10. Calzones

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N. Nolan

Este rubio me causa más intriga de la que debería, sus ojos son completamente vacíos e incluso a veces sin expresión, su trato a mi es extraño pues a veces me habla bien, a veces me insulta y otras mas me ignora. Yo una noche que se quedó aquí le puse miel en el cabello y cusndo despertó vaya, aún me pitan los oídos del chillido que pegó.

Siento curiosidad por ese tal Alan, ¿qué quería darme a entender con su advertencia?, ¿será a caso algo más de este quejoso?, ¿será que eran pareja?, ¿Louis es homosexual?, lleva días viviendo conmigo prácticamente y ni siquiera sé su apellido.

Tal vez hoy tenga suerte en averiguar algo de él, si excelente plan.

—Me acercaré a él y cuidadosamente crearé una conversación donde me diga ¡hasta la talla de calzones que usa!.—Hirye emocionado en mi baño.

—¿De quién quieres saber su talla de rop interior?.—Se asomo al baño mirándome mal.

—¡Ah!, no, de nadie.—Sonríe nervioso terminando de lavar mi dientes.

—Oye pequitas, ¿quieres ir a ver si ya sé fue ese idiota?.—Uso énfasis en el insulto.

—¿Cuál idiota?, ¿te molesta tu reflejo en el espejo?.—Le mire "preocupado".

—¿Q-?, ¡oye reverendo hijo de la!.—Este se atóro con una madera y cayó en mi pecho.

—¿Tas bien?.—Fueblo único que se me ocurrió preguntar.

—¡No me toques!, ¡no me toques que me arrugó!.—Me alejo a golpesitos.— ¿Cómo te atreves a tocar a tu líder?, ¿no sabes qué los pro?, olvídalo.—Se fue al cuarto.

—Necesita terapia.—Alcé mis hombros realmente confundido.

Ahora que recuerdo, ¿por qué mi piso tiene una madera alzada?, voy a terminar de enjuagar mi boca y examinare eso porque no es normal. Al parecer es el pegamento, tal vez esta casa sea vieja o no lo sé.

Avancé al cuarto donde vi a Louis terminar de acomodar su traje, su cuello sin el pañuelo se ve tan largo como el mío, sin mencionar que tiene una remendada en el lado izquierdo, ¿eso es normal?, ¿le habrá pasado algo?. En su muñeca esta un pequeño diamante gravado, en su rostro un rubor carmesí muy leve y además un puchero por expresión.

Me recargue en el marco de la puerta y seguí observándolo, sus ojos me recuerdan a una cianita pura y perfecta, sus cabellos parecen un elote pero aún así son lindos, además que sin su actitud arrogante se ve tierno.

Tomó su pequeño saco, lo sacudió y coloco con sumo cuidado, se nota realmente que le tiene aprecio a esa ropa tan fina y poco común, ¿y si solo intentó ser su amigo?, se le ve solo, triste, amargado y muy vacío. Tal vez yo puedo ayudarlo con esos recuerdo de Alambre...lo intentaré.

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Si, el título está curiosito jajaja

Espero les haya gustado, lxs amo. 💖

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