I M A G I N E ││ Bensler.

Víveme - Oneshot.

¡Hola a todos! Antes de comenzar quiero comentarles que este Oneshot esta inspirado en el último capítulo de SVU que, claramente adapté a mis locas ideas. Espero que les guste ❤

Se recomienda escuchar la canción que figura en el capítulo y que aparece en la imagen del capítulo para acompañar la lectura. 

La canción utilizada a lo largo del capítulo es Víveme - Laura Pausini.

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Las palabras que Elliot había dicho en el casamiento de Fin aún resonaban en la mente de Olivia como constantes alarmas de lo que ocurriría en un futuro, él se instalaría en Nueva York, volvería a la vorágine de la ciudad, pero lo más importante volvería a estar cerca de ella, una vez más. La castaña no sabía si eso era bueno o malo, lo único en lo que era consciente era de la revolución interna que había iniciado, y que, al parecer no iba a frenar.

Liv daba vueltas en la cama controlando sus estúpidas ganas de tomar su celular y de llamar al causante de todos sus desvelos, sabía que no podía recurrir a acurrucarse al lado de Noah en su cama, ya que, el niño muy entusiasmado la había convencido para que pudiera asistir al campamento escolar de fin de año, así que, al menos por un día más debía guardar sus ganas de abrazarse a su pequeño y olvidarlo todo.

Giró su cabeza hacia la mesita de luz y pudo ver que el reloj marcaba las dos y media de la madrugada, suspiró profundamente y destapándose decidió ir a la cocina en busca de un vaso con agua, o mejor una copa de vino.

Intentó no chocarse con nada en el intento, y al prender la luz de la cocina pudo ver sobre la mesa las fotografías que se habían tomado con Elliot en la boda en la cabina fotográfica. Se los veía sonrientes, haciendo morisquetas, intentando disimular todo lo que ambos sentían, pero que no animaban a decirse. Recordó el brindis, las miradas cómplices, y la palabra que habían lanzado al aire al momento que chocaron las copas "socios", ella quiso reír al recordarlo. No era nada normal lo que sentía por Elliot, y a veces llegaba a ser confuso, después de todo lo que había ocurrido en todos esos años creyó que estaba a punto de volverse loca.

Sirvió un poco de vino en una copa, y apoyándose contra la mesada fijó su mirada en un punto imaginario de la pared, dejando que su cabeza por primera vez se sumergiera en los hermosos recuerdos que había vivido junto a Elliot Stabler, que más de una vez la había llevado a la cima de la montaña, y otras tantas la había dejado estrellada en el suelo. Ese vaivén de emociones constantes era una de las tantas cosas que encendieron la atracción, y que, desató lo inevitable.

El amargo sabor de esa bebida oscura la deleitó, atrayéndola a la realidad una vez más, incitando a pensar que tendría que hacer de ahora en más. Las cartas estaban aún escondidas, y ninguno de los dos se había animado a arriesgarlo todo, salir de la zona de confort era algo que siempre les había costado y dudaban que esta vez fuera la excepción.

Volvió a beber otro sorbo más cuando el ruido del celular la alertó, era una llamada y debía contestar para verificar que todo estuviera bien. Suponía que era algo relacionado a Noah, y sea lo que fuera ella estaría al corriente, pero al atender se topó con una voz completamente familiar que llegó a achinar su piel de punta a punta.

—¿Liv? ¿Estás ahí? —Preguntó Elliot suspirando ante la falta de respuesta de su compañera, comenzaba a creer que había sido una mala idea llamarla.
—Acá... Acá estoy. —Pronunció Olivia segundos después dubitativa ante la llamada de Elliot— Hola.
—Hola, perdón si te desperté es que no podía dormir y... —Prosiguió hablando, pero ella sintió la necesidad de interrumpirlo.
—Tranquilo, yo tampoco puedo dormir. —Aseguró y Elliot no pudo evitar sonreír.
—¿Te parece repetir buenos tiempos? Tú, yo y un café de por medio a estas horas de la madrugada donde el insomnio reina.