Fue un tiempo después que Harry pudo comenzar la rehabilitación y logró volver a mover sus piernas. Pero aun que necesitaba todavía un poco de reposo y ejercicio, hoy sería el ultimo día en el hospital para el rizado. La doctora especialista que estuvo a su cargo había avisado que ya podría regresar a casa.
Estaba camino al hospital, los chicos avisaron que llegarían a casa del ojiverde. Mientras conducía, los recuerdos de todo lo que pasó los últimos dos meses llegaron a mi mente.
Primero conocí unos ojos verdes brillantes y perfectos. Ahí surgió todo, una cita, una llamada trágica, hospital, casa desconocida, Odie, medicamentos, besos, sonrisas, rehabilitación y... ahora un nuevo comienzo, nuevas personas en mi vida, un alguien que adoro. Todo era diferente.
Sin darme cuenta y saliendo de todos esos recuerdos, llegué al lugar que visitaba cada día, el hospital. Estacioné el auto y salí más emocionado que de costumbre.
Ya dentro subí a la habitación de Harry y casi corrí hacia él. Estaba con sus brazos abiertos y con una deslumbrante sonrisa al igual que yo. Aún estaba en su típica bata de hospital, por lo que tendría que ayudarlo a cambiarse a su ropa normal, que era un pijama que el día anterior traje junto a sus nuevas pantuflas de ranitas, un regalo hecho por mi.
-¿Estás listo, Hazz?. -Sabía que salir de aquí era lo mejor para Harry. Durante este tiempo me habló sobre él, su familia y todo lo que tuvo que pasar solo, ese fue el momento para conocer más sobre nosotros y nuestras vidas.
-Más listo que nunca. -Asintió todavía sosteniendo su hermosa sonrisa.
-Muy bien, entonces te ayudo a cambiarte. -Vi como sus mejillas se tornaban de un rojo cereza pero afirmó con la cabeza.
Tomé su ropa de la pequeña mesa a su lado, la dejé en la camilla, rodeé la camita y desabroché su bata por detrás. Volví a su frente y me volteé dándole privacidad y esperando que se pusiera su camisa, pero por el rabillo del ojo miré como la prenda cayó al suelo.
-Ammh... ¿Lou?, ¿puedes p-pasarme mi camiset-ta?. -Preguntó muy tímido y me giré tan rápido que ni siquiera me dio tiempo de verlo, solo le di en sus manos la prenda. Escuché su risita avergonzada y tambien reí.
-¿Listo?. -Pregunté antes de voltear. No quería incomodar a Harry.
-Sip, ya me puedes ayudar. -Respondió con un tono burlón y risueño.
-Bien. -Me di media vuelta y me encontré con un Harry muy sonrojado y sin camiseta. Me sorprendí, rápido miré a sus ojos, noté su repentina mirada de inseguridad y arrepentimiento, y comprendí.
-Lo siento, lo siento, lo siento, fue estupido y-yo...
-No te disculpes Hazz. Alcé su mentón y besé sus labios con lentitud. -No te disculpes por lo hermoso que eres, nunca, ¿bien?. -Sus ojos brillaban.
-Bien. Contestó más relajado y decidí que necesitaba otro beso asi que lo besé de nueva cuenta. Amaba estos momentos.
-Ahora joven Hazza, voy a vestirlo. -Tomé la ropa y la dejé en sus piernas mientras le colocaba su camisa y la abotonaba, seguí con los pantalones de pijama y sus calcetines. Fui al baño un momento y mojé mis manos para peinar su cabello rizado y hacerle una pequeña coleta.
-Esta listo y se ve muy guapo joven Harry. -Elogié medio en broma y solo río.
-Gracias Lou, te quiero. -Dijo el ojiverde. El "te quiero" ya era muy mencionado por lo dos pero siempre que lo escuchaba de sus labios era idílico.
-Te quiero tambien. -Me acerqué y por tercera vez en el día probé sus dulces labios. Arrastré su silla de ruedas para poder irnos por fin a casa.
Mientras bajábamos del ascensor ya en recepción, se acercó Lean, el exenfermero de mi Hazz, solo me permití voltear mis ojos en su dirección.
-Me enteré que ya te dieron el alta, Harry. -Volteó a verme y sonrió pero solo le devolví la más falsa sonrisa que pude. -Espero estés bien. -Habló mirándome a los ojos y me entregó un pequeño papel doblado por la mitad. Arrugué el entrecejo y volví a mirarlo pero ya estaba en el pasillo. Dirigí mi mirada a Hazz y en silencio interrogué el extraño comportamiento del enfermero pero solo subió sus hombros en señal de que tampoco sabía. Guardé el papel en el bolsillo del pantalón y salimos al auto.
Abrí la puerta del copiloto y con fuerza alcé al rizado para dejarlo en el asiento, rejunté la silla y la guardé en el maletero. Subí al auto y empecé a conducir a casa.
Notaba a Harry un poco ¿confundido?, asi que decidí preguntar.
-Hazza. -Llamé y giró su cabeza -¿Está todo bien?. -Estaba preocupado, él nunca se comportaba de esa manera.
-Si, todo bien. -Noté su tono triste y su intento de sonrisa.
-H, sabes que puedes decirme lo que pasa.
-Lou, tu... ¿te gusta Lean?. - Al escuchar su pregunta entendí todo, Harry estaba celoso.
-Hazz, no me gusta Lean, incluso pensé que él gustaba de ti.- Respondí con una sonrisa y seguí aclarando su duda.
-La única persona que tiene y tendrá mi corazón, es un lindo chico de ojos verdes, cabello castaño y rizado, con unos hoyuelos tiernos y el corazón más dulce. -Dije sola la verdad, quería que nunca dudara de mi amor por él y sé que se siente inseguro porque aún no somos nada oficial, pero estaba esperando que volviera a casa para pedírselo de la forma que se merece.
-Lo siento Lou, te quiero. -Lo miré por un segundo y le lancé en su dirección un beso y él lo devolvió con su linda risa risueña.
Ya estábamos en casa. Saqué la silla, ayudé al rizado a bajar y lo llevé adentro, pero antes le tapé los ojos ya que había preparado una "fiesta" de bienvenida junto a los chicos para que disfrutara de su primer día en casa.
En todo el tiempo que estuve en casa de Harry acomodé y decoré toda la enorme morada del rizado, y realmente estaba reluciente y elegante.
-A la cuenta de tres, verás tu casa pero no como la recuerdas, ahora esta todo en su lugar e instalamos un pequeño gimnasio para seguir con tus ejercicios de rehabilitación y un pequeño elevador en las escaleras para que subas sin problema en tu silla mientras te recuperas del todo.
-¡Ya quiero ver!. -Reímos y sin contar destapé sus ojos. Su cara de asombro y admiración, me llenó el corazón y me sentí orgulloso de mi trabajo.
-Es muy bonito, más de lo que imaginaba. -Sus ojos se llenaron de lagrimas y me acerqué a besarlo y abrazarlo. -Gracias, Lou. -Susurro y volví a besar esos labios rellenitos, sonriendo.
-Bueno, bueno tortolitos, ¡comencemos esta fiesta de bienvenida!. - Gritó Niall y todos reímos.
Al fin en casa...
Regresé y con un capítulo nuevo.
Tambien con una noticia de una nueva fic. Aún la estoy empezando, quiero tener algunos cap. preparados para que no esperen mil años las actualizaciones y será muyyy diferente a esta, es con temática Ángeles/Humanos. Pondré un aviso cuando ya la publique por si les interesa.
Una disculpa por dejarles tanto tiempo sin nuevos capítulos, ya casi llegan las vacaciones y tendré más tiempo para escribir.
Gracias por leer <3
ATTE. Dan :)
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Café de avellana [Larry Stylinson]
RomanceEn una tarde antes de caer una nevada, Louis encuentra una pastelería en donde refugiarse y conoce a Harry el dueño de tal pastelería. O donde Harry encuentra a su compañero de vida una tarde solitaria mientras trabajaba.