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12. Idiota

N. Nolan

Louis frente a mi se ve tan indefenso pero tan encantador que no podría enojarme con él, su ceño fruncido con un sonrojo leve es algo que desearía ver siempre, es algo que hasta el momento percibo que es hermoso. Baje la mirada queriendo distraer mi mente pero una de sus manos se colocó en mi hombro, alce la vista y estaba ese muñeco de pelos morados enfrente de ambos.

—¿Qué quieres aquí?.—Preguntó Lou algo molesto.

—Quería hablar contigo.—Contestó ese chico.

—No tengo nada que hablar contigo, así que déjame dar mi clase en paz.—Este le miro mal.

—¿Es por qué estas con él?.—Me apuntó a mí.— ¿Ojitos te impide hablar conmigo?.

—Este feo no tiene nada que ver contigo ¿si?, y si es por él o no, no es de tu incumbencia.—Alzó una ceja apretando mi hombro.

—Ojitos, ¿por qué no desapareces y me dejas habalr con Lou?.—Este se iba acercando a nosotros.

—Lo lamento, no creo poder hacer eso.—Me levante quedando jutno a Lou.— Mi clase privada espera y no me gusta ser impuntual.—Tomé al mencionado de la mano llevándolo a su mansión.

—¡Oye sueltame!.—Gritaba meneando su brazo.—Te estás tomando mucha confianza conmigo ¿he?.

—Lo siento, no supe que más hacer, además usted dijo que le diera toda mi atención.—Mencione con burla.

—¡Pero no esta atención!.—Su estrés aumenta.

—Entonces, ¿este tipo de atención?.—La jale a un callejón solitario y limpio.— ¿Este tipo de atención está bien?, ¿o quiere mucha más?.—Lo puse de espalda a la pared acercando mi cara.

Se notaba nervioso y muy confundido, en sus ojos veía cierta curiosidad aunque en sus cejas una molestia justificada, sus mejillas mostraban la temperatura de su cara y el temblor en su cuerpo el miedo. Pará continuar mi provocación acerque más mi rostro al suyo sintiendo su respiración agitada y nerviosa.

Sus labios de cerca se ven tan suaves y rosados, su comisura entre abierta deja ver tan perfectos dientes y su pequeña lengua, ¿qué pasaría si los beso?, ¿qué tanto me odiara si acortó la distancia?.

Pues tal vez no sea buena idea, por más ganas o curiosidad que tenga no voy a hacerlo sin que él me autorice o asegure que no me dará un golpe en la cara, riendo me aleje de su rostro adornando con un color carmesí y sus bellas cianitas ocultas por los párpados de sus ojos. Tan solo le sople suavemente y me aleje de allí en silencio y con mi pecho agitado.

—Idiota.—Susurro al verme lejos.

Quizás si lo sea, quizás y me arrepienta de no haberlo hecho, pero si lo hacía, no volvería a verlo.

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Bueno, pos 5 capítulos de maratón se los a completaré con esta historia, ¿de acuerdo?. 💖

Lxs amo. ✨🌹