VIII

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𝙰𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚖𝚖𝚘𝚗.

Kohaku acaba de llegar al lugar de la fiesta, quién lo diría que fuera en un parque privado a las afueras de la cuidad. Se sentía rara en un tipo de eventos así, ya que había mucha gente importante.

Había trabajado en eventos de alta seguridad usando uniforme pero, era la primera vez que iba a un evento así, algunas caras se le hacían conocidas y unas muy especiales, el heredero Nanami Ryusui y Asagiri Gen el mago y mentalista más famoso del momento. Ambos vieron de reojo a Kohaku lo cual ella iba a escapar pero no corrió con mucha suerte.

-¡Kohaku-chan! - Él chico bicolor la llamó, esta no tuvo opción que dar la cara tenía muchos años de no verlos y no era justo para ellos.

-Hola Gen, Ryusui, ¿Cuánto tiempo? -Se sentía incómoda.

-Hola bella Kohaku, estámos felices de verte- ambos mostraban unas sonrisas de calma y sinceridad, sabían que era difícil poder lidiar, más en lo que estába.

-Me alegró de verlos, pero tengo que volver... -Antes de dar la vuelta Gen habló.

-No guardes tu rencor hacía Senku, él... -Hizo una pequeña pausa- Ha estado muy mal desde ese día, sabemos que metió la pata, pero aún están a tiempo de arreglar las cosas.

-También te damos nuestra palabra que si te llega a volver a lastimar, podremos golpearlo sin remordimiento, por hacer llorar a una mujer tan bella como tú- Chasqueo los dedos antes de que ella les dedicará una tierna sonrisa.

-Gracias- Sin más se retiró a buscar a su jefe.

Lo cuál se le hizo raro no verlo si siempre era muy puntual en sus llegadas, ya que no sería nada elegante hacer esperar al anfitrión. Su celular sonó, era un mensaje de él, se sorprendió por lo escrito en el mensaje.

"Hola Kohaku, disculpame que te hiciera ir a la fiesta, pero por motivos personales olvidé mencionar que tenía algunos planes de trabajo, divierte y nos vemos el lunes"

Genial ahora su esfuerzo fue en vano, se dirigió al mini bar a pedir una bebida, era sábado por la noche. Tenía años de no emborracharse hasta perder el conocimiento y era una buena ocasión para dormir plácidamente.

Pidió un Vodka para empezar a relajarse, checo su celular, sin percatarse de la compañia que tenía ahí.

-Hola Kohaku, ha pasado mucho tiempo- Una chica rubia de cabello corto se acercó para sentarse a su lado, al igual que ella pidió un Vodka.

-Luna... -Hizo una pausa empezaba a sentirse incómoda- Si me disculpas yo...

-Lo... Lo siento Kohaku-chan - Había dominado el japonés en un 70 por ciento- Lo se hace 10 años, fue un error de ambos, siempre te he considerado una amiga desde que llegué a Japón y éso me ha hecho sentirme muy arrepentida de todo.

Kohaku no pudo evitar sentirse triste al ver a la Americana llorar, volvió a sentarse en su lugar para perdir un Vermut Dulce y uno más para su acompañante.

-No te guardo rencor, se lo que pasó hace años y creó que es momento de dejar todo atrás- Apoyó su mano en el hombro de la contraria.

Ambas rubias se sonrieron tiernamente, tenía un poco de razón había que dejar atrás los errores, el pasado y todo lo malo que pasó. Al no soltar nada, no puede avanzar al futuro que ella esperaba y con ésto tenía que empezar a pensar en ella misma. No se dió cuenta que una banda no tan conocida empezaba a subir al escenario.

-Buenas noches a todos, aún no tenemos nombre del Grupo, pero me llamó Lila y agradecemos al Señor Tachibana por darnos la oportunidad de tocar. Disfruten la noche- La chica hizo una señal a sus amigos para empezar el ritmo.

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