IX

112 15 2
                                    

Kohaku empezó a moverse en la comodidad de la cama, se percató de los rayos del Sol y viendo su piel desnuda. Llegando a la conclusión de lo que había pasado la noche anterior, vió ligeras marcas en sus senos.

-Buenos días Leona... - Se vió a Senku recargado en el marco de la pared.

-Buenos días... Y, ¡No soy una Leona! - Lo miraba muy mal.

-Baja tienes que desayunar y también debemos hablar... -Se retiró de la puerta, no sin antes darse cuenta de una pequeña bolsa de cartón.

-No haz cambiado- Vió el contenido de está.

Había encontrado ropa deportiva de la marca que más le gustaba, al igual que ropa interior, zapatos tipo tenis cómodos, desodorante, ligas para el pelo y un cepillo. Al entrar al baño también encontro un Shampoo nuevo exclusivo para ella, jabón, una esponja, Senku había pensado en cada detalle.

Bajando pudo ver que había una ama de llaves sirviendo el desayuno, un café para Senku y para ella jugo, se retiró a sus labores domésticas dejando a la pareja solos. Fueron unos minutos tan intensos en silencio, él que tuvo que romperlo fue Senku.

-Sabes lo de ayer, no fue un error para mi pienso que... -Fue interrumpido por la voz de ella.

-Senku, se exactamente que pasó, estoy conciente de las consecuencias de mis actos- Lo miro fijamente a sus ojos rojos- Si crees que me arrepiento, no lo hago, te sigo queriendo como hace tiempo.

-Entonces, ¿Me darías la oportunidad de volverte a conquistar? - Siempre siendo directo.

-Necesito tiempo Senku, podremos vernos, salir y más cosas. Pero no me obligues a amarte de nuevo, el amor lleva su tiempo- Recibió el apoyo de él, posando su mano derecha en la izquierda de ella.

-Te esperaré, aunque me mandes a la mierda de nuevo... -Posó un beso en su mejilla.

-Gracias- Se notó un leve sonrojo- Tengo que irme a casa.

-Te llevó a ella- Se levantó buscando sus llaves del auto.

No puso peros, ambos salieron de la casa de éste entrando a su auto, siempre usaba los autos más modernos patentados por él mismo. Senku y Kohaku iban hablando de cosas sin sentido, le arrancaba unas cuántas sonrisas hasta llegar a la casa de ella, kohaku le dió una nota con su número de teléfono para estar en contacto.

-Gracias Senku... -Le dió un tierno beso en los labios, fue rápido que ella salió del auto para entrar a su casa. Tenía tiempo de no sentir esas sensaciones.

Senku desde su auto tenía una sonrisa boba, pero también tenía cosas que hacer marco un número de teléfono para hacer las cosas bien.

-Necesito que nos veamos.., Si te entregaré el Dr. Stone a cambió de mi propuesta... Nos veremos en dos horas... -Colgó su teléfono para seguir conduciendo a su destino próximo.

Kohaku había sacado una botella de agua, ese día estaba haciendo más calor que de costumbre. No se había percatado de que alguién la estába observando, dió un ligero gritó al ver quien era.

-¿Kenji?... -Lo reconoció y puso el bote de agua en la mesa cercana.

-Kohaku-san, linda, ¿Dónde estabas? -Se acercaba a ella.

-¿Qué haces aquí?, ¿Cómo entrastes a mi casa idiota? -Estába asustada, sus cuchillas estaban en su bolsa de mano, maldición estaba desarmada en un momento así.

-Kohaku, Kohaku... Eres de verdad idiota o una pendeja... -En sus ojos pudo ver irá.

-Si no sales de aquí llamaré a Senku y... -La había retenido contra la pared, tocando ligeramente sus piernas, sus glúteos y su cintura- ¡Sueltame bastardo!

-Aquí nadie te va a escuchar... -Susurraba en su oído, era la primera vez que alguién podía con su increíble fuerza- Sabés deberías estar de mi lado, si no lo estás, tu querido Ishigami puede sufrir las consecuencias...

-¡Si le tocas un pelo a Senku te juro que te cortó las bolas! - Gritaba de furia, pero fue peor, Kenji la tomó por su cuello y le empezaba a apretar éste.

-Mira maldita puta, anoche te ví salir con Ishigami, habíamos quedado Mozu y yo que serías mia, pero con ésto las cosas van a cambiar- La aventó al sillón tirandola con todo y ella, se quejó un poco.

Estába a punto de decir algo pero éste había desaparecido, vió su brazo teniendo un ligero golpe en él. Tenía que hablar con su jefe de ésto, sabía que lo que se vendría ahora sería más peligroso.

Los días pasaron, Senku se enteró de lo que había pasado en casa de Kohaku insistiendo en que debía de salir de ese lugar, a lo que ella no aceptó. Sabía bien que él podría quemarlo vivo con su líquido para derretir cadáveres. Se llegó el viernes para Kohaku y accedió a ir a ver a su jefe.

-Dr. Xeno, ¿Quería verme? - antes de que ella llegará, le habían mencionado que la esperaba en su Oficina.

-Siéntate, sabes que eres una de mis mejores guardaespaldas, espías y una confidente muy potente en este lugar... -Hizo una ligera pausa- Pero tus servicios llegan a su fin hoy, no quiero que te sientas mal y sabes que no es nada elegante sentirse fatal.

-No me siento triste, de todas formas iba a renunciar por motivos personales... -Lo miro con sus ojos cristalinos- Gracias por todo Doctor Xeno, le debo mucho.

-Mereces ser feliz ahora y no pierdas tu elegancia, mis clases personales sirvan de algo linda, cuídate- Sin más ella se retiró de su Oficina, no sin antes tomar su teléfono para marcar a un número desconocido- Soy yo... Si ella aceptó el despido, todo va deacuerdo a tu plan Senku...

-Gracias Xeno, el Dr. Stone te servirá de mucho de ahora en adelante, pero ten cuidado con Kenji- Se escuchaba un ligero bufido en las palabras de éste.

-Si dices que ese idiota podría hacerte algo a ti o a mi, es mejor que el Dr. Stone éste de mi lado por el momento, te informaré lo que Stanley descubra adiós... -Sus planes salían a la perfección.

Ahora con Kenji siendo él mismo, el juego empezaba a ponerse interesante.

🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Empezamos con el clímax, se vienen más cosas y el peligro 🤭

Y qué, ¿Merezco Review?

𝔼 ℕ 𝔼 𝕄 𝕀 𝔾 𝕆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora