —Suspiró, dejando al hijo de Vegeta pasmado; ahora el que estaba confundido era él. —Pan... —Solo alcanzó a decir eso, solo a articular su nombre antes de que la pelinegra, por puro instinto, se abalanzara sobre él y le diera un beso; un beso que sería correspondido por tan solo algunos minutos... Pero luego de un rato, él la empujó. —¿Qué diablos haces? —Ahora sí que estaba realmente enojado, a pesar de que él había continuado el beso también. Ni siquiera le dio tiempo para disculparse. —Adiós, te esperamos en la boda. —Musitó el pelilila antes de desaparecer por la puerta. Ni siquiera ella misma podía entender por qué había hecho eso. Se había arriesgado a perder la amistad de el hombre que amaba... Solo por un simple beso que para él nunca iba a significar absolutamente nada. Pan ya no lloraba, pero estaba demasiado enojada consigo misma. "¿Por qué tuve que ser tan tonta?" No podía dejar de insultarse dentro de su cabeza; estaba acostada boca abajo en su cama, inmóvil, aturdida, se sentía una completa idiota. Aunque por otro lado, el hecho de que Trunks no hubiera terminado con el beso de inmediato, también la confundía demasiado. Definitivamente, Pan no iba a tener un muy buen recuerdo de su primer beso. Trunks tampoco estaba mucho mejor, ya que ni siquiera entendía por qué había correspondido ese beso. Amaba demasiado a Marron, estaba seguro de eso... Pero de todas maneras, ¿por qué tenía que aparecer Pan justo ahora? Solo había logrado confundirlo, y él solo había tenido intención de ayudarla a superar la muerte de Videl. Se había propuesto a no verla hasta el casamiento, y cuando la vea, no iba a hablarle; era la mejor manera de poder olvidar lo ocurrido. Por un lado creía que estaba siendo inmaduro, pero por otro pensaba que era lo correcto, y de cualquier forma no iba a cambiar de opinión.Nadie debía saberlo.

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